sábado. 27.04.2024

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Pablo D. Santonja | @datosantonja

El 13 de agosto de 1997 en EEUU se estrenaría una de las series más salvajes de la historia de la televisión. Una serie cuya marca de agua sería un humor profundamente negro y crítico con la sociedad contemporánea, un lenguaje soez, escenas violentas y un grupo protagonista de 5 niños. Así nacía South Park, que tras 26 temporadas sigue provocando alguna que otra ampolla en la sociedad americana más conservadora. Una serie que nos enseñaría, a lo largo del tiempo, a satirizar y poner el punto de mira en las situaciones que identifican lo peor de este mundo. Detrás de esta creación estaban Trey Parker y Matt Stone, con unos guiones mordaces, críticos a las costumbres americanas y un estilo de animación similar al de Terry Gilliam en Monty Phyton´s Flying Circus, usando simples figuras geométricas formando las características imágenes que todos tenemos en el ideario colectivo. 

South Park se caracteriza por diversos números musicales que irrumpen en capítulos o, el caso más reconocido, el film de la serie estrenado en 1999, que los llevó a obtener una nominación al Oscar por mejor canción por “Blame Canadá” ¿Se imaginan? 

En una sociedad que lo que prima es el buenismo, y que el acto de decir verdaderamente lo que piensas está destinado a unos pocos bajo el miedo de la “cancelación” social, nos encontramos un musical que se atreve con todo

Este gusto por los musicales los llevará a rumiar un musical, una vez más, crítico con el sistema religioso americano. Pero el equipo aún no estaba completo, faltaba un integrante más: Robert Lopez, compositor estadounidense de musicales tales como el exitoso “Avenue Q” y por ser, ni más ni menos, que compositor de Disney en los films “Frozen”, “Frozen II”, y “Coco”, siendo de las pocas personas en ganar un Grammy, un Emmy, un Oscar y un premio Tony. ¿Qué puede salir mal? Nada.

Así llegamos a 2021, el Eugene O'Neill Theatre de Broadway acoge el estreno de “The Book of Mormon” con el actor Andrew Rannells como Elder Price y Josh Gad como Elder Cunningham, protagonistas del musical, representado en Broadway durante 12 años, en Londres durante 10, ganando 9 premios Tony y 4 premios Olivier, incluido mejor musical. Y hoy, por fín, cosecha éxitos en Madrid. 

La obra narra la loca historia de dos misioneros mormones que acuden a Uganda para predicar la palabra mormona, cayendo en la cuenta de que la vida real está lejos de lo que sus superiores espirituales les prometieron. Así se sucede una trama salvaje, cargada de humor, rozando límites y haciendo uso de clichés, tópicos, creencias, críticas a la cultura americana y africana, dando mucha cera a temas como el sida, la velación del clítoris, los señores de la guerra, la estructura mormona, y el desamparo social a expensas de la creencia de que un sistema religioso ayudará a mejorar tu situación vital. Y no, no es un musical para todo el mundo.

Antes de comprar la entrada debe saber qué va a ver, a qué se va a enfrentar, pues le aseguro que sus límites del humor serán puestos a prueba, y sin lugar a dudas, entrará en su juego y terminará riéndose a carcajadas por situaciones que, en cualquier otra parte, se echaría las manos a la cabeza. Los números musicales son una maravilla, en un despliegue de coreografías y letras mordaces que te mantienen atento toda la obra, destacando sin lugar a dudas esa increíble escena del “infierno mormón” y la maravillosa canción inicial “Hola, ¿Qué tal?”, pegadiza y cantable hasta lo impensable. Le aseguro que saldrá de la obra repitiendo esa frase con la misma entonación. 

En una sociedad que lo que prima es el buenismo, el quedar bien, y que el acto de decir verdaderamente lo que piensas está destinado a unos pocos bajo el miedo de la “cancelación” social, nos encontramos un musical que se atreve con todo y que sirve como terapia de choque para aliviar todos esos pensamientos malvados que a veces nos asolan y nunca decimos por corrección política. Sin lugar a dudas, no pierda esta oportunidad, acuda al Teatro Calderón y vea “The Book of Mormon”. Ríase, oféndase, enfádese y salga de ahí completamente renovado. 

De 'South Park', Colorado; a 'The Book of Mormon', Madrid