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NUEVATRIBUNA.ES - 18.02.2010

El titular de Trabajo, Celestino Corbacho, trató hoy de despejar dudas sobre su futuro en el Gobierno después de que, ayer, el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, lo dejara fuera de la Comisión encargada de tejer un gran pacto económico.

"No se preocupe de mi presente, ni de mi futuro”, le espetó hoy Corbacho al diputado del PP Ignacio Uriarte, que había mostrado en el Pleno del Congreso interés por conocer el papel de Corbacho en el Gobierno, tras quedar fuera de la Comisión que hoy comenzó a funcionar. “Los temas relativos al Diálogo Social no serán presididos por nadie que no sea” el propio ministro de Trabajo, contestó Corbacho.

Sin embargo, algunas voces indican que la decisión de Zapatero ha dejado ‘tocado’ al titular de Trabajo que hoy tuvo que someterse a la tortura de valorar el papel de su compañero el ministro de Fomento, Pepe Blanco, a quien Corbacho ve como “un excelente ministro”, según dijo a los periodistas, interesados por los rumores sobre posibles cambios en el Gobierno que corren por el Congreso.

El desaire a Corbacho, que asegura que fue él mismo quien pidió a Zapatero no formar parte de la Comisión, llega cuando empresarios y sindicatos inician las negociaciones para reformar el mercado de trabajo. En este sentido el hombre llegado al Gobierno en 2006 para poner orden en los flujos migratorios parece relegado a jugar un papel secundario en el ámbito laboral. “Tengo mucho futuro a mis espaldas defendiendo al PSC de Catalunya”, replicó enigmático al diputado ‘popular’.

El interés de Zapatero por firmar un acuerdo laboral no siempre benefició al que fuera alcalde de L’Hospitalet de Llobregat. Según algunas voces, Corbacho ha jugado un papel muy secundario en la negociación laboral debido a la injerencia de la Oficina de La Moncloa y en particular de Javier Vallés , el asesor en quien Zapatero depositó la confianza perdida en Corbacho. En este sentido cabe interpretar las constantes apelaciones a la “coordinación” con las cuales los sindicatos han aderezado el proceso de Diálogo Social. En concreto, el propio Toxo, el secretario general de Comisiones Obreras, fue hace meses incluso más allá al pedir que la Oficina del Presidente fuera la última instancia en el proceso de negociación y no la primera, en lugar de Corbacho.

Desde entonces, Zapatero ha intentado corregir los fallos detectados en la mesa de negociación con la inclusión de Alfonso Morón como director del Gabinete del Diálogo Social. En primer lugar, Morón anunció hace apenas un mes la reestructuración de las mesas que se dedican a negociar simultáneamente el acuerdo entre empresarios y sindicatos, cuyo número ha quedado reducido en la presente ronda.

Si muchas voces acusan a Corbacho de jugar un papel muy difuso en el Diálogo Social, el principal partido de la oposición, el PP, compareció hoy al fin con una propuesta sobre contratación. En concreto, los ‘populares’ anunciaron hoy que presentarán una moción en el Congreso la próxima semana con la propuesta de un contrato único, en línea con lo demandado por la patronal, una idea que no gustó hoy al Ministro de Trabajo, que acusó al PP de impulsar una modalidad “baratita” de despido.

Por el contrario, el ministro de Trabajo se mostró partidario de mejorar el actual contrato de formación y los contratos en prácticas. Y rechazó ampliar las bonificaciones a la contratación, tal y como exige el PP, ya que, a juicio del ministro, “no han dado buenos resultados”, por lo que abogó por estímulos a la contratación.

La propuesta del Partido Popular se refiere a nuevo contrato para menores de 30 años con “bonificaciones, duraciones y salarios nuevos”, afirmó Uriarte. Así, incluirá una propuesta de contrato dual formación-trabajo, y aplicar bonificaciones del 50 por ciento en las cuotas sociales de las empresas que contraten indefinidamente a jóvenes.

Corbacho, y "nadie" más, pilotará la reforma laboral y todo lo relativo al...