jueves. 25.04.2024

Poesía |  JESÚS CÁRDENAS 

es tiempo es la sexta entrega de Alfonso Brezmes. Tras La noche tatuadaDon de lenguasUltramorVicios ocultos Sed, además dos antologías bilingües. Una producción tan sugestiva como decantada.

Al poeta madrileño le interesa que la poesía llegue. Otra cosa será que el lector que no permanezca atento se le escape o difumine el mensaje. Debe estar atento, pues, a los misterios que se ocultan en la hondura de sus palabras. Se recomienda una lectura atenta para no perderse ningún elemento de disfrute. Y aquí hallamos varios.

Alfonso Brezmes

Este libro, hermosamente publicado por La Garúa, contiene los motivos a los que Brezmes nos tiene acostumbrados, aunque sin caer en repeticiones. Reconocemos al poeta madrileño por el acto de explorar la poesía, en esa labor interviene con cautela y libremente logrando poemas de asombrosa y contundente belleza. En es tiempo, la línea temporal, cuyo sentido cabría interpretar como una preocupación del instante en que vive y escribe (cruce de actos que se unifican), además de la interrogación del devenir que ocuparán sus poemas.

El volumen se estructura en tres secciones («Lo que sobra», «Lo que falta» y «Lo que hay»), que fluyen y se comunican entre sí, con que, quizá sea lo menos apreciado su estructuración. Lo importante es que todo el conjunto mantiene una cohesión temática y estilística sobresaliente. Como curiosidad y seña de identidad, nombremos las breves composiciones sin titular, con apariencia de deshiladas, que coloca Brezmes cada tres o cuatro poemas, incluso tras el índice: «en el mar sin mar del poema / No pudimos ver nuestras caras. // Yo ya volvía, tú ya te marchabas». 

En cuanto a la extensión de las secciones, están colocadas de mayor a menor, como si el poeta nos cantase hasta lo esencial. El título, extraído de un poema de Paul Celan, tiene su correspondencia, su homónimo, en la penúltima composición: «Que el poema sea una lengua / para los labios de la herida […] Ya se ha callado todo / lo que tenía que callarse». Estos versos podrían conectarse por el tema y el tono tratado con muchos otros. Esta sería una posibilidad: «La verdadera ley no precisa ser escrita. / El verdadero poema, / tampoco».

En este libro tan lírico como reflexivo, habría que citar el poema «Libro de familia», en el que con naturalidad y ternura el círculo se cierra o se abre según se lea

Al explorar en la poesía, en su condición de poeta, Brezmes siempre halla la vida. Así en la conclusión del magnífico «Nunca todo»: «ahora que ya sé que esta vida / no se puede ver mientras se vive, / que cuando consigues verla al fin / ya solamente puedes escribirlo». No le hace falta demasiado espacio al poeta para desarrollar su condición de viajero por distintas estructuras poemáticas, sugiriendo imágenes (no conceptos), entre Eliot y Cernuda, entre Rimbaud y Milosz; ecos que resuenan sin apagar la voz de nuestro autor. Al sujeto poético le interesa un todo concentrado, como se lee en «La tarea»: «Dadme un solo instante / con sus infinita abundancia / y os cerraré los ojos / para que podáis ver».

Tres rasgos singularizan el discurso poético de Brezmes: el primero puede deducirse ya desde los versos citados, en los que se comprueba su hábil dedicación al mantenimiento del ritmo, y al cual supedita varios recursos de repetición (repetición léxica, anáfora, paralelismos…), perfectamente ejemplificado en poemas como «El pozo» o «Actos de fe»; el segundo, con el fin de mostrarnos una realidad-ficción lo más completa posible, se emplea a fondo en oponer ideas y términos, otra destreza técnica lograda mediante recursos de oposición (paradojas, antítesis…): «Leo para encontrar la respuesta a una pregunta / incontestable. / Escribo para añadirle a esa pregunta, si es posible, / algo más de oscuridad»; por último, la cualidad de la auténtica poesía vertida en un decir que dice más por cuanto calla. El poeta nos descubre su proceso de trabajo minucioso y nos invita a profundizar, no quedarnos en la piel de las palabras; solo así se nos revelará la poesía: «Hay aquí un poema oculto / hecho a partir de mis renuncias, / y probablemente es mejor». 

Para terminar y volviendo al sentido que imprime Brezmes en este libro tan lírico como reflexivo, habría que citar el poema «Libro de familia», en el que con naturalidad y ternura el círculo se cierra o se abre según se lea, de donde emerge la perspectiva con la que se vive y se recuerda y se escribe: «Tú en ese viejo álbum con polvo, / y yo aquí, ya lo ves, intentando / sin mucha fortuna / hacer de mi vida un poema».

es tiempo. Alfonso Breznes. La Garúa. Sta. Coloma Gramanet. Barcelona, 2022. COMPRA ONLINE
 


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JESÚS CÁRDENAS es poeta, crítico literario y profesor.

Explorar la poesía | Sobre «es tiempo», de Alfonso Brezmes