viernes. 26.04.2024
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Rajoy, en un acto de campaña con Fernández Mañueco.

Mariano Rajoy, el anterior presidente del gobierno de España, ese señor que fue sustituido en su escaño del Congreso por el bolso de Sáenz de Santamaría, acaba de intervenir en la campaña electoral. El registrador mercantil de Madrid lo ha hecho con unas recientes declaraciones, ¿para hablar de la bondad de las propuestas electorales de sus correligionarios Martínez-Almeida y Díaz-Ayuso? No, naturalmente, para hablar de Bildu, pero, dada su reconocida facilidad de palabra y su prolongada ausencia del actual escenario político, parece haberle salido el tiro por la culata.

Porque Rajoy no ha dicho que ETA está viva, como Díaz-Ayuso, ni cimenta nada, como Rollán, en los asesinatos en el Hipercor de Zaragoza, como sería lo lógico, sino que ha declarado, refiriéndose a la alineación de votos de Bildu con el gobierno progresista de coalición, lo siguiente: "Cuando uno va en malas compañías los resultados son los que son".

Pero es que, Rajoy tiene razón: los resultados son los que son y, eso, si los afectados por esos resultados le hacen caso, la verdad es que las declaraciones de don Mariano no le deberían hacer ningún favor al Partido Popular ni a sus socios de VOX.

Porque, esos resultados son, entre otros, la retirada del gobierno de España de un gobierno condenado por corrupción, la aprobación de tres presupuestos generales anuales seguidos, la adopción de medidas adecuadas contra la pandemia del COVID19, los ERTES que salvaron millones de puestos de trabajo durante esa pandemia, la obtención y gestión ejemplar de miles de millones de fondos europeos, el aumento del salario mínimo interprofesional, el incremento récord de ocupación laboral y afiliación a la seguridad social, el ingreso mínimo vital, la excepción ibérica en política energética que ha conseguido los precios de electricidad más bajos de Europa, la revalorización de las pensiones, la política económica que ha ocasionado crecimientos por encima de la media europea e inflación por debajo de esa media y más de cien leyes aprobadas a propuesta de un gobierno que no iba a durar más de dos telediarios. Entre ellas, la primera ley de vivienda de la democracia, la de eutanasia o la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad, por no recordar más que algunas. Y, todo eso, salvo, como diría Rajoy, "alguna cosa", con el voto a favor de Bildu y el voto en contra del Partido Popular.

Es posible que los empresarios de empresas energéticas o banqueros que hayan obtenido resultados extraordinarios durante la crisis, o los mayores propietarios de patrimonios, no hayan sido muy partidarios del actual gobierno español. Pero pensionistas, trabajadores y amplios sectores sociales que han recibido los beneficios de esa acción de gobierno, deben valorar más favorablemente esos resultados "a los que usted se refiere", señor Rajoy.

Por eso, recordar que "los resultados son los que son" juega en contra de la estrategia del Partido Popular, ese cuya presidencia Rajoy heredó de Aznar, que no es otra que volver a recuperar el poder a base de desanchistar España. Rajoy, por esa circunstancia ya apuntada de su alejamiento de la política, no ha comprendido exactamente el lema de campaña de su partido. Se trata de pronunciar ciertas palabras mágicas, como ETA, Bildu, filoetarras y cosas así, pero no meterse en jardines que son peligrosos, como sugerir que van a bajar el salario mínimo, reducir las pensiones, subir la inflación o devolver los fondos a Europa. A no ser que Rajoy, muy aficionado a hacer las cosas como Dios manda, crea que esas barbaridades son un mensaje divino.

En definitiva, para quien haya pensado en escribir alguna vez ese breviario pendiente de frases célebres de Rajoy, ya tiene una más, y de las destacables. Eso de apelar al lado bueno de Bildu, el haber colaborado a la acción del gobierno progresista de Pedro Sánchez, no deja de ser un error no forzado. Se podría haber mantenido en su Registro Mercantil n° 5 de Madrid y no habría añadido otra contradicción entre Feijóo y Díaz-Ayuso en el distinto modo que parecen tener para derogar el sanchismo.

Registrador, a tus registros.

Rajoy entra en campaña