martes. 19.03.2024
lola santillana
Lola Santillana, secretaria de Empleo de CCOO.

Lola Santillana entró en la Ejecutiva de CCOO en el último congreso confederal que aupó a Unai Sordo al frente del sindicato. Año y medio después está en primera línea del grueso de negociaciones para la recuperación de derechos laborales como secretaria de Empleo, Cualificación Profesional y Migraciones. La dirigente sindical ve avances y se muestra confiada en que salgan adelante buena parte de las reivindicaciones del sindicato y eso pese a la cerrazón de la patronal y la incertidumbre política en torno a la aprobación de los presupuestos y el posible adelanto electoral. Eso sí, se muestra prudente: “En el dialogo social cuando te pones en una mesa puedes llegar hasta donde puedas llegar”, afirma.


El crecimiento tan exponencial que ha ido teniendo la contratación a tiempo parcial y la descausalización de los contratos ha sido la marca España que se ha forjado en los años del PP

Nuevatribuna | Se empieza a hablar de la posibilidad de que no salgan aprobados los PGE e incluso de un adelanto electoral. En este nuevo escenario, ¿cómo queda el grueso de reformas en materia laboral y recuperación de derechos que recoge el acuerdo entre PSOE y Podemos? ¿Teméis que pueda quedar paralizado o se ralentice?

Lola Santillana | Hay que dar margen todavía. La casi extrema derecha en la que se ha convertido la derecha de este país debería tener un poco de mesura en sus mensajes. El debate político se está enturbiando mucho, lleva enturbiándose desde este verano.

Si, el debate está enconado, pero parecía que el Gobierno actual tenía cierto margen de maniobra. En el ámbito del diálogo social, ¿cuáles están siendo los principales escollos con los que se están encontrando los sindicatos con el tema de la reforma laboral?

El principal escollo es debido al enconamiento que está teniendo la CEOE. La CEOE no quiere negociar nada. Se sienta en la mesa, pero con el firme propósito de decir no a todo. Es más, a veces que parece que se puede avanzar, se descuelgan diciendo que no se ven reconocidos en los planteamientos. Pero además no tienen tampoco planteamientos ni argumentos de fondo que esgrimir. Por ejemplo, su oposición a la recuperación del subsidio para mayores de 52 años. Esto quedó cerrado en reuniones anteriores, pero la CEOE dijo que no podía, que ellos entendían que tenía que haber una modificación del marco general del sistema de protección y que, por lo tanto, algo tan pequeño como recuperar ese subsidio no lo veían. Lo que no saben es que hay muchos miles de personas mayores de 52 años que se han quedado sin cobertura por la reforma del PP y están en situaciones bastante dramáticas.

Aun así, va a salir adelante. Existe el compromiso del Gobierno, entiendo.

Sí, el subsidio puede salir a través de un real decreto que fue lo que propusimos nosotros desde el principio porque entendíamos que esto es una medida urgente. Hablo de ese tema como puedo hablar de modificaciones del Estatuto de los Trabajadores que partimos de posiciones muy diferenciadas en las que no hay acuerdo por parte de la CEOE. O lo que te comentaba, esta misma semana hemos dado un ok más o menos definitivo al plan de empleo joven en el que se lleva trabajando desde septiembre. Incluso ha habido reuniones técnicas en las que ha participado la CEOE y ahora vuelven a poner encima de la mesa posiciones maximalistas por las cuales dicen que como no ven recogidas sus propuestas, que se desmarcan. Lo deseable para la buena salud del diálogo social sería que saliera con el acuerdo de sindicatos, patronal y Gobierno. En este caso saldrá con el acuerdo del Gobierno y los sindicatos.

Y sobre el SMI, ¿subirá en enero de 2019? ¿También hay compromiso por parte del Gobierno aunque no se aprueben los PGE?

Esperamos que sí, que tenga los apoyos parlamentarios suficientes. En principio, el Gobierno ha dicho que siguen para adelante.

-¿Y cómo está la situación ante la reforma del Estatuto de los Trabajadores?

Hay avances, pero quedan por ver algunas cuestiones que se verán la próxima semana. Puede haber un principio de acuerdo en determinados temas. Quedaría el artículo 42 (subcontrataciones). De lo que hemos hablado tenemos posturas muy cercanas, exceptuando la CEOE, claro, que no quiere hacer nada. Todo son pegas. Puede que tengamos una sorpresa y después del relevo de Joan Rosell su actitud cambie. En declaraciones que ha hecho esta semana Antonio Garamendi ha dicho que su estrategia pasa por el diálogo con el Gobierno y con los interlocutores sociales, pero, a fecha de hoy, lo que tenemos en el horizonte es su absoluta oposición.

¿Qué os parece la propuesta del Gobierno sobre modalidades de contratación y el que solo existan tres tipos de contrato?

Hay que causalizar los contratos, es decir, que cada contrato se utilice para lo que se tiene que utilizar 

Se está diciendo que existen 40 tipos de contratos y eso no es cierto. Hay que ser es un poco serios y rigurosos y verlo en una mesa que aún no se ha visto. Se pueden hacer grandes anuncios, pero luego tenemos que aterrizar en la realidad y ver qué está pasando con los incentivos a la contratación, con las sanciones, o que no está pasando. Tenemos que causalizar de una vez el contrato de obra y servicio y entrar en modificaciones del contrato de formación para que efectivamente se convierta de nuevo en un contrato de formación y no en un contrato barato para los empresarios. Hay que causalizar los contratos, es decir, que cada contrato se utilice para lo que se tiene que utilizar. El problema es el uso abusivo en la contratación temporal que se ha producido y se sigue produciendo y el fraude en la contratación y en el abuso de los contratos a tiempo parcial que en los últimos dos años y pico se han convertido en la panacea de los empresarios que están precarizando, aun más, a los jóvenes.

Parece que hay algún avance en la lucha contra el fraude en la contratación tras la puesta en marcha del Plan Director.

Para CCOO, los resultados van a ser siempre pocos e insuficientes. Pero sí que es cierto que es un paso. Ahora se pone en marcha la segunda fase del plan. El crecimiento tan exponencial que ha ido teniendo la contratación a tiempo parcial y la descausalización de los contratos ha sido la marca España que se ha forjado en los años del PP.

Hablemos de la situación de la mujer en España. Todos los indicadores dibujan un panorama desolador. ¿A tu juicio, qué medidas de alcance, de urgencia, podrían adoptarse ya?

En los años de crisis, la invisibilización de los problemas de la mujer se hizo mucho más evidente. Lo que hizo el PP fue recortar y además donde más se necesitaba. Se recortó todo lo que eran recursos para la atención a la mujer víctima de violencia de género y en recursos de atención a las mujeres. Prevención, protección y atención a las mujeres, también en integración sociolaborales, deben ser fundamentales. Estamos reclamando un plan integral que tiene que afectar a varios ministerios. Pero ya de entrada, el subsidio para mayores de 52 años va a beneficiar a muchas mujeres. Sobre atención y protección a las víctimas de violencia machista, lo que requiere son recursos humanos, una dotación de recursos humanos. Recursos como el plan de empleo joven que lleva consigo, con un respaldo presupuestario de 2.000 millones de euros, la contratación por parte de las comunidades autónomas de 3.000 orientadores para las oficinas de empleo.

¿Qué otras medidas se incluyen en el plan de empleo joven?

Las garantías de la precariedad realmente estaban servidas para los jóvenes desde 2011

Es un plan que conlleva varios ejes, uno de orientación, de formación, otro de igualdad de oportunidades, otro de seguimiento… La medida de los orientadores fue una propuesta que CCOO hizo al anterior Gobierno pero que nunca se concretó. Otro aspecto que llevamos tiempo planteando es el estatuto del becario. Desde 2011 se han desregularizado las practicas no laborales, las becas y las prácticas extracurriculares y se ha creado un abanico con el que se utiliza a los jóvenes en vez de contratarles. Hay que recordar también que en 2012 y, posteriormente, en 2015, se hicieron modificaciones al contrato de formación ampliando la edad hasta 30 años e incluyendo además a aquellas personas que pudieran tener algún tipo de titulación. Con lo cual, las garantías de la precariedad realmente estaban servidas para los jóvenes desde 2011. Es realmente indignante cómo las ofertas de empleo piden personal con titulación, con idiomas, con disponibilidad horaria y van a cobrar ‘0’ euros porque lo que van a hacer realmente son las prácticas no laborales. Eso se introduce también en este plan que después tendremos que desarrollar pero que para CCOO es muy importante para intentar frenar la precariedad instalada en nuestro mercado de trabajo.

Volviendo al capítulo de prestaciones, además del subsidio para mayores de 52 años, ¿cuáles otras son urgentes?

Lo más urgente es que el próximo 4 de enero finaliza la ayuda del SEPE (el anterior PAE y PREPARA) y hay que empezar a ver ya qué es lo que lo va a sustituir. Esta ayuda estaba vinculada a que la tasa de paro en España no bajara del 15%, pero el acuerdo es rebajar el límite hasta el 12%. Hay casi 2 millones de personas paradas de larga duración que han ido agotando prestaciones, subsidios, que no encuentran empleo y a los que hay que seguir protegiendo.

La Formación Profesional es otro de los grandes asuntos que se han puesto encima de la mesa. A tu juicio, ¿cuáles deben ser los principales ejes de reforma del modelo?

Nos parece crucial dignificar la FP en sus dos subsistemas, tanto la educativa como la formación para el empleo. Ambos deben integrarse y aprovechar las sinergias que tienen ambos. No se trata de convertir el sistema de FP educativo ni en el del empleo en sistemas que se den la espalda. Hay instrumentos como el reconocimiento de competencias sobre el que se habían dado pasos importantes que pueden facilitar mucho que tengamos una FP mucho más digna. Me hace gracia escuchar a los empresarios ahora alzarse con la bandera de pedir más plazas en la FP, resulta muy curioso, porque al final siempre hay intereses económicos encubiertos y al fin y al cabo son ellos los que tienen que hacer las contrataciones y a lo que se dedican es a recibir chavales en prácticas, pero poco más, y si pueden recibir contraprestación económica, mejor. Es necesario que nos sentemos y que hablemos de forma tranquila porque tenemos que dignificar los dos sistemas y para eso hay recursos.

Aunque quede mucho camino por recorrer, ¿ves clara la voluntad de cambio?

En el dialogo social cuando te pones en una mesa puedes llegar hasta donde puedas llegar. La diferencia que yo veo ahora es que con el anterior gobierno parecía que lo único que valía era el número de veces que te reunías. Ahora podemos tener más o menos reuniones, pero lo importante es el contenido que hay, las posibilidades que hay de avanzar y de que haya acuerdos. Y sí, se va avanzando.

“La CEOE no quiere negociar nada, todo son pegas”