jueves. 28.03.2024
Foto de archivo

En Madrid los médicos de atención primaria entramos en la cuarta semana de huelga. Nunca antes ha sucedido algo similar y todas las personas que aquí vivimos deberíamos reflexionar sobre ello.

A pesar de las atrocidades y mentiras vertidas por la Consejería de Sanidad sobre nuestro colectivo, lo cierto es que nuestro modelo de Atención Primaria se encuentra en estado crítico por denegación de auxilio e intento de cambio de modelo sanitario y son las Consejerías de Sanidad y de Hacienda las únicas responsables.

La atención primaria se encuentra en estado crítico por denegación de auxilio e intento de cambio de modelo sanitario

No voy a hablar de la falta de inversión y de plantillas, de la ciudadanía sin médico ni de la falta de Centros de Salud y necesidad de su mantenimiento, tristemente llegamos a normalizar cualquier dato. Lo realmente importante es que podamos entender lo que estamos a punto de perder: dejaremos de tener nuestros profesionales asignados, conocidos y ocupados en funciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, cuya atención englobe lo biológico, psicológico y social, con posibilidad de participación ciudadana en la gestión de nuestros servicios sanitarios. Pasaremos a tener una atención puntual en momento de enfermedad, ofrecida por profesionales sustituibles.

Este cambio de modelo afecta a todas las categorías de la atención primaria y sería adecuado que también el resto iniciara las movilizaciones pertinentes.

La salud no es negocio, el negocio es la enfermedad y de un Sistema Nacional de Salud pasaremos a un Sistema Privado de Enfermedad.

La razón de nuestra huelga es evitar este cambio de modelo y la pérdida de la esencia de nuestro trabajo. Nos quieren convertir en piezas de una cadena de producción, donde la salud no está contemplada.

Dejaremos de tener profesionales asignados, conocidos y ocupados en funciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad

Soy médica de un centro de salud de Carabanchel, no puedo hablar por el resto de compañeros, aun así quiero explicar las razones por las que apoyo una huelga indefinida, a costa de la pérdida económica que sea necesaria, y me estoy cuestionando abandonar mi trabajo, en caso de no conseguir unos cambios esenciales:

Me niego a normalizar agendas de entre 40 y 60 personas cada día (soy consciente de que hay centros aún con más sobrecarga), sintiendo que estoy “despachando” a toda velocidad, en lugar de dar la atención que el paciente necesita.

Me niego a no poder disponer de unos minutos para mirar viendo a la persona, escucharla entendiendo lo que me está contando y sentir que estoy acompañándola en su necesidad.

Me niego a no tener el tiempo suficiente para realizar una buena exploración de los síntomas o de la situación expuesta. La falta de tiempo me fuerza a solicitar algunas pruebas complementarias, incluso algunas derivaciones a especialista que podrían evitarse.

La salud no es negocio, el negocio es la enfermedad, y de un sistema público pasaremos a uno privado 

Me niego a administrar fármacos por falta de tiempo. En nuestras consultas acuden muchas personas con dificultad para adaptarse a las múltiples pérdidas y contrariedades que sufrimos cada día. El nivel de ansiedad reinante en nuestra sociedad es muy alto, las condiciones laborales en algunos casos rozan la esclavitud y el individualismo nos conduce a un aumento de la soledad y el aislamiento. Es necesario dedicar el tiempo adecuado a cada paciente, brindando un espacio cálido y de confianza, en lugar de facilitar medicamentos para la ansiedad y la depresión sistemáticamente. Si seguimos en esta línea, constituiremos una sociedad de “zombis”, fácilmente manejables.

Me niego a que profanen la relación terapéutica, sustituyendo la presencia por una pantalla, desde la que no puedo palpar, percutir, auscultar ni acompañar.

Me niego, en resumen, a perder la humanidad que mi trabajo requiere. Si lo despojan de humanidad, será otra cosa pero nunca relación médico-paciente.

Aclaro que conseguir más dinero no me proporcionará más tiempo, por lo que no es una solución.

Es ahora la ciudadanía una parte fundamental en este conflicto, ya que está directamente afectada por este intento de cambio de modelo, es la que deja de beneficiarse de la atención primaria previa para pasar a ser usuaria de un sistema perverso, viéndose obligada en muchos casos a contratar póliza privada y pagar doblemente por peores servicios.

No confío en la Consejería de Sanidad, sé que tienen su hoja de ruta y la seguirán contra viento y marea.

Confío plenamente en la ciudadanía, la que demostró el 13 de noviembre que está despierta y no está dispuesta a que le arrebaten lo que es suyo.

También confío en la unión de toda la atención primaria: todas las categorías de los centros de salud y las urgencias extrahospitalarias (igualmente ahora en huelga), defendiendo el modelo sanitario en el que creemos y unas condiciones laborales dignas.

Juntos debemos seguir, profesionales y ciudadanía, defendiendo nuestro derecho a una Sanidad Pública, Universal y de Calidad.


Ana Encinas | Médica de Atención Primaria. Plataforma de Centros de Salud. Asociación de vecinas y vecinos de barrios y pueblos de Madrid. 

Huelga o muerte de la atención primaria en Madrid