sábado. 27.04.2024

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Me gustan las películas de época, siempre que todo funcione y no te distraigan los fallos de una puesta en escena mejorable. La idea del guion de “Gloria” tiene cierta gracia. En los aledaños de Venecia hay un orfanato donde una orquesta femenina despliega sus talentos. Como la música está por todas partes, el oído de una cruda se cultiva espontáneamente y hace gala de gran virtuosismo para tocar cualquier instrumento e incluso componer.

Se diría que se nos presentaba el duelo filmado por Milis Forman en “Amadeus”, pero salvadas todas las distancias. El otrora famoso Salieri es el párroco de la escolanía y el genio de Mozart corresponde a un grupo femenino desconocido. Aún cuando estamos en los albores del Siglo XIX, la escenografía nos recuerda un poco al ambiente que se asocia con Vivaldi y las escolanías venecianas.

Película de época. Dan ganas de volver a Venecia para disfrutar de los conciertos que se ofrecen sus innumerables iglesias

Lo malo es que hay muchos personajes mal definidos y el hilo narrativo hace aguas en un momento dado, como si no hubiese nadie al timón y la nave no supiera llegar a buen puerto. Es una lástima que se malogre un planteamiento cuyos primeros compases eran bastante prometedores. El conjunto se resiente y cuesta recordar los aciertos iniciales. Da la impresión de que hubieran entrado las prisas y el rodaje tenía que finalizar como fuere con un calendario inflexible.

Un tema bonito que merecía otra suerte. La película nos recuerda, eso sí, cuántas composiciones condenadas al anonimato podrían ir descubriéndose, para no quedar inauditas. Dan ganas de volver a Venecia para disfrutar de los conciertos que se ofrecen sus innumerables iglesias.

‘Gloria’, música femenina con escenografía de Vivaldi