sábado. 27.04.2024
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Ustedes son unas figuras históricas. En 1982 consiguieron 202 diputados de 350. Pero, ahora, como en el cine, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. J'accuse.

La democracia protege la libertad de expresión y de crítica. Y un libro, aunque sea un panfleto, es siempre bienvenido para los que amamos el poder de la palabra.

Recientemente el Sr. Guerra, intelectual, no intelectual, de los tiempos de la Dictadura, el Príncipe No Ilustrado (a quien le interese, busque 'La balsa de la medusa' 5.12.1987 artículo de Abel Marín) ha presentado un libro. Presentación en la que apenas se habló de literatura y se utilizó para atacar al actual Partido Socialista y en especial a Pedro Sánchez, a la sazón actual presidente del Gobierno en funciones, no se olvide, al que tan egregios demócratas y supuestos socialistas no guardan ni siquiera el respeto institucional.

Como dice Abel Martín, al día siguiente semejante esperpento es superado por el príncipe no ilustrado atacando a la vicepresidenta del Gobierno, insisto vicepresidenta del Gobierno, diciendo que gasta más tiempo en peluquería que en gobernar. Y lo dice en medio de la marabunta machista de la Federación de Fútbol y del señor Rubiales. Cómo será el esperpento que hasta la mismísima Carmen Calvo se ha visto obligada a criticarlo. Aprovecho para expresar mi admiración por las Campeonas del mundo y apoyar su lucha que está siendo épica. Señor Guerra ¿se puede ser más ignorante? O mejor dicho ¿se puede ser tan mala persona?

Es tal mi asombro, es tal mi cabreo que no tengo más remedio que escribir desde el mayor respeto a tantos amigos socialistas. Soy mayor, pero todavía soy periodista y amo el periodismo. Y un periodista independiente debe denunciar que esto es un escándalo mayúsculo.  Directamente están haciendo el trabajo sucio de la 'gran derecha'. No hay muchos periodistas que se atrevan a escribir esto y lo que sigue. Yo sí. Lo hago porque estoy convencido de ello. Porque creo que es la verdad y porque alguien tiene que decir las verdades como puños.

Aprovechándose de su protagonismo y de los focos que les ponen los medios de comunicación de la derecha, que no son medios de comunicación, patrimonializan el Partido Socialista. Están trasnochados y equivocados. ¿Acaso se han olvidado del revolcón que les pegaron los afiliados socialistas, los anónimos socialistas que también existen, votando mayoritariamente a Sánchez cuando ustedes lo echaron de Ferraz? No claro, no lo han olvidado. Simplemente sus intereses, repito sus intereses, más económicos que políticos, les obligan a apoyar a Feijóo, apoyan a un PP que no es un partido normal de la derecha europea. Es un PP que lo más suave que se puede decir es que es tan de derechas como Vox. Y al apoyar al PP, están apoyando a Vox.

Es curioso que en sus críticas se centren siempre en la izquierda. ¿No conocen la marabunta de la extrema derecha en Europa? Sí, si la conocen. Para los que sí tenemos memoria histórica, no es nada nuevo. Ustedes siempre han sido unos tigres con los débiles y unos gatitos con los fuertes.

Con mis palabras, y mis argumentos, quiero dar voz a tantos que como yo, de derechas y de izquierdas, hemos callado y aguantado una historiografía oficial que no se corresponde con la verdad ni con lo que nosotros hemos vivido.

Esa historiografía al uso pretende convencernos poco menos de que la lucha antifranquista la llevaron Felipe y los suyos. No es cierto. Simplemente repasando las hemerotecas de los periódicos durante la Dictadura se puede comprobar. Sí es cierto que en la postguerra la represión masacró a miles de socialistas, y a comunistas, y a anarquistas y a todo lo que se meneaba alrededor de la II República. Eso supuso un bache de años en la resistencia. Pasado ese bache, la resistencia la llevó el PCE, así que no nos quieran hacer comulgar con piedras de molino.

Que yo sepa, y que yo recuerde, que recuerdo muy bien, hasta octubre de 1974 no se hablaba de los socialistas y de un tal Isidoro, según podíamos leer en Diario 16 y Cambio 16, las referencias de entonces. En los mentideros de la clandestinidad se decía que era un abogado laboralista de Sevilla, lo que no dudo. Lo que sí digo es que cuando hablábamos con los antifranquistas de Sevilla no lo conocían. Y, que yo sepa, no se le conoce ningún caso sonado, tipo 1001, como por ejemplo sí recuerdo a Peces Barba al que seguía, sobre todo, en el Ya.

No me quiero extender mucho. Disiento también de la mitología de su participación en la Transición. La primera aparición pública importante de Isidoro fue en el suspendido por la policía recital de Raimon en el Pabellón del Madrid en febrero de 1976. Repito febrero de 1976. Yo estaba allí, en el pasillo de la cuarta fila. Isidoro, con su traje de pana, pasó a mi lado, solo y en ese recital representaba una minoría. No estaba con todos los demócratas, de derecha e izquierda, que estaban en la primera fila. Así fue.

Respecto a la Constitución, lo que yo recuerdo y mi opinión, es que a veces ponía más palos en las ruedas, no tantos como Fraga, que empujaba el carro. Baste recordar que mientras el PCE defendía la bandera de España, Felipe y Guerra seguían con su pana hablando continuamente de la república y paseándose “ostentóreamente” con la bandera republicana, en un claro intento de arrebatarle al PCE su merecido espacio en la izquierda por su lucha en la clandestinidad.

Y un apunte sobre la crispación. Se tiene la creencia de que eso es un invento del PP de Aznar. También disiento. En mi modesta opinión esa crispación le corresponde al señor Guerra por méritos propios con sus continuos ataques, sin misericordia, a Adolfo Suárez simplificados en la famosa frase de tahúr del Misisipi. Y esa inconsciencia política se hacía en medio del ruido de sables de la Operación Galaxia y todos los pronunciamientos militares que desembocaron en el Golpe del 23F. Todo, todo, todo por los votos, ¿verdad señor Guerra?

En fin, con esas estamos en vísperas de la investidura del señor Feijoo del 26 de septiembre. Señores del Gobierno, del PS y de Sumar, los veo muy confiados en que el señor Feijóo se va a pegar el batacazo. No se fíen. Átense bien los machos y piensen que, si Felipe y Guerra están sacando toda la artillería en poner a Feijóo -con Vox no se les olvide-, será por algo. Aunque por este camino, Felipe y Guerra van de cabeza al mismo libro de Historia que Tamames.

Señor Felipe González. Señor Alfonso Guerra. Estoy harto. ¡BASTA YA!