nuevatribuna.es
13 de julio de 2010, 13:33
NUEVATRIBUNA.ES 12.07.2010
Los trabajadores de Metro acordaron continuar con la huelga después del fracaso en las últimas conversaciones con la dirección de la empresa. Los empleados votaron este lunes en Asamblea de mañana y tarde por inmensa mayoría (tan sólo un 5% pidió medidas “más duras”) seguir con los paros durante el miércoles y viernes de esta semana y desde el 20 al 23 de julio pero respetando los servicios mínimos del 50% tal y como ha venido exigiendo el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Durante la reunión de la mañana se vivieron momentos de tensión al permitir entrar a los medios de comunicación, lo que no gustó mucho a buena parte de los trabajadores. El “nerviosismo” que la plantilla de Metro está viviendo en estas jornadas de enfrentamiento con la dirección de la empresa y el Ejecutivo regional fue la razón del rifirrafe con la prensa, según explicó el portavoz del Comité de huelga, Antonio Asensio, que pidió disculpas en rueda de prensa al término de la Asamblea.
La decisión de los trabajadores llega después de varias rondas de negociaciones que culminaron el pasado sábado con la propuesta de la dirección de reducir los salarios un 1,5%, propuesta que no fue aceptada por el Comité que la calificó de “provocación”. Asensio lamentó, en declaraciones a nuevatribuna.es, que después de “haber estado muy cerca” del acuerdo se volviera a poner encima de la mesa una rebaja en las nóminas. En su opinión, el problema ahora ya no son tanto “las cuestiones económicas” dado que tras las varias rondas de negociaciones se había conseguido un ahorro de prácticamente ocho millones de euros, por lo que “no entendemos mucho la cerrazón”, afirmó.
Los sindicatos creen que el empecinamiento del Gobierno de Esperanza Aguirre de que se reduzcan las retribuciones individualizadas de los empleados del metro de Madrid hay que entenderlo desde el plano político, es decir como un gesto más de “dureza” por parte del Ejecutivo regional. De hecho, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, pidió a los trabajadores un “ejercicio de responsabilidad” para que se solidaricen con el resto de los empleados públicos que han visto reducido su salario “algunos en un 5 por ciento, otros en menos y otros en más”.
"Parece de justicia que los empleados de Metro, como una empresa pública que es, sufran también una pequeña reducción, que no será del 5 por ciento, sino muy inferior. Será un ejercicio de ahorro para la sociedad Metro de Madrid, pero también de justicia para el resto de los trabajadores. Espero que acaben con los paros, que dejen las movilizaciones y que lleguemos a un acuerdo lo antes posible", aseguró.
Granados también cargó contra Comisiones Obreras calificando de “broma de mal gusto” la demanda por prevaricación que este sindicato está estudiando interponer contra la presidenta madrileña y su consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría, al entender que se fijaron unos servicios mínimos en la última huelga “ilegales sabiendo que lo eran”. En este sentido, CCOO se acoge a una sentencia de hace dos años del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que les da la razón.
Asensio también quiso poner en valor la voluntad que están teniendo los trabajadores para solucionar el conflicto. “Seguimos dando pasos” en ese sentido, aseguró, por ello han desconvocado el paro previsto para este mismo martes. El portavoz del Comité de huelga lamenta que la dirección de metro no acepte rebajar la partida de publicidad que asciende –según el diario Público- a 51 millones de euros y que ni siquiera haya sido “valorada” empecinándose en “tocar” solo los gastos en concepto de personal.
A ello precisamente se refirió este lunes el secretario general del PSM, Tomás Gómez, que calificó de “vergüenza” y de “tirar el dinero de los ciudadanos” ese derroche. “No hay ningún reparo para gastarse 51 millones de euros, que son más de 8.000 millones de pesetas”, resalto.
El número uno de los socialistas madrileños instó al Ejecutivo de Aguirre a resolver de una vez por todas el conflicto de Metro cumpliendo “estrictamente con la ley”, es decir sin extender la rebaja de sueldos del decreto aprobado por el Gobierno central a los trabajadores de la empresa pública. Gómez puso como ejemplo al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que “no ha querido buscar el conflicto” al no aplicar dicho decreto a los trabajadores de la EMT.
"Que se ponga el gobierno de la Comunidad de Madrid a hacer los deberes, a llegar a un acuerdo con las organizaciones sindicales y a ver si por fin este gobierno es capaz de resolver uno de los conflictos a los que se enfrenta porque es incapaz de resolver ningún conflicto. Si no saben, no pueden o no quieren... mire usted... esa es la responsabilidad de gobernar", afirmó.
Los trabajadores de Metro acordaron continuar con la huelga después del fracaso en las últimas conversaciones con la dirección de la empresa. Los empleados votaron este lunes en Asamblea de mañana y tarde por inmensa mayoría (tan sólo un 5% pidió medidas “más duras”) seguir con los paros durante el miércoles y viernes de esta semana y desde el 20 al 23 de julio pero respetando los servicios mínimos del 50% tal y como ha venido exigiendo el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Durante la reunión de la mañana se vivieron momentos de tensión al permitir entrar a los medios de comunicación, lo que no gustó mucho a buena parte de los trabajadores. El “nerviosismo” que la plantilla de Metro está viviendo en estas jornadas de enfrentamiento con la dirección de la empresa y el Ejecutivo regional fue la razón del rifirrafe con la prensa, según explicó el portavoz del Comité de huelga, Antonio Asensio, que pidió disculpas en rueda de prensa al término de la Asamblea.
La decisión de los trabajadores llega después de varias rondas de negociaciones que culminaron el pasado sábado con la propuesta de la dirección de reducir los salarios un 1,5%, propuesta que no fue aceptada por el Comité que la calificó de “provocación”. Asensio lamentó, en declaraciones a nuevatribuna.es, que después de “haber estado muy cerca” del acuerdo se volviera a poner encima de la mesa una rebaja en las nóminas. En su opinión, el problema ahora ya no son tanto “las cuestiones económicas” dado que tras las varias rondas de negociaciones se había conseguido un ahorro de prácticamente ocho millones de euros, por lo que “no entendemos mucho la cerrazón”, afirmó.
Los sindicatos creen que el empecinamiento del Gobierno de Esperanza Aguirre de que se reduzcan las retribuciones individualizadas de los empleados del metro de Madrid hay que entenderlo desde el plano político, es decir como un gesto más de “dureza” por parte del Ejecutivo regional. De hecho, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, pidió a los trabajadores un “ejercicio de responsabilidad” para que se solidaricen con el resto de los empleados públicos que han visto reducido su salario “algunos en un 5 por ciento, otros en menos y otros en más”.
"Parece de justicia que los empleados de Metro, como una empresa pública que es, sufran también una pequeña reducción, que no será del 5 por ciento, sino muy inferior. Será un ejercicio de ahorro para la sociedad Metro de Madrid, pero también de justicia para el resto de los trabajadores. Espero que acaben con los paros, que dejen las movilizaciones y que lleguemos a un acuerdo lo antes posible", aseguró.
Granados también cargó contra Comisiones Obreras calificando de “broma de mal gusto” la demanda por prevaricación que este sindicato está estudiando interponer contra la presidenta madrileña y su consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría, al entender que se fijaron unos servicios mínimos en la última huelga “ilegales sabiendo que lo eran”. En este sentido, CCOO se acoge a una sentencia de hace dos años del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que les da la razón.
Asensio también quiso poner en valor la voluntad que están teniendo los trabajadores para solucionar el conflicto. “Seguimos dando pasos” en ese sentido, aseguró, por ello han desconvocado el paro previsto para este mismo martes. El portavoz del Comité de huelga lamenta que la dirección de metro no acepte rebajar la partida de publicidad que asciende –según el diario Público- a 51 millones de euros y que ni siquiera haya sido “valorada” empecinándose en “tocar” solo los gastos en concepto de personal.
A ello precisamente se refirió este lunes el secretario general del PSM, Tomás Gómez, que calificó de “vergüenza” y de “tirar el dinero de los ciudadanos” ese derroche. “No hay ningún reparo para gastarse 51 millones de euros, que son más de 8.000 millones de pesetas”, resalto.
El número uno de los socialistas madrileños instó al Ejecutivo de Aguirre a resolver de una vez por todas el conflicto de Metro cumpliendo “estrictamente con la ley”, es decir sin extender la rebaja de sueldos del decreto aprobado por el Gobierno central a los trabajadores de la empresa pública. Gómez puso como ejemplo al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que “no ha querido buscar el conflicto” al no aplicar dicho decreto a los trabajadores de la EMT.
"Que se ponga el gobierno de la Comunidad de Madrid a hacer los deberes, a llegar a un acuerdo con las organizaciones sindicales y a ver si por fin este gobierno es capaz de resolver uno de los conflictos a los que se enfrenta porque es incapaz de resolver ningún conflicto. Si no saben, no pueden o no quieren... mire usted... esa es la responsabilidad de gobernar", afirmó.
