La crisis económica que ha asolado a España durante los últimos años ha sido tratada por el cine en todos sus formatos. En “No cow on the ice”, proyectada durante la primera jornada del certamen de cine marplatense, Eloy Domínguez Serén opta por la intimidad de un diario fílmico expuesto con cuidados detalles de fotografía y un acertado montaje.
“Crece el desempleo en España. Los jóvenes emigran”. Eloy, joven cineasta formado entre Salamanca, Milán y Barcelona, capta la voz en off del presentador de las noticias de una cadena sueca. Cámara en mano, Eloy Domínguez Serén narra sus desventuras de inmigrante español en Estocolmo, ciudad en la que sobrevive -como miles de otros compatriotas- de trabajos temporarios. “Los trabajos que hago son los que ellos no desean hacer”, cuenta Eloy, mientras se registra a sí mismo ensayando oficios que jamás había imaginado.
Eloy Domínguez Serén fascina en su obsesión por captar el paisaje. La belleza de Estocolmo y sus alrededores no escapa a su objetivo. Pero también en su búsqueda permanente de situaciones que describen con acierto el derrotero que experimenta quien se ve forzado a migrar. “Con esta gente paso ocho horas diarias”, dice frente a su propia cámara, mientras que ésta registra las costumbres y tradiciones de sus ocasionales compañeros de trabajo.
No hay mucho que agregar a esta suerte de muestreo que aporta lo suyo al drama que experimentan los emigrados. Documento inimaginable hace no tantos años atrás, cuando el cine aún contemplaba a una España próspera que lejos de imaginar a su gente emigrando, era receptora de foráneos tan ajenos a ella, como un gallego en Suecia.
