viernes. 29.03.2024
 

Después de escribir sobre Harriet Hardy Taylor MillMary Paley Marshall, Harriet Martineau Millicent Garrett Fawcett, mujeres representativas del pensamiento clásico y liberal de la economía en el siglo XIX vamos a centrarnos en tres autoras más vinculadas a las posiciones del movimiento obrero y de las escuelas progresistas: Beatrice Webb, Clara Elizabet Collet y Rosa Luxemburgo.

Empezaremos por Beatrice Webb,(1858-1943) economista y socióloga inglesa cuyo nombre aparece siempre vinculado, como una pareja inseparable, al de su marido Sidney Webb, si bien antes de conocerse, Beatrice ya había escrito libros e investigaciones de gran altura científica.

Nació el 2 de enero de 1858 en Standish House, cerca de Gloucester, en el suroeste de Inglaterra. Hija de un empresario industrial y una mujer educada en la tradición utilitarista, se la considera una de las teóricas fundamentales del Estado de Bienestar que se implantó en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Participó de forma activa en las reformas sociales de las primeras décadas del siglo XX, impulsó el cooperativismo, reformas educativas  y  leyes a favor de los trabajadores.

De formación autodidacta, se vio muy influida por autores como Auguste Comte y Herbert Spencer. Fue fundadora de la London School of Economics, institución de gran vigor hasta el presente, dedicada a la educación de economistas críticos, que ha tenido un papel relevante en el desarrollo y la autonomía de la Economía como disciplina independiente. En la actualidad es una universidad pública especializada en Ciencias Sociales.

En su juventud centró sus trabajos en el movimiento sindical (sector textil, los muelles de Londres, la organización de los trabajadores) y sobre todo en el movimiento cooperativo que culminó en 1891 con la publicación de El movimiento cooperativo en Gran Bretaña. Llegó a considerar que las cooperativas podían suplantar al empresario capitalista en una sociedad basada en industrias autogestionadas. Consideraba las cooperativas una asociación democrática más en la consecución de una democracia industrial. Esta posición sobre el movimiento cooperativo era compartida por otro de los grandes economistas británicos de la época Léon Walras.

A finales de la década de los ochenta estudió economía política y publicó “La historia de la economía inglesa” y “La teoría económica de Karl Marx”. Este último libro en el que Beatrice rechazaba la teoría del valor trabajo de Marx, del valor de cambio y de la plusvalía supuso un hito importante en la escasa influencia del marxismo en el Partido Laborista británico en cuya fundación tanto los Web como la Sociedad Fabiana fueron decisivos.

web-6bbDespués de su matrimonio con Sidney Web, ambos se volcaron en una tarea conjunta de elaboración de estudios y propuestas sobre el movimiento reformista. Su primer libro conjunto fue La historia del sindicalismo en 1894 sobre el nacimiento y desarrollo de los sindicatos desde 1666 y el segundo Democracia Industrial  en 1897 referido a la estructura, funcionamiento y papel de los sindicatos en la sociedad que consideraban iban a ser decisivos en los estados democráticos. Igualmente avanzaban  la propuesta de un ingreso mínimo nacional por ley para todos los ciudadanos que garantizase educación, sanidad, ocio y salario.

Su adscripción al socialismo, fruto de su conocimiento del movimiento obrero y del funcionamiento interno de las fábricas, la llevó a la conclusión de considerar la explotación laboral como consecuencia lógica de la actuación incontrolada de la libre competencia. Conseguir el bien común y la eliminación de los privilegios de clase sólo se podía lograr con una participación importante de los poderes públicos.

Cuando Beatrice conoce  la Sociedad Fabiana ya se declaraba abiertamente socialista. Escribe en su diario el 15 de febrero de 1890 “solamente bajo la propiedad colectiva de los medios de producción podía llegarse a la forma más perfecta de desarrollo individual, al mayor estímulo del esfuerzo individual;en otras palabras el completo socialismo era lo único consistente con el individualismo absoluto”.

No entraré a profundizar en las teorías fundamentales de la Sociedad Fabiana, sólo indicar que abogaban por reformas sociales graduales y tranquilas en una actitud claramente pragmática. Schumpeter en su libro Capitalismo, socialismo y democracia resume su actitud diciendo que “eran el tipo de socialistas que creían en el éxito productivo del capitalismo, aunque deplorasen sus destructivos resultados entre los más desfavorecidos”.

Beatrice-and-Sidney-Webb-c1923-at-Passfield-Corner.-IMAGELIBRARY1349.-LSEbbbPosteriormente Beatrice se volcó en la actividad política y parlamentaria a través del Partido Laborista participando en la elaboración de la Ley de Educación, Leyes de pobres, Libro blanco sobre la Seguridad Social que garantizase el cuidado de la persona desde la cuna hasta la tumba, las pensiones para la jubilación, programas contra el desempleo y a favor de la sanidad pública.

En los primeros años de la revolución rusa tanto Beatrice como Sidney se mostraron claramente contrarios a la misma y consideraban que no saldría adelante. Sin embargo a partir de 1931 que los laboristas fueron desbancados del poder en Inglaterra perdieron la confianza en los cambios graduales. Después de un viaje a la Unión Soviética invitados por Stalin volvieron impresionados de los avances en educación, sanidad e igualdad entre hombres y mujeres  y aunque deploraban la falta de libertades democráticas  escribieron en 1935 Comunismo soviético ¿Una nueva civilización? en el que defendían que el sistema de producción planificada se extendería por todo el mundo y ya en 1942 durante la Segunda Guerra Mundial publicaron su último libro La verdad sobre la Unión Soviética.

Un año después en 1943 falleció Beatrice y sus posiciones favorables a los logros soviéticos fueron el origen de los enfrentamiento internos en la Sociedad Fabiana que les llevaron a perder su papel decisivo del que habían gozado en las primeras décadas del siglo XX  en la izquierda británica y el Partido Laborista

Los hechos más remarcables de la vida de Beatrice a nivel profesional y personal se encuentran en dos obras autobiográficas: My Apprenticeship (1926) y Our Partnership (1948).

Autora de una obra ingente (55 libros en solitario y 29 conjuntamente con su marido) la aportación de Beatrice Webb a la economía aplicada, la sociología y el estado de bienestar la hace acreedora de un lugar privilegiado entre todos los economistas sin distinción de género.

Referencias bibliográficas:

Para un mayor conocimiento de la vida y obra de la autora. Beatrice Webb y el socialismo fabiano. José Luis Ramos Gorostiza. Mujeres Economistas. (Páginas 197-229) Luis Perdices de Blas y Elena Gallego Abaroa (coordinadores). Ecobook 2007.

Para una bibliografía completa. “A bibliografhy of female economic thought up to 1940” Kirsten K. Madden, Janet A. Seiz and Michèle Pujol Routledge 2004.  (páginas 490-494)


Otras mujeres economistas


Beatrice Webb, economista e impulsora de reformas sociales y educativas