viernes. 29.03.2024
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Hebe de Bonafini | Titular de las Madres de la Plaza de Mayo

@jgonzalezok | La reciente recuperación del nieto 114 por parte de las Abuelas de la Plaza de Mayo ha puesto al desnudo grandes diferencias en los organismos de derechos humanos en Argentina. Estela de Carlotto, histórica presidente de las Abuelas de la Plaza de Mayo, y que ha sido la afortunada abuela en recuperar al último nieto, desveló en una entrevista con el periódico Perfil algunos detalles al respecto. El más impactante es que Hebe de Bonafini, la titular de las Madres de la Plaza de Mayo, sostiene que “a los nietos no hay que buscarlos porque ya están contaminados, no se salvan”.

De hecho, sorprendió que desde Madres de Plaza de Mayo no hubiera ninguna reacción a la identificación del nieto de Estela de Carlotto, aunque se sabe que la relación personal de ésta con Hebe de Bonafini es más que nada formal, aunque ambas se conocen muy bien ya que son de la misma ciudad de La Plata. Además, la hija de Carlotto y uno de los dos hijos de Bonafini fueron asesinados en el mismo centro clandestino de detención, conocido como La Cacha.

Mi lenguaje no es agresivo, es conciliador, es de abrir puertas, no de cerrarlas. La abuela tiene su forma de buscar y de encontrar, y ella tiene otras formas, otras palabras que van profundizando esa brecha

El silencio de Bonafini ante la aparición del nieto 114 se justifica desde Madres de la Plaza de Mayo recordando que no hubo reacción pública en casos anteriores. En la citada entrevista con Perfil, Estela de Carlotto consideró absurda la posición de Bonafini y marcó las diferencias:mi lenguaje no es agresivo, es conciliador, es de abrir puertas, no de cerrarlas. La abuela tiene su forma de buscar y de encontrar, y ella tiene otras formas, otras palabras que van profundizando esa brecha.

En la historia de los nietos recuperados, hay ejemplos notables de algunos con apropiadores militares, que repudiaron a su familia de crianza y se volcaron a la política, generalmente en las filas del kirchnerismo. Es el caso, por ejemplo, de los diputados Juan Cabandié, Wado de Pedro y Victoria Donda. Esta última está ahora en la oposición, y en su historia familiar hay una hermana que fue criada por su tío, un notorio represor, y que reivindica a la dictadura, por lo que la relación entre las hermanas es inexistente.

La historia de los organismos de familiares de las víctimas de la represión registra en el pasado varias rupturas. Madres de la Plaza de Mayo se divide en 1986, pasando uno de los grupos a ser conocido con el apéndice de Línea Fundadora, políticamente más conciliadora. Se fueron en disidencia con Hebe de Bonafini –con dos hijos desaparecidos-, alegando falta de democracia interna. Otra diferencia es que las Madres de la Línea Fundadora aceptaron reparaciones económicas del Estado y la existencia de la figura del detenido- desaparecido. El sector de Hebe de Bonafini no acepta la exhumación de cadáveres ni las pruebas de ADN, ya que siguen luchando por la aparición con vida de sus hijos. Ambos sectores siguen haciendo la tradicional ronda de los jueves alrededor de la pirámide en la Plaza de Mayo, pero sin mezclarse.

Las a menudo explosivas declaraciones de Hebe de Bonafini también ayudaron a la separación. Confrontó con todo el arco político –especialmente con el ex presidente Alfonsín-, hasta la llegada de los Kirchner, que las apoyó incluso económicamente. Las declaraciones de Bonafini incluyeron su alegría por el atentado a las Torres Gemelas, en Nueva York: “no voy a ser hipócrita con este tema, no me dolió para nada el atentado, me puse contenta de que, alguna vez, esa barrera inmunda, llena de comida, esa barrera de oro, de riquezas, les cayera encima”.

No estoy pegada a ningún partido político, estoy en el tiempo y forma que debo estar. Voy a los actos que involucran a la Asociación de Abuelas

Con la llegada del kirchnerismo al poder, tanto Hebe de Bonafini como Estela de Carlotto se acercaron al gobierno y pasaron a estar presentes en todos los actos políticos del gobierno. No así las Madres Línea Fundadora ni el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que mantienen su independencia. No obstante, el grado de apoyo es diferente: mientras Bonafini es incondicional de los Kirchner, Carlotto matiza: “no estoy pegada a ningún partido político, estoy en el tiempo y forma que debo estar. Voy a los actos que involucran a la Asociación de Abuelas”.

La familia de Estela de Carlotto era simpatizante de la Unión Cívica Radical. La primera peronista en la familia fue Laura, la hija desaparecida, que se encuadró en la guerrilla peronista de Montoneros, y que fue la que convirtió a la familia al peronismo. Por eso ahora la titular de las Abuelas dice: “No estamos apoyando a un partido, apoyamos la gestión. Apoyamos a Alfonsín cuando eran los juicios, después criticamos las leyes, criticamos indultos. Pero acompañamos las cosas buenas”

Con la aparición del nieto 114 se volvió a repetir el deseo de que aparezcan todos los nietos apropiados durante la dictadura, cuyo número total se estima en 500. No obstante, la cifra ha vuelto a poner en discusión el número real de los desaparecidos, que históricamente se estableció en 30.000. Graciela Fernández Meijide, que tiene un hijo desaparecido y que integró la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP), que en su momento presidió el escritor Ernesto Sábato, sostiene que el número es sensiblemente menor, unos 10.000, aunque igualmente atroz.

Para Estela de Carlotto, sin embargo, la cifra tradicional es la correcta. Señala que la ONU registró unos 15.000. Pero en una famosa carta del escritor Rodolfo Walsh, también militante montonero, escrita el 24 de marzo de 1977 –primer aniversario del golpe- habla ya de 22.000. La misiva estaba dirigida a la Junta Militar y Walsh fue secuestrado al día siguiente, cuando estaba depositando copias de la misma en buzones del barrio porteño de San Cristóbal.

Para la titular de Abuelas de la Plaza de Mayo, si en la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada, uno de los principales centros clandestinos de detención) hubo 5.000 personas, y se han registrado unos 500 campos de concentración, la cifra de 30.000 desaparecidos no es desacertada. Pero hay muchos que no están registrados, porque todavía hay familias que no buscan a sus desaparecidos o no tienen quien los busque.

En cuanto al número de nietos todavía sin recuperar, las Abuelas tienen 240 denuncias firmadas. Y la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) “tiene otras ciento y pico, la sumatoria da alrededor de 500”, dijo Estela de Carlotto a Perfil.

Para Bonafini no hay que buscar nietos porque ya están contaminados