viernes. 03.05.2024

Escenario en Navarra

Si alguna palabra permite calificar el actual escenario político de Navarra ésta es caos. Viene a describir lo impredecible y desordenado de la situación. Hace un año, se conformaba un gobierno de coalición entre UPN (escindido del PP) y PSN.

Si alguna palabra permite calificar el actual escenario político de Navarra ésta es caos. Viene a describir lo impredecible y desordenado de la situación. Hace un año, se conformaba un gobierno de coalición entre UPN (escindido del PP) y PSN. El experimento gubernativo tenía alguna similitud con el anterior gobierno del año 95, donde una escisión de UPN (CDN) se unió al PSN, con el visto bueno de IU que le daba la mayoría absoluta. Claro está que el contexto socioeconómico era totalmente diferente. En ambos gobiernos, participé de alguna forma; desde el convencimiento de que la óptica progresista de gobierno es la más adecuada socialmente.

La actual presidenta salió elegida gracias a los votos del PSN, mediante un gobierno de coalición. Ahora, la presidenta Barcina da por roto el pacto, expulsando del Gobierno al PSN. Acaba una etapa de un Gobierno donde la desconfianza mutua fue la constante principal. La recomposición por parte de UPN de su alianza con el PP al inicio de la legislatura fue el detonante de esta desconfianza política.

Y ahora, ¿qué? En estos momentos, nos situamos en una etapa política sumamente inestable; solo sofocada por la llegada del verano; que más allá de las serpientes, calmará las tensiones. El actual gobierno monocolor tiene aprobado, para su administración, un Presupuesto que le autoriza el gasto en mayores cantidades de las que piensa ejecutar. Por lo tanto, no tendrá problemas en llevar adelante las acciones a emprender. Al contrario, los problemas le vendrán por definir qué no hacer, qué recortar, dada la contención del gasto público.

Cierto es que el Parlamento de Navarra se convertirá en un avispero para el Gobierno; pero más allá de la dialéctica política, desde el legislativo no se gobierna. Además, en Navarra, no es nuevo el desencuentro Gobierno-Parlamento. Durante mucho tiempo, se mantuvo el sistema de la lista más votada para la elección del Gobierno, en el caso de que no hubiera mayoría. Ello propició convulsas situaciones. Todavía recuerdo una frase del Presidente Allí que textualmente expresó que si el Parlamento loqueaba era cosa suya.

Por lo tanto, el actual Gobierno intentará sortear los escollos como pueda; a la espera de convocar elecciones anticipadas en el momento que ellos consideren más oportuno. Tendrá reciente en el recuerdo, la precipitada actuación de Cascos que convocó en Asturias elecciones anticipadas y las perdió. Tal como han declarado, UPN no es proclive a elecciones anticipadas; su tendencia, más bien, pasa por mantenerse, día a día, en la administración del gobierno. Serán contantes las llamadas a la responsabilidad, al pacto, cuando no al abrazo con el PSN. Pero nada será como antes.

En cualquier caso, el horizonte político más recurrido y socorrido en los próximos meses será el electoral. Es decir, cómo y cuando acaba la legislatura. Una situación y sensación de provisionalidad nos envolverá en los próximos meses.

A todo esto, estamos en plena crisis económica.

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