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NUEVATRIBUNA.ES / LUIS MARTÍNEZ - 09.09.2009

Un otoño caliente amenaza a Madrid, tras una primavera negra para el empleo, que ha causado estragos sobre todo en la industria, los jóvenes y la inmigración. En total, cerca de 145.000 personas perdieron su trabajo en el último año en la región sin que, según los sindicatos, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, muestre el más mínimo signo de reacción, lo que constituye una declaración de guerra para las centrales sindicales que hoy advirtieron a la lideresa ‘popular’ de que “la paciencia de los trabajadores se está agotando”, según dijo el líder de UGT-Madrid, José Ricardo Martínez.

La crisis mordió con fuerza hasta julio en la economía madrileña, no sólo el sector de la construcción, cuya caída se ha moderado gracias a los efectos “positivos” del Plan E de Zapatero, según destacó hoy Martínez, sino principalmente en el sector industrial, que ha tomado el relevo al ‘ladrillo’ en cuanto a destrucción de empleo, con una subida del 90 por ciento en su tasa de desocupación. En total, unas 145.000 personas han pasado a engrosar las listas del paro en el último año en la Comunidad de Madrid, afirmó el líder de UGT.

Martínez insistió en la necesidad de una “reforma empresarial” y no laboral, como reclaman desde la patronal CEOE, cuyo vicepresidente, Arturo Fernández, que preside a su vez la patronal madrileña CEIM, recomendó hoy al Gobierno de Zapatero que “tome nota” de las propuestas que han hecho los empresarios porque, a su juicio, España “está muy lejos” de haber pasado lo peor de la crisis, que durará aún “dos añitos”, según su propia estimación.

José Ricardo Martínez tildó de “lamentables” las bajadas de impuestos realizadas por Aguirre en la Comunidad de Madrid y exigió a la presidenta ‘popular’ que recupere la “progresividad” en el sistema impositivo madrileño, ya que, a su juicio, “bajar los impuestos equivale a quitar derechos a los ciudadanos”.

El secretario general de UGT- Madrid reclamó a la presidenta madrileña la activación de medidas dirigidas a evitar la pérdida de empleo en el sector industrial de la Comunidad. Además, en su informe de catorce páginas sobre el mercado laboral en Madrid, UGT señala a los más jóvenes como el grupo que más ha sufrido los efectos del desempleo, que se ha cebado con los contratos temporales desde el inicio de la crisis.

El mayor aumento de desempleo se ha producido entre los trabajadores extranjeros, añade el informe, debido a que estaban empleados sobre todo en el sector de la construcción.

MAYOR “SENSIBILIDAD” EN LOS 420 EUROS

Por otro lado, UGT detecta un número creciente de ciudadanos que han agotado la prestación por desempleo en Madrid, en torno a tres puntos más que el año pasado, ante lo cual demanda a Aguirre un conjunto de medidas que complementen la ayuda de 420 euros aprobada por el gobierno Zapatero destinadas a los parados sin protección.

Según el sindicato, unas 75.000 personas se encuentran en situación de percibir la renta de 420 euros en Madrid, tras agotar el subsidio y la prestación, mientras que otros 50.000 ciudadanos, que comparten esa falta de recursos económicos, no tienen derecho a percibir la nueva renta.

Respecto a la contratación, el sindicato destaca que la situación “es peor” en Madrid, con una caída en torno al 30 por ciento que en el conjunto de España, donde ‘sólo’ cayó un 20 por ciento en el último año. Además, la mayor parte de los contratos que se firman en la Comunidad madrileña son temporales, en torno al 83 por ciento, tres puntos por encima de la media nacional.

Por último, Martínez quitó hierro a la subida de los costes salariales en la Comunidad madrileña, y aseguró que el incremento de costes de un 2 por ciento en el primer trimestre con relación al año anterior es inferior a la subida de los precios que soportaron los trabajadores madrileños de un 3,9 por ciento para todo el año 2008.

Además, en el caso de los trabajadores públicos, UGT demandó a Aguirre que saque plazas a concurso, ya que, a su juicio, las administraciones públicas madrileñas han optado por “no consolidar” el empleo, y mantienen los contratos de interinidad, en lugar de sacar estos puestos de trabajo a oferta pública.

Aguirre pilota rumbo al desastre