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@Montagut5 | A finales de los años veinte se constituyó en Buenos Aires la Guilda de Amigos del Libro, con el fin de publicar una serie de obras de Max Nettlau, desconocidas en castellano, concluir la edición de las de Bakunin, que se había iniciado por La Protesta, reeditar algunas obras de pensadores anarquistas agotadas o publicadas parcialmente, etc. Recordemos que Nettlau fue uno de los más destacados historiadores del anarquismo, además de ser un ideólogo del mismo.
A la altura del verano de 1929 la asociación contaba con cotizantes en Argentina y en otros países de habla española, pero considerando la importancia del libro para la difusión de las ideas anarquistas, la Guilda buscaba darse más a conocer, de ahí que se insertaran parte de sus estatutos y plan de trabajo, como hizo La Revista Blanca en su número del 15 de julio de 1929.
La Guilda fomentaría por todos los medios la cooperación y el acrecentamiento intelectual de sus miembros con el fin de crear una corriente de pensamiento libre y de superación intelectual
La Guilda tenía, principalmente, como propósitos estimular la cooperación material e intelectual en torno a la edición y difusión de los buenos libros, excluyendo el interés comercial de la industria editorial porque se había convertido en un puro negocio cuando debía tener como misión una obra “puramente cultural”. Además, debía servir de vehículo al pensamiento libre y contribuir a la superación intelectual de los pueblos. Por otro lado, la Guilda pretendía facilitar a sus miembros la adquisición de los libros a precios reducidos y mediante cuotas mensuales apropiadas a las necesidades y posibilidades de cada uno.
Se empezaría por el momento con la edición de las obras de Nettlau, de Bakunin y la realización del programa editorial de la Editorial La Protesta, como hemos señalado al comienzo de esta pieza.
Para conseguir todo esto se mantendrían relaciones estrechas con los organismos “de acción emancipadora” La Protesta y la Federación Obrera Regional Argentina.
Podrían ser miembros todas las personas que estuvieran de acuerdo con los propósitos perseguidos, las instituciones culturales como bibliotecas, sindicatos obreros y cuantos organismos que tuvieran como finalidad el esfuerzo en favor de la emancipación humana. La Guilda fomentaría por todos los medios la cooperación y el acrecentamiento intelectual de sus miembros con el fin de crear una corriente de pensamiento libre y de superación intelectual.
La Guilda se subdividía en secciones. Por el momento:
I. Historia social, biografía, memorias.
II. Literatura social.
III. Problemas actuales.
Con el tiempo se podrían formar otras disciplinas científicas y literarias.
