miércoles. 24.04.2024
Millicent Fawcett (1847-1929).Estatua en la plaza del Parlamento británico. Primera efigie de una mujer en ese espacio público. Abril 2018

Principalmente conocida como líder del movimiento a favor del voto de la mujer Millicent Garrett Fawcett escribió catorce libros de economía, de los cuales sólo ocho iban firmados por ella. Basados en las teorías expuestas por Jhon Stuart Mill  en sus Principios de Economía Política, se casó a los 19 años con Henry Fawcett, catedrático de Economía en Cambridge  y diputado liberal que era ciego, por lo que ella, como cuenta en sus memorias, Wat I Remenber (1924) se convirtió en “los ojos y las manos” de su marido. Con posiciones más ortodoxamente liberales que Mill, rechazaba cualquier intervención en la economía por parte del Estado. Antes, ya había publicado Political Economy of Beginners,(1870) un texto introductorio de economía para adolescentes que constituyó un éxito editorial.

Millicent Garrett Fawcett se dirige en Hyde Park el 26 de Julio de 1913 a aproximadamente 50,000 personas, la mayoría mujeres, en un mitin por el derecho al voto

En el primero de los Essays publicado en 1872 Millicent se pronuncia en contra de cualquier servicio público gratuito. En concreto rechaza la educación gratuita, argumentando que supondrá un aumento de la carga fiscal obligando a los más pobres a pagar más impuestos , perjudicando a los solteros y a los que no tienen hijos. En su segundo Ensayo se opone al endeudamiento por parte de los gobiernos y contra la venta de deuda pública como medio de financiación. Para ello utiliza las tesis de Ricardo que considera cualquier endeudamiento público a largo plazo como una pesada carga para las generaciones posteriores. Asimismo considera que la deuda pública absorbe capital que podría ser invertido de forma más productiva por el sector privado.

En 1874 publicó otro libro, Tales in Political Economy, una recopilación de cuentos ilustrativos de lecciones de economía.
Abiertamente enfrentada con las teorías socialistas rechazaba el papel benefactor o de socorro por parte del Estado. A sus alumnos les animaba a demostrar que “El capitalista es el verdadero benefactor de las clases asalariadas y no los despilfarradores o los que dan limosnas”.

Con relación a la equiparación de salarios entre hombres y mujeres fue modificando sus tesis desde su primera postura que achacaba el menor salario de las mujeres a un exceso de oferta de mano de obra femenina, para terminar pidiendo después de la primera guerra mundial, la igualdad de oportunidades y salarios para la mujer a todos los niveles exigiendo “libertad de entrada a las industrias y oficios cualificados y las oportunidades para una mejor formación profesional, además de la organización de las mujeres en sindicatos, o en los de los hombres, o en los suyos propios, y el poder político, es decir el sufragio femenino, para apoyar sus reivindicaciones industriales” (1918)

Henry Fawcett presentó en el Parlamento Británico en 1866 junto a John Stuart Mill una petición para obtener el voto sin distinción de sexo firmada por 1.499 mujeres, una iniciativa que fracasó y de la cual surgió el sufragismo en Inglaterra como movimiento social.

Henry Fawcet y  Millicent Garrett. 1880. Fuente LSE Library

A partir de 1884 Garrett Fawcett se dedicó de lleno al movimiento sufragista británico, llegando a presidir durante doce años la National Union of Women's Suffrage Society. Tras la muerte de Lydia Becker se convirtió en la líder del movimiento sufragista británico y fue fundadora de la Unión Nacional de Sociedades del Sufragio Femenino (NUWSS). Se centró en la propaganda política y las campañas de persuasión y difusión siguiendo una estrategia de legalidad y orden.​ En 1887 fue cofundadora del Newnham College de Cambridge, una de las primeras universidades de Inglaterra para mujeres.

En 1918, el parlamento del Reino Unido votó una ley (Representation of the People Act 1918) acordando el derecho de voto a las mujeres de más de 30 años, siempre que fueran propietarias de tierras, o bien arrendatarias que tuvieran un arrendamiento anual superior a 5 libras, o bien diplomadas de universidades británicas. No fue hasta 1928, o sea diez años más tarde, cuando se  equipararon las condiciones de hombres y mujeres.

En el año 2018 se erigió una escultura suya en la Plaza del Parlamento Británico convirtiéndose en la primera mujer en estar representada en tan emblemático lugar, cien años después de ser nombrada Dama del Imperio Británico. La frase que enarbola en la pancarta que sostienen sus manos recoge la frase pronunciada por ella en el funeral de la feminista Lydia Becker. "El coraje llama al coraje en todas partes"

Millicent Garret Fawcett al igual que Jane Haldimand Marcet y Harriet Martineau realizaron una labor divulgadora de los principios básicos de la economía capitalista industrial impulsada en el siglo XIX a nivel mundial a caballo de los nuevos inventos tecnológicos y la implantación de las fábricas. Puede argumentarse que las aportaciones originales de estas primeras mujeres economistas fueron escasas pero su papel como divulgadoras sociales es innegable. Las tres se basan en las teorías de los pensadores clásicos, Adan Smith, James Mill, John Stuart MillRicardo, Malthus…y de forma novelada y fácil para su lectura  exponen las bondades del sistema basado en la propiedad privada de los medios de producción y en el rechazo a la intervención de los Estados en la economía. Con sus escritos las tres autoras captaron el interes en amplios sectores sociales y su intención de unir los intereses de la clase propietaria y la clase trabajadora para conseguir mejores rendimientos y repartir el beneficio entre ellas gozaron de gran predicamento. 

Mujeres de buena posición económica que se labraron su propio futuro con los ingresos conseguidos por sus éxitos editoriales, buscan la conciliación de los intereses de los trabajadores con los poseedores del capital  inversor para el avance de la nación. Rechazan cualquier vía de presión y movilización de los trabajadores que puede llevar al conflicto social y al cierre de las fábricas. Con su activismo abrieron el camino a la educación superior de las mujeres y a la formación científica de economistas como Mary Paley Marshall y Clara Mollet

Bibliografía.

Political Economy for Beginners (1870) Economía política para principiantes 

Essays and Lectures on Social and Political Subjects (1872)

Tales in Political Economy (1874)

“Mr Sidney Webb’s article on women’s wages (1892) Economic Journal, volume 5 nº 2 páginas 173-176

“The position of women in economic life” in W. Harbutt Dawson After War problems (1917)

“Equal pay for equal work” (1918) Economic Jurnal volumen 109 nº 28 páginas 1-6

“Equal pay form equal value” (1918) Contemporary Rewiew nº 114 páginas 387-390

“ Wat I Remember” (1924) Lo que recuerdo 

Para una bibliografía completa. “A bibliografhy of female economic thought up to 1940” Kirsten K. Madden, Janet A. Seiz and Michèle Pujol Routledge 2004.  (páginas 173-177)

Millicent Garrett Fawcett (1847-1929)