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Tal como estaba previsto, anteanoche se presentó el Documental sobre cien años de la huelga minera de 1923.
El Documental está producido por el Ayuntamiento de Serón, una de las cabeceras más importantes de la Cuenca Minera de los Filabres desde donde se transportaba por tren el mineral de hierro hacia el puerto de Águilas en Murcia.
El acto de anteanoche se celebró en la Casa de la Cultura y estuvo presentado y presidido por el alcalde de Serón, compañero y amigo Manuel Martínez.
En aquella lucha desigual, los mineros y sus familias tuvieron enfrente a la "España eterna": terratenientes, caciques, autoridades, fuerzas represivas, jerarcas de la Iglesia, etc
En el acto intervenimos Juan Antonio Lorenzo Cazorla, secretario general del PSOE de Almería y diputado en el Congreso, Francisco Javier Fernández del Centro de Historia de Serón y yo mismo en mi condición de antiguo secretario general de la USO.
Todos ensalzamos el heroísmo de aquellos mineros, con condiciones de vida y salariales inhumanas, enfrentados a unas compañías mineras extranjeras que venían a Almería y a Andalucía a explotar intensivamente el mineral de hierro, abundante en estas sierras, y el trabajo y el sufrimiento de miles de mineros y sus familias, que fueron superando su analfabetismo y su hambre para hacer crecer su conciencia de clase explotada e ir construyendo sus organizaciones locales y comarcales hasta culminar en el sindicato de obreros mineros de Almería, Soma, que se vinculó a la UGT.
En aquella lucha desigual, los mineros y sus familias tuvieron enfrente a la "España eterna": terratenientes, caciques, autoridades, fuerzas represivas, jerarcas de la Iglesia, etc.
No se pudo ganar la Huelga General, que concluyó en vísperas de proclamarse la dictadura de Primo de Rivera en septiembre de 1923.
El mejor homenaje sindical y socio-político a los mineros que abrieron caminos con su lucha y su sangre en 1923, es dejarse la piel para liberar a los miles y miles de personas, mujeres en gran parte, que en 2023 viven igual de mal que ellos en 1923
Pero fue una gesta heroica y generosa de obreros mineros con el apoyo solidario de otras clases obreras y populares, que abrieron caminos de organización y futuras luchas que trajeron derechos humanos, laborales y progreso social en los Filabres, en Almería, en Andalucía, en toda España.
Se cumplió una vez más un principio histórico verdadero: la única lucha, la única huelga, que se pierden, son las que no se libran, porque todo ser humano colectivo sometido a explotación y a abusos tiene el derecho y el deber de rebelarse, defenderse y atacar a sus explotadores.
La lucha de los mineros de Serón y Bacares de hace un siglo no es una antigualla olvidada. Si no fuéramos tan cínicos a veces, podemos encontrar a esos mineros en los negros sin papeles que recogen cosechas en Lérida, Murcia o Huelva, en las compañeras inmigrantes que cuidan ancianos, en sus compañeras que se dejan la piel y la vida en el servicio doméstico, en el arreglo de habitaciones de hotel, en las tareas de limpieza a 3 euros la hora, en los burdeles en régimen de explotación y secuestro...
El mejor homenaje sindical y socio-político a los mineros que abrieron caminos con su lucha y su sangre en 1923, es dejarse la piel para liberar a los miles y miles de personas, mujeres en gran parte, que en 2023 viven igual de mal que ellos en 1923.
El acto fue también un homenaje a Juan Torreblanca Martínez, un historiador nacido en Serón, que nos dejó hace poco, ejemplo de compromiso y rigor histórico con las clases trabajadoras y populares de aquellas comarcas.
