viernes. 29.03.2024

¿Explotará la 'olla a presión' griega?

El gobierno griego, que ha pedido activar un plan de ayuda de la Unión Europea (UE) y el FMI, se enfrenta a las presiones de Alemania para imponer un nuevo ajuste, a las críticas de la oposición y a la desconfianza de los mercados. Todo esto ha llevado las tasas de la deuda de este país a récords históricos.
> Merkel ayudará si hay un plan griego "creíble"
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 26.4.2010

Reflejando los temores de los mercados de que el plan se frustre por las exigencias alemanas, el rendimiento de los bonos de deuda griegos a 10 años han batido un nuevo récord, alcanzando el 9,385%. La subida de los títulos griegos ha arrastrado al alza a los de otros países de la zona euro altamente endeudados, empezando por los bonos a diez años de Portugal, que han llegado a 5,141% (frente 4,958% el viernes). Los bonos de España se negocian a 4,033% (3,890% al cierre del viernes) y los de Irlanda a 4,872% (frente a 4,777%).

El mercado expresa así su inquietud, pese a que el viernes Grecia pidió activar un plan de tres años consensuado por la UE, que incluye préstamos por 45.000 millones de euros (60.000 millones de dólares) en 2010. Los países de la Eurozona aportarían las dos terceras partes de esa suma, a una tasa del 5%, y el resto saldría de las arcas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pero antes de desbloquear la ayuda, Grecia está obligada a presentar un plan de ajuste presupuestario. El FMI, la UE y el Banco Central Europeo (BCE) negocian actualmente en Atenas con el gobierno socialista griego un plan de ahorros para 2011 y 2012. La aplicación del plan depende también de Alemania, que será el principal contribuyente con unos 8.400 millones de euros, pero que exige antes que nada que Grecia, uno de los 16 países de la zona euro, presente un programa de ajuste convincente. "Antes que nada, es necesario consolidar el presupuesto de Grecia" y asegurarse de que el gobierno cumple con sus "deberes" con "la aplicación y disciplina necesarias", ha afirmado el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, al llegar este lunes a Luxemburgo para participar en una reunión con sus homólogos de la UE.

La postura alemana causa preocupación en otros socios europeos. El ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, se ha mostrado "preocupado" por la "rigidez" demostrada por el gobierno de Angela Merkel frente a Grecia.

La ayuda a Grecia es apremiante, porque este país tiene que hacer frente a vencimientos por 8.500 millones de euros el 19 de mayo. La deuda pública de Grecia, de 300.000 millones de euros, representa el 115,1% de su Producto Interno Bruto (PIB) y su déficit presupuestario se sitúa en 13,6% del PIB.

Dentro de Grecia, la oposición de derechas, que hasta ahora guardaba un perfil bajo por estar acusada de haber disparado el déficit y la deuda pública cuando estaba en el poder, enseñó los dientes el domingo, aprovechando la impopularidad del FMI en el país. "El PASOK (Partido Socialista) miente cuando sostiene que se ha visto obligado a recurrir al FMI. No ha sido obligado, lo ha elegido", declaró el jefe de la oposición, Antonis Samaras. "El FMI impondrá nuevas medidas que ni nuestra economía ni nuestra sociedad pueden asumir", añadió Samaras, cuyo partido dejó el poder en octubre, al perder las elecciones.

El propio primer ministro, Giorgos Papandreou, dijo comprender que los griegos no quieran al FMI, aunque advirtió que los expertos del Fondo no se marcharían a base de "pedradas", sino cuando el país haya puesto en orden sus finanzas.

Desde que el viernes se anunció la solicitud de ayuda, manifestantes de extrema izquierda salieron a las calles con pancartas en las que se leía "FMI, go home". Y desde que el gobierno adoptó un plan de rigor fiscal a comienzos de año, los sindicatos han efectuado varias huelgas generales, manifestaciones y paros.

Este lunes, los barcos bajo bandera griega estaban bloqueados en el principal puerto del país, el Pireo, en una huelga contra la decisión del gobierno de abrir el sector a la competencia extranjera. El martes habrá una huelga de transporte público de seis horas en Atenas, en protesta contra los planes de ahorro del gobierno.

LAS RETICENCIAS DEL BUNDESBANK

El presidente del Bundesbank (Banco Central alemán) y miembro del consejo del Banco Central Europeo (BCE), Axel Weber, ha añadido más incertidumbre al futuro de la economía griega al cuestionar las ayudas del Fondo Monetario Internacional.

Los créditos para financiar deudas públicas en la propia moneda es "como mínimo, una interpretación muy amplia de las normas del FMI", ha indicado Weber en una entrevista concedida al diario 'Frankfurter Allgemeine Zeitung' (FAZ). "Es problemático cuando el FMI sea activo fuera de la financiación de déficit comerciales en moneda extranjera", ha señalado Weber, quien considera que "esto tiene una validez general, no sólo afecta al caso de Grecia. Tenemos que hablar sobre el enfoque del FMI y su mandato principal".

El FMI debe presentar de nuevo de manera clara sus tareas principales, que son la financiación comercial y la supervisión de prudencia macroeconómica, según el responsable del Bundesbank, para quien una ampliación del mandato del FMI no tiene sentido. Weber ha dicho que en el derecho comunitario no hay limitaciones para que los Estados miembro de la Unión Económica y Monetaria, como miembros del FMI, hagan uso de créditos del Fondo Monetario Internacional.



¿Explotará la 'olla a presión' griega?