viernes. 26.04.2024
epidemias

La pandemia de Covid-19 que afecta al mundo entero desde hace dos años ha puesto a los científicos en alerta ante otras posibles epidemias derivadas del cambio climático y la globalización.

El siglo XXI parece haber acelerado la aparición de nuevas enfermedades muy ligadas a nuestro tiempo y a nuestras nuevas formas de vida. De hecho, desde 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado hasta 4 veces el estado de emergencia internacional por la aparición de virus, como los brotes de Ébola en África, el virus de Zika, o como el más reciente SARS-CoV-2 al que se pueden sumar más en un futuro no tan lejano.

De ello han alertado esta semana médicos internistas en el marco del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) que se ha celebrado en Galicia, en el que han advertido de que no estamos a salvo ante posibles y futuros virus emergentes y reemergentes que pueden poner en peligro la salud a nivel mundial.

“El cambio climático o el incremento de viajes internacionales, entre otros, favorece que cada vez aparezcan enfermedades virales fuera de sus zonas habituales y las viriasis emergentes suponen un reto sanitario, ya que han sido y pueden ser el origen de futuras epidemias o pandemias. Es preciso que estemos familiarizados con ellas para poder detectarlas a tiempo y poder tomar las medidas adecuadas”, aseguró la doctora Marta Díaz Menéndez.

MICOSIS EMERGENTES

Los médicos invitan a no bajar la guardia y a permanecer vigilantes para detectar a tiempo estas nuevas enfermedades, como por ejemplo las micosis emergentes. Sobre ello habló la doctora Laura Prieto, al explicar que “los hongos son un grupo heterogéneo de organismos con gran capacidad de adaptación a condiciones ambientales extremas y una distribución mundial”.

Se sabe que hay más de 100.000 especies diferentes de hongos, pero solo unas 20 causan el 90% de las micosis en el hombre. La incidencia anual por cada 100.000 habitantes es muy variable según especies y área geográfica, pero se estima alrededor del 2-20 para candidiasis invasora, del 2-6 para criptococosis y 1-2 para aspergilosis invasora, según datos de la doctora Prieto.

“Aunque hay micosis emergentes, los casos aislados de hongos ya conocido son mucho más frecuentes. Además, las micosis pueden ser endémicas, con una mayor capacidad infectiva y una distribución geográfica restringida, o infecciones oportunistas, en pacientes inmunodeprimidos, al estar en tratamiento con quimioterapia, corticosteroides, fármacos biológicos, enfermos críticos en UCI, y con SIDA”, afirma.

ENFERMEDAD DE CHAGAS

Otras posibles enfermedades vienen derivadas de “Parasitosis ocultas y emergentes” como la enfermedad de Chagas (picaduras de chinches) o la estrongiloidiasis. Según un estudio del grupo de trabajo del doctor José Manuel Ramos, tras un cribado en más de 500 adultos originarios de Latinoamérica, el 11% tenían la enfermedad de Chagas, que desconocían, y el 12%, infección por Strongyloides. 

La mayoría de las personas con enfermedad de Chagas eran originarias de Bolivia, mientras que los afectados por Strongyloides procedían de Bolivia, Colombia y Ecuador. Ante esta realidad, “es importante el realizar cribado de enfermedades parasitarias ocultas en estos pacientes para así poder tratarlas y evitar la transmisión y complicaciones posteriores por el desconocimiento de las mismas”, señala.

GARRAPATAS

Las garrapatas pueden ser otro foco de infecciones. Hace solo 30 años  tanto en España como en Europa occidental, solo se habían descrito dos infecciones transmitidas por garrapatas (ETG): la babesiosis y la fiebre botonosa o exantemática mediterránea, pero “gracias a nuevas técnicas de diagnóstico molecular y de cultivo celular, ya se han descrito 13 afecciones por garrapatas en España, sin contar las infecciones importadas que son muy variadas y muy difíciles de diagnosticar si no se piensa específicamente en ellas”, explicó el especialista José Antonio Oteo Revuelta.

“Las ETG son un grupo heterogéneo de afecciones, muchas de ellas emergentes, de gran impacto en Salud Pública y Salud Animal. Actualmente, hay una infracomunicación de casos a nivel oficial, porque no todas son declaración obligatoria. Pero sabemos que hay miles de picaduras de garrapatas todos los años, indoloras y que pasan inadvertidas a casi la mitad de los pacientes. El periodo de incubación de algunas afecciones puede ser muy largo y hay que pensar en ellas para poder diagnosticarlas”, aseguró.

Debido a estas picaduras, todos los años hay cientos de personas afectadas de Borreliosis de Lyme, infecciones por Rickettsia que provocan fiebre botonosa, DEBONEL, o la provocada por Rickettsia sibirica mongolitimonae, descrita en toda España; también, todos los años se comunica algún caso de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, a veces con un desenlace fatal; y cada vez se diagnostican con más frecuencia casos de alergia alimentaria cruzada con la carne inducida por la picadura de garrapatas. 

“El estado de la cuestión es preocupante, cada año vemos más pacientes, pues hay muchos factores que favorecen que el problema vaya en aumento. Por ejemplo, las garrapatas son muy sensibles al cambio climático. Sabemos que, además de disminuir su mortandad y favorecer su expansión, algunas especies se vuelven más agresivas y buscan donde alimentarse con más avidez. Por otro lado, son muy resistentes a acaricidas y no se las puede eliminar de la naturaleza. Tenemos un problema que, sin duda, va a ir a más en los próximos años. Hay que concienciarse, ya que un diagnóstico y tratamiento precoz puede aliviar a muchas personas e incluso salvar vidas”, concluyó el doctor Oteo Revuelta.

Médicos alertan de las pandemias que están por venir