viernes. 03.05.2024

El escándalo, 200 años después

SUSANA IVÁN
La historia imaginada por Heinrich von Kleist cuenta con la fuerza suficiente como para atraer al público. (...) Habla sobre la rebeldía, la culpa, el amor o el perdón en un texto que aunque fue escrito hace 200 años aún hoy sigue sorprendiendo y trasgrediendo las normas sociales.
NUEVATRIBUNA.ES - 16.11.2009

Existe una expresión en el mundo escénico que se usa cuando una compañía pasea un montaje por las provincias. Durante mucho tiempo, además, “Ir de bolos” implicaba abandonar la capital de turno en la que se hubiera hecho una temporada, completa o no, y emprender este periplo por zonas más alejadas de nuestra geografía. Sin embargo a veces hay excepciones, y las obras no se estrenan en las ciudades habituales (Madrid y Barcelona), sino que, al contrario, primero inician una gira por otros teatros españoles hasta que recalan en una gran ciudad. Esta práctica no sólo permite al elenco llegar con mayor aplomo a su estreno en estas importantes plazas, sino que también dan la oportunidad de disfrutar antes que nadie de estos espectáculos, consiguiendo así que los teatros de provincia no queden relegados a un segundo plano.

Éste es el caso de una obra que esta semana se estrena en Madrid, “La Marquesa de O”, del alemán Heinrich von Kleist. Estrenada a principios de mes en el Teatro Principal de Zaragoza, tras su paso por la ciudad aragonesa de Huesca llega ahora al Teatro de Bellas Artes de la capital. Con versión de Emilio Hernández y dirección de Magüi Mira, tiene el atractivo añadido de ser el debut sobre las tablas de Amaia Salamanca, joven actriz conocida por su papel en la serie “Sin tetas no hay paraíso”. Junto a ella, dos grandes de la interpretación: Juan José Otegui y Tina Sáinz. Un quinteto de excepción que sólo con su presencia dan fe de la calidad del proyecto.

Y es que Amaia Salamanca no podía haberse rodeado mejor para su estreno teatral. Hernández, director del Festival de Almagro desde 2005, ha sido también adjunto a la Dirección del Centro Dramático Nacional, director del Centro Andaluz de Teatro y miembro directivo de la Convención Teatral Europea, entre otros muchos cargos, además de ser un premiado director escénico responsable de montajes como “Romeo x Julieta” (la versión de Antonio Onetti de la obra de William Shakespeare) o “La pasión según Don Quijote”. Magüi Mira, por su parte, ha trabajado durante 25 años sobre las tablas, interpretando textos de Shakespeare, Calderón, Lope de Vega, Lorca, Darío Fo, Mihura, Valle Inclán, Strindberg, Joyce, Albee, Alberti, Millás, Molina Foix o Bergman bajo la dirección de grandes nombres como Lluis Pascual, Alonso de Santos, Miguel Narros, William Leyton, Pilar Miró, Jaime Chavarri o el mismo Emilio Hernández. Tina Sáinz debutó como actriz en el año 1963, y desde no entonces no ha parado de compaginar todas las plataformas posibles. Ha hecho cine, teatro y televisión, brillando con luz propia en cada una de sus apariciones. Juan José Otegui debutó también en la década de los 60 (1961 exactamente), aunque su experiencia profesional se circunscribe casi exclusivamente (con importantes excepciones como “Belle Epoque” o “La Regenta”) al teatro.

Con estos currículos como presentación nadie podría dudar de que el montaje de “La Marquesa de O” iba a convertirse en un imprescindible de esta temporada teatral 2009/2010 que hace poco comenzó. Pero es que además, la historia imaginada por Heinrich von Kleist cuenta con la fuerza suficiente como para atraer al público sin necesidad de grandes nombres tras ella. La obra cuenta la historia de la Marquesa de O, una mujer joven y viuda, de clase alta y educada en la espiritualidad, la lectura y la escritura, que un día “descubre” que está embarazada y no sabe como ha llegado a ese estado. Repudiada por la sociedad, castigada y abandonada por su propia familia, la joven Julieta decide buscar al padre de una forma nada convencional: mediante un anuncio en los periódicos. Con este planteamiento el autor habla sobre la rebeldía, la culpa, el amor o el perdón en un texto que aunque fue escrito hace 200 años aún hoy sigue sorprendiendo y trasgrediendo las normas sociales.

El escándalo, 200 años después