CCOO y UGT han pedido la dimisión “de inmediato” de Luis Rubiales por besar a la futbolista Jennifer Hermoso durante la celebración, el 20 de agosto, de la victoria del Mundial femenino de fútbol por parte de España.
Para CCOO, “la inaceptable agresión sexual a una jugadora y el trato vejatorio y discriminatorio en el fútbol profesional femenino deben cesar de inmediato”.
El sindicato considera que detrás del beso no consentido a la jugadora y de otras imágenes “lamentables” que se han difundido -como la carga al hombro de Athenea del Castillo- hay otras “formas inadmisibles de discriminación”, como la falta de respeto, mediante gestos y contactos no observados respecto a futbolistas hombres; la ausencia de consideración frente a las audiencias, el público aficionado, las familias de las mujeres interpeladas; o la evidencia de un trato distinto que también se halla en el desarrollo diario laboral, con valoraciones distintas que los equivalentes varones, tanto en condiciones de trabajo como salariales.
Por su parte, UGT ha calificado la conducta del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de “reprobable, intolerable y punible” y califica de “absolutamente lamentable” que, ante la gran victoria lograda por las futbolistas, “se vea ensombrecida por conductas sexistas propias del riguroso patrón machista que sigue imperando en nuestra sociedad, protagonizado en este caso por Luis Rubiales.
El sindicato considera que estas actitudes hacen a Rubiales “indigno” de ocupar un puesto de tal responsabilidad, que “debería ser un ejemplo del respeto por los derechos y principios constitucionales y legales de la igualdad de género”.
Para UGT, su conducta representa “la inadmisible libertad mal entendida que desde un puesto de superioridad se toma hacia una subordinada”.
Por ello, ambos sindicatos defienden que la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol, no puede ser ocupada por quienes siguen ejerciendo este tipo de comportamientos, “propio de las cavernas y contrarios a nuestra normativa legal y a los principios de igualdad irrenunciables de nuestra sociedad del siglo XXI”, en palabras de UGT.
Por todo ello, reclaman su marcha y demandan al Consejo Superior de Deportes que actúe “de forma contundente” en caso de que no dimita, procediendo a aplicar el protocolo de acoso de la Federación y de la Ley del Deporte, ya que este tipo de comportamientos incumplen protocolos internos y leyes estatales que protegen la igualdad y combaten el machismo.
