viernes. 19.04.2024
Franco

@Montagut5 | Los procesos de depuración en las Administraciones en todos los niveles, Colegios profesionales y otras instituciones y organismos en la época franquista al terminar la Guerra Civil, supusieron uno de los pilares de la represión, y siguen sin ser muy conocidos por parte del público en general, a pesar de que existe ya una bibliografía muy extensa sobre las depuraciones, especialmente de docentes y funcionarios.

Para esta pieza nos hemos fijado en las declaraciones juradas que tenían que prestar los abogados en los expedientes de depuración ante la Comisión Depuradora del Colegio. En el expediente se incluían, además, las peticiones de informes a los testigos presentados y a los servicios de información de Falange, algunos de estos informes, declaraciones de testigos, y documentación que aportaba el colegiado. Pero, insistimos, aquí nos interesa lo que se preguntaba. Creemos que es importante dar a conocer este aspecto porque aporta información acerca de la naturaleza del carácter represivo del régimen.

Los procesos de depuración en las Administraciones en todos los niveles, supusieron uno de los pilares de la represión y siguen sin ser muy conocidos por parte del público en general

Los colegiados debían responder a un interrogatorio que comenzaba con los datos personales de nombre, apellidos y domicilio.

A continuación, se preguntaba al abogado sobre su situación el 18 de julio de 1936 en relación con el Colegio, y si estaba dado de alta en el ejercicio profesional, así como el cargo que pudiera haber desempeñado en ese momento.

Después el abogado debía informar si había prestado adhesión al Movimiento Nacional, con fecha y forma en que lo había efectuado. La tercera pregunta tenía que ver sobre si había prestado adhesión al “Gobierno marxista”, que era como se interpretaba el carácter de los Gobiernos de la República, obviando la diversidad ideológica de los mismos. En esta misma pregunta se incluía a los Gobiernos autonómicos o a otras “Autoridades rojas” con posterioridad al 18 de julio, con fecha y circunstancias, es decir, se quería saber si se había sido leal a la República una vez comenzada la Guerra.

En estrecha relación con esta pregunta estaba la cuarta, relativa a informar sobre los servicios prestados desde el 18 de julio de 1936, con indicación de los destinos, tanto en el Colegio como en otros Cuerpos, y los ascensos que hubiera podido obtener, con explicación de las circunstancias que hubieran concurrido y causas de las vacantes.

La quinta cuestión se refería también a los servicios, pero, en este caso, a favor del Movimiento Nacional, con tiempos y motivaciones.

A continuación, el interrogatorio se refería a si se había ejercido la profesión durante “la dominación roja”, ante que tribunales y en que clases de asuntos.

La pregunta séptima buscaba conocer los ingresos obtenidos durante la Guerra. La siguiente cuestión debía completar la información económica, ya que se interrogaba sobre los medios económicos de los que el abogado había vivido en esa misma época, así como su procedencia.

La pregunta novena era importante y larga, ya que se interrogaba sobre los partidos políticos y sindicatos en los que se hubiera podido militar, con datos concretos de fechas de altas y bajas, así como sobre cotizaciones voluntarias o forzosas a favor de estas organizaciones, al Gobierno, al Socorro Rojo, a la asociación de Amigos de Rusia o a entidades análogas.

La masonería tenía su pregunta específica en la cuestión diez porque se quería saber si se había pertenecido o se pertenecía a la misma, con grado alcanzado y posibles cargos ejercidos.

El interrogatorio también pretendía sacar información sobre otras posibles personas a represaliar (…), se preguntaba sobre nombres de personas destacadas como izquierdistas

Además, se solicitaba información sobre si se había residido en el extranjero o en población "dominada por el enemigo”, si el colegiado había hecho tentativas de salir, y si había conseguido auxilios y de quien.

El interrogatorio también pretendía sacar información sobre otras posibles personas a represaliar porque en la cuestión doce se preguntaba sobre nombres de personas destacadas como izquierdistas del departamento y oficinas donde se hubiera estado o se estaba en ese momento y también de fuera. Así pues, el colegiado tenía la posibilidad de convertirse en delator

En la pregunta trece se interrogaba sobre si se había pertenecido a algún Batallón de Milicianos, o a un servicio especial de incautación, o a Tribunales u otros de persecución a “elementos de derecha”.

En el primer franquismo los avales de personas de reconocida adhesión al nuevo régimen eran muy importantes. Por ello se solicitaba al abogado que aportara al menos dos nombres que confirmasen sus manifestaciones.

Y, por fin, había que presentar pruebas documentales de todo tipo de lo que se había contestado, como pasaportes, certificados, cartas, carnets, etc.).

Hemos consultado la página del Archivo Histórico de expedientes de depuración de colegiados del Patrimonio documental del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, en su portal digital.

¿Qué se preguntaba a un abogado en un expediente de depuración?