lunes. 29.04.2024

Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Aunque hoy en día cuesta encontrar a alguien que recuerde sus aventuras, lo cierto es que Hop Harrigan fue un héroe muy popular durante la Segunda Guerra Mundial, llegando a protagonizar varias películas y series de televisión. Este personaje de DC, creado por Jon Blummer, tuvo su primera aparición en 1939 en la revista All American Comics y destacaba por ser un experto aviador que siempre lograba salir airoso y vivía exóticas aventuras por todo el mundo. Lo más curioso es que su mayor enemigo llegó desde su propia editorial, ya que un año antes había nacido Superman (1938), quien poco a poco obtuvo toda la fama mientras Hop Harrigan era olvidado hasta su desaparición.

Una obra que no solo reflexiona sobre los héroes perdidos, sino sobre el mismo valor de nuestra memoria y nuestra esencia

Esta temática de olvido y memoria se manifiesta de manera destacada en el cómic Superman: La Orden de la Lámpara Negra, publicado por ECC. Una obra en la que el guionista Christopher Cantwell y el dibujante Javier Rodríguez unen su talento para contarnos una historia con mucha más profundidad e implicaciones filosóficas de lo que cabría esperar en un cómic de 46 páginas. Esta versión, que ECC publica ahora en un solo tomo de tapa dura, se lanzó originalmente en Estados Unidos dividida en tres partes como parte de la cabecera contenedora ‘The Brave and the Bold’, en su versión de 2023.

Sin entrar en demasiados destripes, la obra nos cuenta cómo Clark Kent recibe por correo un misterioso anillo que oculta un mensaje codificado en el que alguien le pide ayuda, lo cual podría ser una noticia interesante para revitalizar el éxito del Daily Planet. Pronto descubriremos que se trata de una llamada de auxilio de Hop Harrigan, famoso héroe desaparecido hace muchos años y actualmente en paradero desconocido.

Una obra inteligente, con un dibujo clásico y dinámico que tiene cierto aroma de nostalgia y que acaba definiendo un cómic muy reflexivo

Con este interesante punto de partida, Superman: La Orden de la Lámpara Negra realiza un viaje por la memoria para acabar siendo un bonito homenaje a la figura de Hop Harrigan. Se trata de un cómic muy corto que se percibe como un auténtico delicatessen para los seguidores del universo DC y que se articula como una historia clásica de aventuras en la que también se pueden disfrutar las peripecias de Superman. Así lo expresa también Javier Rodríguez, dibujante del cómic, quien al final de la historia firma un posfacio en el que dice que se enorgullece de su trabajo, explicando que sintió escalofríos al dibujar a Superman, ya que formaba parte de sus recuerdos y esencia misma, añadiendo que "Chris Cantwell propone en este cómic algo maravilloso por simple pero complejo a la vez. Que algo existe porque lo recordamos. Porque lo tenemos ahí grabado. Pero, ¿y si pudiera ser borrado?

Esta idea sobre el recuerdo y el olvido es sin duda el motor de Superman: La Orden de la Lámpara Negra. Una obra inteligente, con un dibujo clásico y dinámico que tiene cierto aroma de nostalgia y que acaba definiendo un cómic muy reflexivo que se puede leer en poco más de una hora, pero que tiene un poso mucho mayor. Y es que Christopher Cantwell y Javier Rodríguez han creado una obra que no solo reflexiona sobre los héroes perdidos, sino sobre el mismo valor de nuestra memoria y nuestra esencia. El eterno dilema de ser o no ser, de recordar u olvidar bajo las aventuras de Superman. El mensaje final que queda impreso es que solo vivimos mientras somos recordados, una obra que debería formar parte de las bibliotecas de aquellos que deseen explorar la verdadera naturaleza de sus superhéroes favoritos.

 

Superman: la orden de la lámpara negra