viernes. 19.04.2024

En nuestro país, la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor establece que todos los automóviles deben contar con un seguro obligatorio. De esta forma, señala la norma, se garantiza que un asegurado pueda responder por los daños personales o materiales que cause a terceros.

Sin embargo, muchos automovilistas, lejos de conformarse con la opción más básica, desean una mayor protección y suscriben un seguro a todo riesgo. Sin duda, es una alternativa muy recomendable. Aun así, los expertos del sector asegurador observan que, a medida que un vehículo va cumpliendo años, interesa sopesar si conviene cambiar los seguros para coches a todo riesgo por seguros a terceros.

¿En qué consiste un seguro de coche a todo riesgo?

Dentro de la oferta aseguradora, el seguro de coche a todo riesgo es la modalidad más completa. Y se distingue del resto por incluir, entre otras garantías, la cobertura de Daños Propios. Es decir, los daños producidos en el vehículo asegurado y atribuibles a su propietario o un desconocido. Por ejemplo, un golpe contra un bolardo al aparcar o una abolladura de chapa ocasionada por un conductor que no deja sus datos y se da a la fuga.

Además, con el objetivo de diversificar su oferta y abaratar el precio de las pólizas, muchas compañías ofrecen la posibilidad de contratar un seguro a todo riesgo con franquicia.

Se trata de la cantidad de dinero que un cliente tiene que asumir para cubrir un siniestro según lo pactado previamente con la entidad. De esta forma, si los daños se valoran en 800 euros y la franquicia acordada es de 200 euros, este último será el importe que correrá a cargo del asegurado.

¿Cuándo es aconsejable contratar el seguro más completo?

Respecto a cuándo se aconseja contratar un seguro de coche a todo riesgo, los profesionales de la industria aseguradora recomiendan elegir esta modalidad, con o sin franquicia, al adquirir un automóvil nuevo. Y mantenerla durante los seis primeros años. 

A partir de ahí, teniendo en cuenta que los vehículos van depreciándose conforme transcurre el tiempo, y que, por lo tanto, las indemnizaciones en caso de producirse un siniestro serán menores, es el momento en que un conductor ha de plantearse contratar un seguro a terceros. Concretamente, un seguro a terceros ampliado.

¿Qué incluye un seguro a terceros ampliado?

Aunque cada compañía aseguradora utiliza una denominación comercial diferente, un seguro a terceros ampliado se sitúa entre el seguro a terceros obligatorio y el seguro a todo riesgo. Así pues, cuenta con las garantías de Responsabilidad Civil y Riesgos Extraordinarios del primero. Y si bien carece de la cobertura de Daños Propios del segundo, su nivel de protección es muy completo.

De este modo, un seguro de coche a terceros ampliado incluye, entre otras, las garantías de Defensa Jurídica y Reclamación de Daños, Rotura de Lunas, Incendio, Robo, Asistencia en Viaje y Accidentes del Conductor.

En cuanto al seguro a terceros básico, solamente se aconseja para los automóviles que apenas se utilicen. O que, debido a su antigüedad, tengan un valor venal muy bajo. Este último corresponde al precio de venta que tendría un automóvil asegurado justo antes de producirse un siniestro. Y es de referencia para las aseguradoras a la hora de determinar una indemnización.

¿Cuándo cambiar un seguro de coche a todo riesgo por uno a terceros?