Todos los juristas consultados recomiendan contar con una segunda opinión para contrastar la información facilitada por el banco y asegurar su veracidad
Hay firmas que atan de por vida. Dice la sabiduría popular que detrás de cada broma se esconde una parte de verdad, y el hecho de que una hipoteca vincule con más fuerza que el matrimonio es una frase con tono jocoso pero que tiene su razón de ser. Por eso, antes de rubricar un contrato hipotecario, conviene repasar los puntos más conflictivos.
Para sellar cualquier hipoteca con una entidad bancaria es necesario tener en cuenta una serie de recomendaciones básicas encaminadas a ahorrar disgustos e identificar posibles abusos en las condiciones.
Lo primero que debes hacer es identificar claramente a las partes y “justificar documentalmente quién es el propietario y quién vende el inmueble”. Así lo defiende José Manuel Sierra, jurista de Sierra Abogados & Inversores, quien adelanta que también hay que atender al tipo de vivienda y a su estado, ya que hay diferencias entre comprar sobre plano, de nueva construcción, o de segunda mano.
Un contrato hipotecario incluye un buen número de cláusulas difíciles de comprender para una persona no especializada en la materia, así como una jerga a veces algo confusa. Por ello Sierra invita a que “ante cualquier duda sobre algún concepto es importante asesorarse bien” al tiempo que pone el foco en la escritura de venta, el documento “base para hacer la operación”.
El usuario ante su contrato
Una vez aclarados los términos de la compra-venta es el momento de sentarse con la entidad bancaria y solicitar el préstamo hipotecario. Aquí, como reconocen desde el despacho Simarro Abogados, “el ciudadano de a pie no tiene prácticamente ningún poder de negociación con el banco” pero sí recomienda acudir a varias entidades para poder contrastar sus propuestas e identificar, con ayuda de un especialista, aquel más ventajoso o que incluya menos cláusulas que puedan resultar perjudiciales para sus intereses.
Por ello, es importante poner bajo la lupa de un experto los contratos hipotecarios ofrecidos por las entidades, con el objetivo de revisar las condiciones y, sobre todo, poder descubrir ‘trampas’ como las multidivisa, las cláusulas suelo, o el quien debe pagar los gastos asociados. Términos como IRPH, o la aparición de monedas diferentes al Euro, son pistas que pueden hacer sospechar al consumidor.
¿Qué ha cambiado?
No obstante, el paso del tiempo y especialmente las continuas sentencias falladas en contra de los abusos de las entidades bancarias han hecho a estas extremar la precaución.
Uno de los aspectos que se ha mejorado es el de facilitar la información, ya que ha sido habitual que los clientes firmasen cláusulas complejas cuyo funcionamiento desconocían por completo y que no habían sido explicadas.
“Ahora, el Banco debe demostrar que con antelación a la contratación se explicó claramente el altísimo riesgo que estaba asumiendo el cliente” en casos como, por ejemplo, el de Multidivisa. Lo subraya Iván Metola, abogado de la plataforma especializada en reclamaciones indemniza.me. Por lo tanto, exigir todas las explicaciones necesarias a la entidad bancaria antes de firmar una hipoteca no es solo una recomendación, sino también un derecho del consumidor.
Y, sin embargo, todos los juristas consultados recomiendan contar con una segunda opinión para contrastar la información facilitada por el banco y asegurar su veracidad.