miércoles. 24.04.2024
  • Las cotizaciones sociales superan en 7.613 millones de euros a las obtenidas un año antes y crecen 2,5 puntos porcentuales más que el gasto en pensiones contributivas 
  • En comparación con 2019, antes de la pandemia, el incremento de los ingresos por cuotas a la Seguridad Social es del 12,7% 
  • El sistema registra un saldo negativo de 287 millones de euros en los primeros ocho meses del año, un 0,02% del PIB 

Los ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social continúan aumentando gracias a la mejora del empleo. En concreto, en los ocho primeros meses del año se ha registrado un incremento del 9% interanual, hasta alcanzar los 92.655 millones de euros (7.613 millones más que un año antes).  

En comparación con los datos del último ejercicio que no estuvo afectado por la pandemia, 2019, el incremento de las cotizaciones es del 12,7% (10.428 millones de euros más). De esta forma, la cifra de los ingresos por cotizaciones sociales alcanza su máximo histórico en los últimos 15 años, en el acumulado enero-agosto. 

El crecimiento de las cotizaciones supera en 2,5 puntos porcentuales el incremento del gasto en pensiones en el período enero-agosto, contribuyendo con ello a reducir el déficit del sistema. En conjunto, las cuentas de la Seguridad Social presentan un saldo negativo, a 31 de agosto de 2022, de 287 millones de euros.  

Esta cifra se obtiene de la diferencia entre unos derechos reconocidos por operaciones no financieras de 121.395 millones de euros, que muestran un incremento del 8,1%, y obligaciones reconocidas de 121.682 millones, que crecen en un 4,2% interanual. 

En términos de caja, la recaudación líquida del sistema alcanza los 120.084 millones de euros, con un incremento del 10,2% respecto al ejercicio anterior. 

Ingresos no financieros  

En estos ocho meses, las cotizaciones sociales ascienden a 92.665 millones de euros, lo que supone un incremento del 9% respecto a los ingresos del ejercicio 2021 (7.613 millones de euros más). 

Este aumento viene impulsado por la evolución de los ingresos por cotizaciones de ocupados que experimentan un incremento interanual del 10,2% hasta alcanzar los 87.146 millones de euros (8.088 millones de euros más).  

Además, las cotizaciones de desempleados se cifran en 5.519 millones de euros, registrando una disminución del 7,9% (475 millones de euros menos) como consecuencia del descenso del número de estos. 

Las transferencias recibidas por la Seguridad Social ascienden a 27.887 millones de euros, lo que supone un aumento del 5,1% interanual. La partida más significativa corresponde a las transferencias recibidas del Estado y Organismos Autónomos que suma un total de 24.660 millones (un 4,7% más). Este incremento tiene su origen, fundamentalmente, en las transferencias recibidas del Estado para el cumplimiento de la Recomendación primera del Pacto de Toledo 2020 (1.308 millones de euros más). 

Gastos no financieros 

Por el lado del gasto, las prestaciones económicas a familias e instituciones alcanzaron 114.234 millones, un 4,5% más que en el mismo periodo de 2021. Esta cifra representa un 93,9% del gasto total realizado en el sistema de Seguridad Social.  

La mayor partida, 105.051 millones, corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con un aumento de un 4,4%. 

En un análisis detallado, el gasto en pensiones (incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares) se incrementa un 6,5% hasta los 92.979 millones de euros, debido al aumento del número de pensionistas (0,9%), a la elevación de la pensión media (5,3%), así como a la revalorización general del 2,5% para las pensiones contributivas en cumplimiento de la nueva ley, que garantiza el poder adquisitivo de las pensiones. 

Respecto a los subsidios de incapacidad temporal, el gasto total aumenta un 8% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar los 8.886 millones de euros, mientras las prestaciones por nacimiento y cuidado de menorcorresponsabilidad en el cuidado del lactante, riesgo durante el embarazo y durante la lactancia natural y cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad se incrementan interanualmente el 13,5% hasta alcanzar los 2.513 millones.   

En principio, los sindicatos ven con buenos ojos suprimir el tope de la base y la pensión máximas, aunque el ministro aún no les ha planteado una senda exhaustiva de cómo, cuándo y a qué ritmo pretende llevarlo a cabo

Las pensiones y prestaciones no contributivas, incluidos los complementos por mínimos de las pensiones contributivas, alcanzan los 9.184 millones de euros, un 6,3% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, motivado por la revalorización general del 3% para pensiones mínimas y no contributivas.  

De dicho importe, se destina a pensiones no contributivas y complementos por mínimos 6.217 millones (un 3,7% más), y a subsidios y otras prestaciones 2.967 millones, de los cuales 2.797 millones de euros corresponden a Ingreso Mínimo Vital y prestaciones familiares, un 12,5% más respecto del año anterior, debido principalmente al incremento transitorio del 15% del importe del ingreso mínimo vital que se aplica desde el mes de abril. 

En cuanto al debate planteado estas semanas por el Ministerio de Seguridad social sobre destopar la base y la pensión máxima se han pronunciado diversos expertos y las organizaciones sociales.

En principio, los sindicatos ven con buenos ojos suprimir el tope de la base y la pensión máximas, aunque el ministro aún no les ha planteado una senda exhaustiva de cómo, cuándo y a qué ritmo pretende llevarlo a cabo, que sí ha ido apuntando en sus declaraciones en los medios de comunicación. El sindicato CCOO respalda que se aborde el cambio de las bases máximas y de la pensión máxima. "Se debe y puede implantar de forma que tenga un efecto de mejora de ingresos evidente, tanto de inicio como en términos netos a lo largo del tiempo. Que el ministro se muestre sensible a ella es positivo, aunque parece precipitado que de por hecho cuánto suben, en cuánto tiempo y a qué ritmo, sin contar con acuerdo en el marco del Diálogo Social", critica Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social.

A su juicio, sería deseable que Escrivá "fuera un poco más prudente y así evitaría tener que ir corrigiendo la posición del Gobierno, como ya ha ocurrido en otras ocasiones. En cualquier caso, este proceso tiene que abordar más materias (seguir profundizando en el refuerzo de los ingresos, pensiones mínimas, medidas sobre brecha de género,…) pero aún es precipitado hablar de cómo se va a resolver cada uno", detalla Bravo.

Asimismo, Cristina Estévez, secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT, critica que el ministro haga "manifestaciones tan sui generis que además no están sustentadas por ninguna documentación, por lo que es imposible hacer una valoración. Nosotros valoramos las propuestas oficiales que nos llegan a la mesa de diálogo, no las ocurrencias del ministro, y más si las cuenta de este modo en los medios de comunicación". 

Estévez recuerda a Escrivá que las medidas de reforma "tiene que explicárselas a los agentes sociales en la mesa de negociación pertinente, con documentación y argumentación que sostenga todo lo que va contando en la prensa, porque con nosotros es con quien el ministro tiene que llegar a un acuerdo. No es factible que nos enteremos de las cosas por los medios de comunicación, porque encima, dependiendo del foro en el que esté el ministro, dice una cosa o la contraria".

Puede tener sentido que se paguen más cotizaciones a la Seguridad Social por las rentas del trabajo, que son las que más dinero generan, para que se pueda lograr una pensión más alta, asegura Pau Monserrat, economista y profesor asociado de la UIB y CEO de Futurfinances.com. Sin embargo, "teniendo en cuenta que en un futuro habrá un incremento de costes, porque las pensiones serán más altas, esta es una medida cortoplacista que lo que hace es anticipar ingresos. No es una medida de equilibrio del sistema, ya que los ingresos que se obtienen hoy se convierten en más gastos en un futuro. Es como tapar un agujero".

Monserrat pone de relieve otra consecuencia: "Se va a incrementar un poco el coste del empleo, tanto del trabajador como de la empresa", cuando se quite el tope actual de cotización a quienes más ganan.

Máximo histórico de 92.665 millones de euros en las cotizaciones de la Seguridad Social