jueves. 25.04.2024
casa de correos

(Capítulos 50, 51 y 52)

50.-LAS OBRAS DE LA CASA DE CORREOS

El caso es que aquí, en plena Puerta del Sol, a dos pasos de su casa, Marquet acomete las obras de la Casa de Correos. Ya dije que el proyecto original para la Casa de Correos, anterior al de la Casa de Aduana, era obra de Ventura Rodríguez, 1756, en las postrimerías del reinado de Fernando VI. Se conserva el proyecto de Planta de 1760, con una entrada monumental y entradas en las otras fachadas.

Al llegar Carlos III al trono, Ventura Rodríguez es apartado de la dirección del proyecto. No sabemos bien cuáles son las causas de que el primer edificio monumental del reinado sea encargado a Marquet y no al arquitecto predilecto del rey, Sabatini, aunque no es descartable que el abundante trabajo del mismo o las influencias de Grimaldi, superintendente de correos en esos momentos, determinasen la elección del arquitecto francés, Marquet, que como sabemos se ocupaba de otras obras reales en la capital.

Marquet se muestra respetuoso con la utilización del solar rectangular y la alineación propuesta por su antecesor. Concibe una fachada horizontal, alargada, con el propósito de modificar la configuración urbana de la Puerta del Sol. El frontón triangular contribuye a mitigar la horizontalidad y a dividir la fachada, que presenta cinco ejes verticales. El cuerpo central y los de los extremos se realizan en piedra de Colmenar. Los dos intermedios, retranqueados, son de ladrillo, quedando la piedra reservada para enmarcar los vanos.

Sobre el zócalo de piedra se levantan tres pisos. El semisótano, la planta baja y el entresuelo configuran la primera planta, separada por una imposta de la planta superior. El mismo esquema se reproduce en las fachadas laterales, mientras que la posterior presenta un trazado más simple.

En el cuerpo central se abre la puerta principal, con arco de medio punto sobre el que se sitúa una cabeza de Hércules con piel de león. Sobre ella, en la planta superior, podéis ver un amplio  balcón corrido, con herrajes estilo Luis XV, sostenido con cuatro ménsulas con cabezas de león. Este es el balcón desde el que se proclamó la Segunda República. En el frontón triangular aparecen altorrelieves con leones, trofeos y el inevitable escudo real.

En el interior, la construcción de una crujía central, divide el patio rectangular porticado en dos y modifica su diseño funcional original, que pretendía convertirlo en lugar de encuentro y tránsito, motivo por el cual el proyecto de Ventura Rodríguez establecía otras dos grandes puertas, en el callejón de San Ricardo y en la calle de Carretas, por donde accederían los carruajes. Las escaleras principales del edificio se corresponderían con estas dos últimas entradas.

La crujía impide, además, la construcción de la gran escalera, obligando a desplazar la entrada posterior del callejón de San Ricardo hacia la calle de Carretas. La puerta a Carretas desaparece y termina por abrirse una puerta de carros que da a la calle del Correo.

El edificio, en su conjunto, se corresponde con el gusto francés y constituye uno de los mejores ejemplos del barroco clasicista de última hora, aplicado a un servicio público que los monarcas pretenden potenciar.

La torre del reloj fue levantada en el siglo XIX. Además de desnaturalizar el frontón del edificio, rompe la horizontalidad de la fachada y desestabiliza la estructura, hasta el punto de que las obras de restauración recientemente finalizadas, se debieron, en parte, a los daños que esta construcción producía sobre el edificio.

Lo más notable de esta torre y el motivo de su conservación es, sin duda, el reloj que alberga y la bola que, con su descenso, marca el nacimiento de cada nuevo año. No menos famosa que ésta, era la costumbre de celebrar la llegada de la fiesta de San Juan metiendo la cabeza en el inmenso pilón de la fuente que adornaba la Plaza, inaugurada en 1860, y cuyo gran surtidor podía alcanzar los treinta metros de altura. Quienes se atenían a esta costumbre se aseguraban buena suerte. No eran pocos los madrileños y los procedentes de pueblos cercanos, que concurrían a la cita.

El famoso reloj es obra de Ramón Losada, pastor analfabeto que emigró de su tierra, Astorga, y se instaló en la capital. Posteriormente marchó a Francia, donde alcanzó fama tanto por su buen hacer como relojero, e inventor de cronómetros, como por su reputación de intelectual liberal.

Sobre el edificio pesa la sombra de haber servido de sede a la Dirección General de Seguridad, símbolo de la represión policial durante la dictadura. Sus calabozos son bien conocidos por numerosos militantes antifranquistas, entre los que no faltaban aquellos que eran detenidos en las redadas anteriores al 1º de Mayo, para evitar que con sus manifestaciones y saltos callejeros, o con sus tortillas en la Casa de Campo, ensombrecieran las demostraciones del Santiago Bernabeu.

El tiempo no pasa en balde, casi nunca, y nada nos impide soñar que un 1º de Mayo, algún Presidente de la Comunidad de Madrid salude desde este balcón la llegada a la Puerta del Sol de la marcha de los trabajadores y trabajadoras madrileños.

51.- LA CASA DE POSTAS

Real Casa de Postas in Madrid (Spain), at Plaza de Pontejos (square) in Centro district. Building from 1800.

En la parte posterior de la Casa de Correos se encuentra otro edificio íntimamente vinculado con la misma. La necesidad de ampliar los servicios postales, albergando carruajes y caballerías, determinó que se proyectara utilizar el espacio que quedaba en la manzana 205, para construir la Casa de Postas, que es iniciada en 1795 por Juan Pedro Arnal.

El reto de enfrentarse a un solar trapezoidal, bastante irregular, rodeado de callejuelas y desnivelado, es resuelto por Arnal construyendo un edificio de dos plantas, sobre un basamento almohadillado, que se encuentra casi soterrado en la zona Sur.

Las plantas presentan una estructura de fachada plana y están separadas por una banda que circunda el edificio. Los huecos son adintelados, con molduras que contribuyen a realzarlos. La portada aprovecha que la Casa de Correos se retranquea en este punto, para potenciar la visión del edificio de Postas desde la Puerta del Sol.

Siguiendo una concepción clásica, la portada nos muestra dos grandes columnas jónicas, con capitel similar al utilizado por Miguel Ángel en el Campodoglio romano y por Sabatini en la Puerta de Alcalá. La portada, originariamente, estaba presidida por las armas reales de Carlos IV.

La Casa de Postas ha pasado por diversos avatares, que se inician con su conversión en cuartel de la Guardia Principal a mediados del siglo pasado. Desde entonces sus destinos han sido militares o policiales, con lo cual el deterioro del proyecto original ha sido constante. No sólo se elevó una planta, sino que el patio ha sido ocupado y habilitado para dependencias, mientras que la estructura interior ha sufrido modificaciones que impiden en estos momentos reconocer el diseño original de Juan Pedro Arnal.

52.- LAS TRANSFORMACIONES DE LA PUERTA DEL SOL

Durante el siglo XIX, Madrid pasa de tener unos 170.000 habitantes en 1800 a más de 500.000 a finales de la centuria. La industrialización y el ferrocarril, junto al atractivo de la capitalidad, son una fuente inagotable de procesos migratorios.

La cerca levantada durante el reinado de Felipe IV seguía hacinando en su interior la mayoría de la población, mal alimentada, sometida a todo tipo de enfermedades y hambrunas, con altas tasas de mortalidad. La vivienda es cara, pequeña, carente de servicios para sus moradores y no digamos nada de los casi inexistentes servicios públicos. En el subsuelo existen unos tres mil pozos negros, mientras numerosos vecinos defecan con frecuencia en los portales y orinan en la calle.

La Puerta del Sol, a principios de ese siglo, es ya el centro de la villa. En ella siguen alzándose casas, junto a las iglesias de San Felipe, el Buen Suceso y la Victoria. La Casa de Correos ha contribuido a  modificar en parte su estructura pero, como encrucijada de calles, sigue sin encontrar una solución urbanística adecuada. El mentidero de San Felipe, la fuente del Buen Suceso, las tiendas de los bajos y las covachuelas, el trasiego de la Casa de Correos generan una dinámica que desborda las posibilidades de la Plaza, situación que se agudiza en momentos festivos o celebraciones religiosas.

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El Madrid del Primero de Mayo de Francisco Javier López. Capítulos publicados

Presentación: Madrid Patrimonio por entregas

La Puerta del Sol, centro de la villa