viernes. 19.04.2024

Honda preocupación ha causado en algunos ambientes un WhatsApp enviado por la presidenta de Madrid en el que, no se sabe, si recomendaba u ordenaba un tratamiento ciertamente riguroso a su oposición política. Concretamente, decía: "La izquierda está acabada. Matadlos". Especialmente "la izquierda", destinatarios de ese rigor, y aquellos que, aun no siendo de izquierdas, hayan entendido literalmente el mensaje, pueden haberse quedados preocupados por el texto. Aunque no dudo de que haya podido haber quien respondiera con un "A las armas", en general hay que pensar que la inmensa mayoría habrá acogido el mensaje con un sentido no tan al pie de la letra.

Convendría, pues, tranquilizarse. Esa frase hay que entenderla en un contexto muy específico. No solo en el del ámbito político, donde suele usarse un lenguaje no solo agonístico sino, francamente, bélico. Pero, dentro de ese contexto, Diaz Ayuso suele emplearse, dialécticamente hablando, con una contundencia superior a la media. Es un estilo que ha adquirido, quizás para compensar su aspecto físicamente frágil, y que la ha hecho famosa en la política española, y no solo madrileña. Si siguiéramos hablando en términos bélicos, se podría decir que comanda el cuerpo de zapadores del Partido Popular.

Diaz Ayuso suele emplearse, dialécticamente hablando, con una contundencia superior a la media, quizás para compensar su aspecto físicamente frágil

Por tanto, debe hablarse de un problema de estilo, muy diferente del de su jefe nacional, Núñez Feijóo. No es que éste pretenda, en ningún momento, dar algún tipo de cuartelillo a sus adversarios políticos, pero es más partidario del "Muérase señor Sánchez" (políticamente hablando) que del "Te voy a matar". Incluso se conformaría con que Sánchez muriese, siempre hablando en los mismos términos políticos, tranquilamente en las urnas. Pero doña Isabel, como todo el mundo sabe, es diferente. Su carácter es más volcánico y su estilo, más directo.

Y, puestas así las cosas, no hay que pretender corregir el lenguaje de Diaz Ayuso porque, en su estilo, es inmejorable. Podría haber expresado lo mismo diciendo, por ejemplo, "No deis respiro a la izquierda" lo que, literalmente, conduciría a lo mismo, por ahogo, o "Al enemigo ni agua" lo que provocaría, por deshidratación e inanición, los mismos efectos. No, es mucho más directo el "Matarlos", sobre todo para un WhatsApp. También lo podría haber dicho con un emoticono, pero no todo el mundo entiende esos dibujitos.

Diaz Ayuso enviaba ese texto a los componentes de alguna "brigada del amanecer", política, para que terminara de "liquidar" a la izquierda

¿Se imagina alguien a doña Isabel respondiendo una crítica con un "Tenga la amabilidad de no incomodarme con sus palabras"?. No, lo lógico es oírla decir, ¡Cállese! Pues, por las mismas, tampoco sería lógico que hubiera enviado a sus diputados un mensaje con el siguiente texto, "Ante la aparente debilidad de la oposición de izquierdas, debemos poner el énfasis en defender nuestras opiniones confrontando su indudable valor con la inapreciable consistencia de sus erróneas tesis, con objeto de debilitar su posición política ante el electorado". Les ha enviado lo que les ha enviado y, por cierto, estoy seguro de que habrá subido su puntuación entre las huestes populares. Sobre todo, en relación al gallego, que es un flojo.

Quien sí debiera estar preocupado es el destinatario del mensaje que lo ha filtrado. Si Diaz Ayuso enviaba ese texto a los componentes de alguna "brigada del amanecer", política, para que terminara de "liquidar" a la izquierda, alguien, entre el, se supone, personal más cercano a la presidenta como son sus diputados, le ha salido rana, costumbre muy arraigada en la Comunidad de Madrid. Algún andoba le ha salido chota y se ha ido de la mui, berreando a algún plumilla pasándole la papela, quien lo ha chafardeado. Pues que esté al loro de la baranda pues se puede chupar una estiba o que le den aire, por humedoso.

¡A las armas!