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nuevatribuna.es | 27.01.2011

El comisario de mercado interior y servicios financieros, Michel Barnier, respaldó este jueves el nuevo plan del Gobierno para reforzar el capital de las cajas de ahorro. El apoyo europeo llegó coincidiendo con los primeros movimientos en el sector. Así, La Caixa, la mayor caja española, anunció que llevará a cabo una reestructuración de su grupo, que afectará especialmente a Criteria, su grupo de participadas. Por otro lado, Banco Sabadell negó que haya iniciado conversaciones con Catalunya Caixa, otra de las entidades que se enmarcan en el grupo que por el momento no cumple los nuevos requisitos de capital exigidos por el Gobierno.

Barnier dio este jueves su apoyo al plan del Gobierno presentado el lunes y que recoge nuevas medidas para reforzar la solvencia de las entidades financieras españolas. Este plan obligará a todas las entidades a elevar su capital básico a un mínimo del 8 por ciento. Sin embargo, esta exigencia se elevará entre el 9 y el 10 por ciento, en el caso de las entidades no cotizadas o que no tengan presencia significativa de inversores privados y cuya dependencia de los mercados financieros sea superior al 20 por ciento de sus activos, una descripción que se ajusta a la situación de buena parte de las cajas de ahorro.

Mientras tanto, el sector se apresura por cumplir los nuevos requisitos de capital establecidos por el Gobierno y cuyo incumplimiento el próximo otoño implicaría la entrada del Estado en su capital, a través del Frob. Así, los consejos de administración de La Caixa y de su holding de participadas Criteria tenían previsto reunirse el mismo jueves para analizar y, en su caso, aprobar una posible reorganización del grupo que implicaría la aportación del negocio bancario de la caja a Criteria, según informó el brazo de participadas de La Caixa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

A su vez, dicha reorganización supondrá el traspaso de "determinada parte" del negocio de Criteria a su matriz. Al final los mecionados consejos, el grupo informará "oportunamente" al mercado. La CNMV había suspendido la cotización de Criteria antes de la apertura del mercado, "al concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre dicho valor".

SABADELL NIEGA CONVERSACIONES CON CATALUNYACAIXA

Por su parte, el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, aseguró este jueves que no hay nada sobre la mesa con respecto a ninguna caja catalana o no catalana, en alusión a hipotéticas conversaciones para integrar a CatalunyaCaixa, aunque ha dejado claro que el futuro está "abierto".

En la presentación de resultados de 2010 en Barcelona, Oliu ha afirmado que no ha se ha planteado nunca una hipotética integración de CatalunyaCaixa en el Sabadell ni tampoco ha habido nunca una negociación o presiones por parte de la Generalitat para que se ejecutara esta operación.

"No hay nada ni previsto ni hablado", ha reconocido, tras afirmar que el banco tiene un plan director a tres años basado en hacer crecimiento orgánico y digerir las compras realizadas, como la de Banco Guipuzcoano, cuya integración operativa será efectiva el próximo mes de abril.

Oliu ha reiterado que la estrategia del Sabadell ha sido en los últimos años buscar entidades que "complementaran" su actividad y cuotas de mercado, puesto que ahora Catalunya representa menos 40% de su actividad bancaria.

Aún así, ha admitido que la transformación de las cajas abre un "horizonte muy diferente" y el banco hará operaciones siempre y cuando tenga sentido en cuanto a generación de beneficio y complementariedad de mercados.

ESTO NO ES NINGUNA ‘LOAPA’

Por su parte, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha negado que la reforma de las cajas que impulsa el Gobierno pretenda laminar competencias que las comunidades autónomas tienen sobre estas entidades financieras.

La reforma "no es una Loapa contra nadie", ha dicho en declaraciones a TV3, indicando que el objetivo del proceso es garantizar la solvencia económica de las cajas.

Jáuregui ha dicho que las cajas solventes no están en ningún momento cuestionadas por el decreto.

En cambio, las que no tengan la financiación necesaria para "prestar dinero, necesitan recapitalizarse para obtener esta solvencia, y esta recapitalización puede llevarlas a un proceso de bancarización".

"Esto es asegurar el futuro de las entidades financieras sin perder su esencia, la proximidad el terreno y la función social a través de una fundación", ha añadido.

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