jueves. 25.04.2024

El Consejo de Ministros aprobará este viernes un decreto-ley que acelera la reducción del déficit público, con la pretensión de ahorrar 5.000 millones de euros y dos medidas principales: la racionalización del gasto farmacéutico y una reforma parcial del Impuesto sobre Sociedades que afectará a las empresas de mayor dimensión.

El Ejecutivo quiere convalidar este decreto en el Parlamento cuanto antes, a ser posible la próxima semana, por lo que pedirá la convocatoria urgente de un pleno extraordinario del Congreso. Será el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien defienda estas medidas en la Cámara Baja, donde también hará un repaso de la actuación situación económica.

Zapatero anunció estas medidas el pasado 29 de julio, aunque no entró en mucho detalle y sólo se limitó a señalar que la norma mejorará la recaudación del Impuesto sobre Sociedades y recortará el gasto en farmacia.

La idea es que las empresas de mayor dimensión incrementen los pagos a cuenta de este impuesto, lo que permitiría al Estado ingresar unos 2.500 millones de euros, según ha adelantado la vicepresidenta para Asuntos Económicos, Elena Salgado. No se trata, pues, de que las empresas paguen más (el tipo de tributación no se va a tocar), sino de que lo hagan antes.

Obligadas a los pagos a cuenta

Actualmente, las empresas tienen la obligación de realizar tres pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades durante el ejercicio fiscal y lo hacen en los meses de abril, octubre y diciembre de cada año. Se trata de pagos a cuenta, que se compensan una vez que se liquida el impuesto (esto se hace entre el 1 y el 25 de julio de cada año para las empresas cuyo ejercicio fiscal es el año natural).

Según el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), la intención del Ejecutivo es elevar, para las grandes empresas, el porcentaje de sus pagos fraccionados (ahora se sitúa en torno a un 21%). De esta forma, Hacienda obtendría más dinero por anticipado de las empresas de mayor dimensión.

CEOE rechaza la medida

Este cambio que introducirá el Ejecutivo en esta figura tributaria no ha gustado mucho a algunos sectores, especialmente a la patronal CEOE, que considera que anticipar el pago de este impuesto "restaría capacidad financiera a las empresas" y les dificultaría aún más sus esfuerzos por superar los efectos de la crisis en un momento en el que además escasea el crédito.

La Agencia Tributaria ha señalado que las grandes empresas son las que soportan un tipo efectivo en el Impuesto de Sociedades más bajo en relación al tipo medio al que tributan.

Con los datos de la última memoria disponible de la Administración Tributaria correspondiente a 2009, Hacienda señala que las grandes corporaciones --las que facturan más de seis millones de euros--, y a las que el Gobierno prevé aplicar un adelanto en el pago del Impuesto de Sociedades, el tipo efectivo sólo fue superior al 20% en el tramo de facturación entre los seis y los 7,5 millones de euros y en el de aquellas de entre 500 y 750 millones de euros.

Las cifras de las grandes empresas contrastan con los de las pequeñas y medianas empresas –que facturaron entre 10.000 euros y seis millones en 2008-, a las que correspondió un tipo medio de entre el 24% y el 26%, el tipo efectivo se situó no más de 5,1 puntos porcentuales por debajo y en ningún caso éste fue inferior al 20%.

Grandes empresas consiguen rebajas de hasta 10 puntos

Además, la minoración del tipo medio hasta el tipo efectivo se situó en algunos tramos, como en el de aquellas empresas con un volumen de facturación superior a los 750 millones, por encima de los 10 puntos porcentuales.

Asimismo, el tipo medio del Impuesto sobre Sociedades para el conjunto de las empresas disminuyó un 1,1% en el ejercicio 2008, del 29,1% al 28%, mientras que el efectivo cayó un 1,4%, desde el 20,2% al 18,8%, en parte por las reformas introducidas ese año en el impuesto.

Del mismo modo, desde 2004, el tipo impositivo medio pasó del 32,3% al 28%, lo que supuso un reducción del 4,3%, mientras que el tipo efectivo descendió aún más, hasta un 5,3%, todo ello debido a los cambios introducidos en las bonificaciones y deducciones.

El sistema de pagos fraccionados

Las empresas tienen dos formas de realizar estos pagos fraccionados: aplicando un porcentaje del 18% sobre la cuota íntegra del último Impuesto de Sociedades declarado o en base a los resultados que están teniendo durante el ejercicio. En este último caso, el porcentaje a pagar es de cinco séptimos del tipo impositivo correspondiente, por lo que con un tipo de tributación del 30%, el porcentaje a aplicar sería del 21%.

Las pequeñas empresas pueden optar por cualquiera de los dos métodos, pero las grandes empresas sólo pueden recurrir a la segunda opción.

El Gobierno está diciendo que lo que quiere hacer es mejorar la gestión de este tributo, haciendo su recaudación más rápida y eficiente. Esto puede hacerse de dos maneras: subiendo el número de pagos fraccionados que se realizan (ahora son tres) o elevando el porcentaje sobre el cual se calculan los pagos a cuenta.

La medida no supondría para las empresas una subida de su tributación (al final pagarán lo mismo), pero tendrán que adelantar al Estado más dinero del que actualmente le pagan a cuenta por este impuesto.

En principio, el Gobierno está diciendo que esta reforma en el impuesto sólo afectará a las grandes empresas, consideradas como tales aquellas cuya facturación supere los seis millones de euros anuales.

El Gobierno aprueba este viernes los cambios en el Impuesto de Sociedades