jueves. 25.04.2024
Foto de archivo

Tras la entrada en vigor de la llamada Ley del “solo si es si” se ha producido la reducción de penas a algunos condenados por delitos sexuales. Es lo que desde el Gobierno se llaman efectos indeseados. Pero, en realidad, es la gestión de ésta ley lo que está produciendo efectos políticos no sé si indeseados pero seguro que adversos, muy negativos para el Gobierno y para los partidos que lo forman. Una muy mala forma de iniciar el año electoral.

El primer efecto adverso es que una Ley que pretende garantizar la libertad sexual está siendo percibida por la opinión pública como una ley que solo sirve para rebajar las penas a los agresores sexuales y que, por ende, no ayuda a la prevención. El texto legal, en su conjunto, seguramente es un paso adelante en la defensa de los derechos de las mujeres, pero lo que queda en el imaginario popular es justamente todo lo contrario. Y por eso, aunque legalmente la libertad sexual esté mejor defendida, habrá muchas mujeres que pensarán que lo está menos. La Ley ha quedado desacreditada ante la opinión pública.

El texto legal, en su conjunto, seguramente es un paso adelante en la defensa de los derechos de las mujeres, pero lo que queda en el imaginario popular es justamente todo lo contrario

Claro que ese efecto se ha producido por la contundente campaña del PP y sus terminales mediáticos. Pero eso era algo perfectamente previsible: la rebaja de penas y las excarcelaciones eran una ocasión de oro que el PP no iba a desaprovechar para atacar al Gobierno y hacer campaña electoral hacia las mujeres. Se dirá que el PP tiene más morro que el oso hormiguero, porque su currículum en materia de derechos de las mujeres es lamentable. Sin ir más lejos, hace 13 años el PP presentó recurso a la Ley del Aborto de Zapatero y ahora que el TC lo ha rechazado contundentemente Feijoo se felicita del fallo y se suma al apoyo a la Ley. Así que el segundo efecto político indeseado es haber facilitado al PP un buen lavado de imagen en materia de los derechos de la mujer, un terreno donde lo tenía todo perdido.

El debate político ahora, al inicio de la campaña, no es la subida de las pensiones, ni el aumento del salario mínimo, ni en general, la política social y económica, sino los efectos de la ley del “solo sí es sí”. Es muy evidente que esto es un efecto adverso de tanto calado que ha obligado al Presidente del Gobierno a intervenir para tratar de cortar esta deriva que amenaza con dar al traste con toda la campaña del PSOE, centrada precisamente en los éxitos de las políticas sociales y económicas del Gobierno. Tampoco Yolanda Díaz está muy feliz con este cambio en la agenda del debate público y se nota mucho su malestar e incomodidad.

La derecha, desde luego, se regocija con este inesperado regalo: no tener que hablar de pensiones, salarios o de economía sino de divisiones en el Gobierno

Además, se transmite a la opinión pública es que el Gobierno está dividido. Es natural que en período electoral el socio minoritario intente resaltar su perfil. No es ya solo la susodicha ley. En otras iniciativas se aprecia el intento de UP de construir un relato consistente en que al PSOE “le tiemblan las piernas” frente a la derecha y que tan solo la firmeza de UP hace avanzar a la coalición. En esto de atacar al PSOE parece que se ha especializado Ione Belarra, la líder de Podemos. Creo que Podemos inicia su campaña electoral cargando contra el PSOE. No sé si UP ganará mucho con esta campaña pero para el PSOE no parece buena cosa iniciar la campaña transmitiendo la imagen de que preside un Gobierno dividido y atacado por su socio. La derecha, desde luego, se regocija con este inesperado regalo: no tener que hablar de pensiones, salarios o de economía sino de divisiones en el Gobierno.

Da la impresión de que el inicio de la campaña de UP tiene que ver, también y sobre todo con la configuración de la plataforma SUMAR que Díaz está impulsando. El principal escollo para la concreción de esta plataforma es el papel que Podemos quiere jugar jugar. Si en anteriores ocasiones Podemos ha sido la fuerza vertebradora de un espacio político amplio (se hablaba de Podemos y sus confluencias) ahora no puede ser igual. Primero porque a lo largo de esta legislatura Podemos se ha ido fragmentando y no está en condiciones de jugar el papel hegemónico que tuvo antaño. Y segundo porque quien va a liderar el invento no es líder de Podemos.

Pensando en las generales próximas lo que electorado va a decidir es si se reedita el gobierno de coalición que con tanto éxito ha funcionado en esta legislatura o, por contra, tenemos un gobierno PP-Vox. Para los que piensan en lo primero, la campaña se ha iniciado muy mal.

Efectos indeseados o como empezar con mal pie una campaña electoral