martes. 16.04.2024

El gas natural o gas fósil es uno de los métodos de obtención de energía que más se utiliza hoy en día. Empezó a extraerse a lo largo del Siglo XIX en Estados Unidos, pero ha adquirido una relevancia mundial gracias a las mejoras de sus prestaciones a inicios del Siglo XX.

Es, sin duda, un elemento muy versátil que se puede aprovechar en diferentes aplicaciones, además de emitir menos dióxido de carbono que el resto de combustibles fósiles. Para que sepas un poco más sobre el gas natural, hoy queremos contarte qué es este combustible, para qué lo utilizan las compañías de gas y cuáles son las ventajas que se obtienen de su uso.

¿Qué es el gas natural?

El gas natural es una mezcla de diferentes gases que, según el yacimiento del que se extraiga, tiene entre un 80 y un 97% de metano (en su mayoría, por encima del 90%). El resto de gases que conforman este combustible son el etano, el propano, el butano, el nitrógeno y el dióxido de carbono. Además, podemos encontrar algunas impurezas o restos de hidrocarburos más pesados o gases nobles.

Para su comercialización, se separan algunos de los gases en el momento de su extracción o en fases posteriores, tratando de optimizar el rendimiento de este combustible. Por ejemplo, el nitrógeno o el dióxido de carbono tienen muy poco poder calorífico, o los hidrocarburos que dificultan la combustión del gas natural de manera segura y eficiente.

El desarrollo de las diferentes tecnologías para aprovechar el gas natural se ha ido implementando de manera posterior al petróleo, ya que se descubrió en sus yacimientos que este gas podía ser de utilidad. Antes de eso, en la mayoría de extracciones de petróleo se quemaba el gas natural como un residuo más de todo el proceso.

En parte era por la imposibilidad de almacenar y transportar el gas, ya que se conocía su importante poder calorífico. Fue la optimización de técnicas de licuefacción de gas y la construcción de tuberías que contenían grandes presiones lo que permitió el aprovechamiento de este combustible.

Hoy en día, en Europa encontramos una enorme red de gasoductos que recorren miles de kilómetros por todo el continente. Además, son muchos los proyectos que se están llevando a cabo para conectar otros lugares del mundo, desde África y Asia, para poder acercar este gas allá donde sea necesario.

¿Para qué se utiliza el gas natural?

Como ya hemos dicho, el gas natural tiene muchas opciones de uso, entre las que destacan:

  • Combustible doméstico e industrial: Gracias a su alto poder calorífico, se hace uso del gas natural para muchos edificios. Su combustión puede regularse a voluntad, y su contaminación por dióxido de carbono es casi la mitad del resto de combustibles fósiles.
  • Materia prima en la industria petroquímica: A través de los diferentes componentes del gas natural, se puede obtener amoniaco, etileno, metanol, propileo o butadieno.
  • Centrales eléctricas de alto rendimiento: Como aquellas en las que se aprovecha el ciclo combinado de gas-vapor.
  • Combustible para vehículos: Cada vez hay más flotas de grandes vehículos (camiones, autobuses, buques…) que utilizan gas natural comprimido o gas natural licuado; además de utilizar el gas natural como pila de combustible para generar energía en los vehículos de hidrógeno.
  • Centrales de cogeneración: A través de la producción simultánea de calor y electricidad, se consigue rendimientos energéticos muy elevados.

Ventajas de utilizar gas natural

El gas natural es una de las fuentes de energía primaria de uso más reciente, y no fue hasta la segunda década del Siglo XX cuando comenzó a comercializarse en Estados Unidos. Este país fue pionero en la producción y consumo de gas natural, y su uso no se extendió a Europa hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Pero, como ya hemos dicho, se conocía su potencial desde los inicios de la extracción comercial de petróleo.

Las razones del creciente uso del gas natural en reemplazo de otros combustibles en el mundo son variadas y se pueden resumir de la siguiente manera:

  • Tiene un alto poder calorífico.
  • En comparación con otros combustibles fósiles, produce menos dióxido de carbono que afecta al efecto invernadero, consiguiendo así un medio ambiente más limpio y, además, encontrando menos restricciones y penalizaciones por el Protocolo de Kioto y las limitaciones de emisiones.
  • Resulta fácil generar calor para consumo doméstico e industrial.
  • Ha adquirido una gran importancia en procesos industriales, como pueden ser los tratamientos de endurecimiento de diferentes materiales o utilizado como elemento de síntesis.
  • Posee una gran versatilidad, ya que el gas natural puede competir con otras fuentes de energía primaria en el 70% de sus usos, principalmente en la producción de calor.

Sin embargo, el precio del gas natural está indexado, es decir, relacionado directamente al precio del petróleo y las reservas restantes. Al ritmo al que se consume el gas natural actualmente, sus reservas podrían agotarse en el medio plazo.

¿Qué es el gas natural y cuáles son sus ventajas?