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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 25.09.2009

Los banqueros podrían perder las primas que reciben si prospera el principio de acuerdo entre los líderes del G-20 que, reunidos en Pittsburg, apostaron además por continuar inyectando dinero público en la economía, sin olvidar la reforma de la regulación del sistema financiero, que continúa en el epicentro del debate generado en la cumbre a la que asisten los líderes de los países más ricos del mundo.

En la madrugada del viernes (hora española), los líderes del G-20 se acercaban a un consenso sobre cómo restringir las primas que reciben los banqueros, en línea con las muchas opiniones que señalan la política retributiva de las entidades financieras como una de las causas de la crisis actual, al favorecer la asunción de riesgos excesivos sin considerar el largo plazo.

Así, se prevé que en el comunicado final de la cumbre se hablará de la necesidad de vincular los sueldos de los banqueros con la salud de las finanzas de la entidad, en lugar de establecer unos topes específicos, como querían Francia y Alemania.

Eso sí, como el G-20 no tiene capacidad legislativa, cualquier cambio real en este campo quedará en manos de las autoridades nacionales.
Por otro lado, Estados Unidos, anfitrión de la cumbre, dijo este jueves --a través del portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs-- que la reforma de la regulación del sistema financiero era la principal prioridad en la agenda de la cumbre del G-20 que arrancó en la tarde del jueves en Pittsburgh entre los dirigentes de las primeras economías del mundo y los principales países emergentes.

MANTENER LOS ESTÍMULOS FRENTE AL PARO

Los líderes que asisten a esta cumbre, y que representan al 85 por ciento de la economía mundial, también parecen de acuerdo en que será necesario mantener "durante algún tiempo más" los planes de estímulo que activaron de forma coordinada para reactivar la economía tras el estallido el año pasado de la mayor crisis desde 1929, según avanzó el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt. Y es que, explicó, aunque han aparecido algunos signos de estabilización en la economía, el paro puede seguir creciendo.

Tanto Reinfeldt como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, lamentaron este jueves la "falta de voluntad política" que han detectado para que países desarrollados y emergentes lleguen a un consenso sobre cómo financiar la lucha contra el cambio climático, otro de los temas en la agenda del encuentro.

ZAPATERO APOYA LA CUMBRE POR EL EMPLEO

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió este jueves (madrugada del viernes en España) un llamamiento a la "máxima cooperación" entre los líderes del G-20, no sólo para luchar contra la crisis financiera, sino también para crear empleo, han informado fuentes gubernamentales.

Zapatero ha intervenido en la cena con la que ha arrancado el primer día de reuniones para avisar de que Pittsburgh no puede ser, tras las citas anteriores en noviembre en Washington y Londres en abril, la cumbre del conformismo porque hayan aparecido los primeros síntomas que apuntan a una recuperación económica.

Si la primera reunión que el G-20 mantuvo a nivel de jefes de Estado y de Gobierno el pasado 15 de noviembre sirvió para adoptar una serie de medidas globales muy puntuales para evitar un nuevo 'crack' financiero similar al de 1929, y la de Londres para inyectar ingentes cantidades de dinero en países desarrollados y pobres con el fin de reactivar la economía, en la cumbre de Pittsburgh se debe persistir en la coordinación de la salida de la crisis, señaló el presidente en su intervención.

El jefe del Ejecutivo defendió que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) desempeñe un papel importante en el diseño de unas políticas coordinadas de empleo. Antes de la cena, Zapatero se reunió con una delegación de la Confederación Sindical Internacional (CSI), en la que se incluía el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo.

Zapatero mostró su respaldo a la iniciativa de la CSI -que agrupa a organizaciones sindicales de 20 países-- de que el G-20 celebre una reunión de ministros de Trabajo a principios de 2010 en la que se invite a los agentes sociales. El presidente del Gobierno español coincidió con los representantes sindicales en que el gran reto que tiene por delante el G-20 es el empleo.

El G-20 busca el modo de limitar los abultados 'bonus' que reciben los banqueros