La nueva reforma electrica puesta en marcha por el Ministerio de Industria ha supuesto un nuevo castigo para el consumidor en general y las economias más modestas en particular, al incrementarse el precio de la tarifa en un 4,2 %. Esta subida se ha aplicado a todos los consumidores por igual, sin tener en cuenta criterio alguna en lo que respecta a la renta disponible del consumidor, ni su situación laboral o social, ya que el incremento se ha hecho sobre el término fijo, es decir la potencia instalada. Pero además de la injusticia que supone aplicar la subida de forma indiscriminada, la reforma que se ha puesto en marcha tiene un carácter perverso con consecuencias a largo plazo, ya que al penalizar el termino fijo y no el consumo, de hecho castiga a los consumidores ahorradores y por ello mismo las prácticas de consumo responsable. CECUMadrid cree que esta reforma carga sobre los consumidores domésticos el peso del deficit tarifario, que no han creado ellos, y favorece los intereses de las grandes compañías. Por lo demas la reforma no introduce ningún factor que introduzca la competencia en un mercado liberalizado sólo retoricamente, y que mantiene uno de los precios mas alto de la Unión Europea. Creemos, por último, que esta reforma no ayuda a la salida de la crisis económica que padecemos.
