miércoles. 24.04.2024
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La salud es un bien preciado; por eso, para ser médicos se requieren años de estudios y práctica. No obstante, la posibilidad de que surjan eventos graves en pacientes está latente, aunque el médico tenga mucha experiencia y conocimientos.

Si se comprueba una negligencia médica, se puede cobrar una indemnización. Conoce qué negligencias son comunes y lo que debes hacer si eres víctima de una. 

¿Qué tipos negligencias médicas existen?

Primero no dañar, es el principio de la medicina; por tanto, ceñirse a los protocolos es primordial en el médico. Cuando un paciente se ve afectado porque un acto médico no se llevó a cabo como debió haber sido, se considera que ha habido una negligencia médica.

Un ejemplo de este tipo de actos es que, por no seguir protocolos adecuados de asepsia y antisepsia, el paciente se contagie de una bacteria hospitalaria que cause su muerte. Si se comprueba negligencia por parte del personal sanitario, los familiares podrían demandar y recibir una indemnización por mala praxis.

Las negligencias pueden darse por acciones médicas u omisiones. Te mostramos cuáles son las más frecuentes en cada caso.

Actos médicos negligentes

Un médico puede ser culpable de negligencia médica cuando lleva a la acción una práctica de forma incorrecta, o que no tengan una correcta indicación en determinado caso. En obstetricia es común que se cometan faltas en la realización de maniobras contraindicadas que terminan causando sufrimiento fetal y poniendo en riesgo la vida del bebé o, incluso, causando su muerte o la de la madre.

El uso de material de instrumentación, como las ventosas o fórceps, durante partos difíciles puede causar una lesión cerebral de nacimiento que impida un desarrollo neurológico óptimo en el niño. Este es otro caso que figura como una negligencia por acción médica.

Dentro de este tipo de negligencias también se encuentran las operaciones sin indicación que terminan complicándose o acaban en muerte, la incorrecta realización de procedimientos médicos, cirugías que ocasionan daños o errores diagnósticos y de tratamiento, entre otras. 

Negligencia por omisión médica

La no adopción de actos médicos que ocasione un daño temporal o permanente en el paciente puede considerarse un acto negligente. Por ejemplo, no intervenir con una cesárea cuando está claramente indicada puede ocasionar consecuencias graves en el bebé.

Ignorar la atención médica, no hacer pruebas diagnósticas de manera oportuna o prescindir del consentimiento informado del paciente, son causas de negligencia por omisión. Cuando se retrasa un diagnóstico se puede poner en riesgo la vida de una persona. Por ejemplo, no hacer diagnóstico y atención temprana de un ictus puede extender el daño cerebral de la persona. Si se demuestra que hay negligencia, puedes demandar. 

Reclamar una indemnización por negligencia médica

El plazo para reclamar una negligencia médica dependerá del tipo de consecuencia derivada del acto médico. Si la persona fallece, se puede demandar desde el momento de la defunción. Si la indemnización que se pide es para resarcir secuelas derivadas de actos médicos negligentes, el plazo de reclamo comienza desde que se llevó a cabo el acto médico.

En caso de haber sido víctima de un acto médico negligente, es conveniente solicitar la asesoría de un abogado especializado en Derecho Sanitario y en demandas por negligencia médica. De esta manera, puedes conseguir la indemnización de manera rápida y con el mayor valor posible.

Tipos de negligencias médicas más habituales