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12 de octubre de 2010, 6:24
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 11.10.2010
Para el Gobierno, el decreto ley de medidas de ajuste ha permitido la "recuperación de la credibilidad" en el proceso de consolidación presupuestaria y la confianza de los agentes económicos, nacionales e internacionales. Así lo asegura en una respuesta parlamentaria al diputado de IU, Gaspar Llamazares, quien expresa su interés por conocer los efectos sobre el consumo, la inversión, el PIB, el empleo y la tasa de inflación de las medidas, que incluyen la rebaja del 5% del sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones para 2011.
El Ejecutivo sostiene que dicho impacto debe ser considerado en relación con el escenario de "notable y amplificada pérdida de confianza" de los mercados financieros y su impacto sobre el coste de financiación externo de la economía española, tanto para las administraciones públicas como para las empresas financieras y no financieras.
En particular, recuerda que en abril y comienzos de mayo, debido a la crisis griega, se produjo una fuerte subida de la prima de riesgo específica de la economía española y un deterioro en la confianza de consumidores e inversores. "El consecuente aumento de los tipos de interés no sólo habría elevado la carga financiera del sector público, sino también de hogares y empresas, reduciendo su inversión y su consumo", argumenta el Gobierno, para quien la pérdida de confianza hubiera provocado una "inevitable" pérdida de PIB y empleo.
LA ECONOMÍA CRECERÁ "CON FUERZA" TRAS LAS REFORMAS
Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que España tiene "garantizado" un futuro de crecimiento económico que se producirá "con fuerza" tras hacer las reformas que sean necesarias.
Zapatero afirma que este crecimiento se producirá una vez se supere "este bache profundo" y se lleven a cabo las reformas como se está haciendo. En este contexto, el jefe del Ejecutivo asegura que el país está preparado y tiene las unas infraestructuras que están "a la cabeza de Europa y del mundo".
En el acto de inauguración de la ampliación del aeropuerto de León, se ha referido a la red de aeropuertos española, que es "de las más modernas del mundo" o el AVE, que convertirá a España en el país con más kilómetros de Alta Velocidad. "De ahí mi confianza en el futuro económico de la sociedad española", ha apostillado.
Los ejes prioritarios de su política económica son: optimizar al máximo cada euro que se invierte, para lo que se abordan reformas estructurales que garantizarán una gestión eficiente de recursos públicos y alinear la política de infraestructuras con los objetivos generales de la política económica, para lo que se han diseñado unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) acordes a las necesidades actuales del país.
Por otra parte, ha hablado de los retrasos anunciados para algunas infraestructuras y se ha mostrado convencido de que los ciudadanos prefieren retardar durante un año la ejecución de un proyecto su ello supone adelantar la recuperación económica de España.
"El hecho de adaptar los calendarios al contexto económico no implica renunciar a ningún proyecto", ha dicho y ha explicado que ninguna iniciativa hará que el Gobierno renuncie a su compromiso de reducir el déficit y consolidar la estabilidad presupuestaria.
Para el Gobierno, el decreto ley de medidas de ajuste ha permitido la "recuperación de la credibilidad" en el proceso de consolidación presupuestaria y la confianza de los agentes económicos, nacionales e internacionales. Así lo asegura en una respuesta parlamentaria al diputado de IU, Gaspar Llamazares, quien expresa su interés por conocer los efectos sobre el consumo, la inversión, el PIB, el empleo y la tasa de inflación de las medidas, que incluyen la rebaja del 5% del sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones para 2011.
El Ejecutivo sostiene que dicho impacto debe ser considerado en relación con el escenario de "notable y amplificada pérdida de confianza" de los mercados financieros y su impacto sobre el coste de financiación externo de la economía española, tanto para las administraciones públicas como para las empresas financieras y no financieras.
En particular, recuerda que en abril y comienzos de mayo, debido a la crisis griega, se produjo una fuerte subida de la prima de riesgo específica de la economía española y un deterioro en la confianza de consumidores e inversores. "El consecuente aumento de los tipos de interés no sólo habría elevado la carga financiera del sector público, sino también de hogares y empresas, reduciendo su inversión y su consumo", argumenta el Gobierno, para quien la pérdida de confianza hubiera provocado una "inevitable" pérdida de PIB y empleo.
LA ECONOMÍA CRECERÁ "CON FUERZA" TRAS LAS REFORMAS
Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que España tiene "garantizado" un futuro de crecimiento económico que se producirá "con fuerza" tras hacer las reformas que sean necesarias.
Zapatero afirma que este crecimiento se producirá una vez se supere "este bache profundo" y se lleven a cabo las reformas como se está haciendo. En este contexto, el jefe del Ejecutivo asegura que el país está preparado y tiene las unas infraestructuras que están "a la cabeza de Europa y del mundo".
En el acto de inauguración de la ampliación del aeropuerto de León, se ha referido a la red de aeropuertos española, que es "de las más modernas del mundo" o el AVE, que convertirá a España en el país con más kilómetros de Alta Velocidad. "De ahí mi confianza en el futuro económico de la sociedad española", ha apostillado.
Los ejes prioritarios de su política económica son: optimizar al máximo cada euro que se invierte, para lo que se abordan reformas estructurales que garantizarán una gestión eficiente de recursos públicos y alinear la política de infraestructuras con los objetivos generales de la política económica, para lo que se han diseñado unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) acordes a las necesidades actuales del país.
Por otra parte, ha hablado de los retrasos anunciados para algunas infraestructuras y se ha mostrado convencido de que los ciudadanos prefieren retardar durante un año la ejecución de un proyecto su ello supone adelantar la recuperación económica de España.
"El hecho de adaptar los calendarios al contexto económico no implica renunciar a ningún proyecto", ha dicho y ha explicado que ninguna iniciativa hará que el Gobierno renuncie a su compromiso de reducir el déficit y consolidar la estabilidad presupuestaria.
