sábado. 20.04.2024
  1. La demanda de electricidad en España ha caído más de tres puntos en 2022 (-3,2%) con respecto a la registrada en 2021
  2. Mucha más fotovoltaica instalada
  3. Los aerogeneradores terrestres más grandes de España estarán en Euskadi
  4. La electricidad será en España un 30% más barata que en Francia en 2023
  5. Para alcanzar el objetivo del 55% habrá que reducir las emisiones un 7,5% cada año

La demanda de electricidad en España ha caído más de tres puntos en 2022 (-3,2%) con respecto a la registrada en 2021

El país ha usado durante los doce meses que acaban de concluir concretamente 250.596 gigavatios hora, mucha menos electricidad que en 2005, ejercicio que cerró con una demanda que superó holgadamente ese registro, hasta situarse en los 260.704 GWh.

La demanda 2022 es así la menor de los últimos 17 años. Esa es la primera clave energética que recoge el balance anual 2022 que acaba de publicar Red Eléctrica de España (REE).

2022 cierra como el curso que más electricidad han generado los ciclos combinados de gas natural de los últimos diez años. Sí, 2022, precisamente el año en el que el precio de ese combustible fósil ha sido el más elevado de la historia.

Mucha más fotovoltaica instalada

Los titulares de 2022 ponen a la fotovoltaica en su sitio: más potencia instalada, a un ritmo más alto, módulos más eficientes, precios más bajos (con matices en medio de la tormenta), más actores, con nuevas ideas, nuevos productos.

España gana relevancia en el panorama mundial del sector solar, los récords caen a diario.

Si algo nos puede enseñar la situación generada por la guerra en Ucrania es que, para asegurar nuestra independencia energética, para poder contar siempre con una energía limpia y barata, además de Sol necesitamos industria solar.

Los aerogeneradores terrestres más grandes de España estarán en Euskadi

Tendrán más de seis megavatios de potencia (6 MW) y se ubicarán, si cumplen con todas las exigencias administrativas, en la alineación montañosa comprendida entre los parajes de Las Llanas, Alto Rigadas y Monte Ilso Eguen, todos ellos pertenecientes al Territorio Histórico de Bizkaia.

Las máquinas tendrán 400 veces más potencia que la que ofertaba el aerogenerador Ecotècnia 12/15 (quince kilovatios) que un grupo de pioneros instaló en Girona en el mes de marzo del año 1984 y que pasa por ser el primer aerogenerador conectado a la red eléctrica española.

La electricidad será en España un 30% más barata que en Francia en 2023

Los futuros eléctricos, a la baja. Para el año 23 español ha descendido más de 10 puntos, hasta los 183,0 euros el megavatio hora; el francés ha caído un 40,6%, hasta los 265,94; y en Alemania el año 23 ha cerrado a 233,71 euros por megavatio hora.

Los datos son del Grupo ASE, empresa que se dedica a agregar demanda, es decir, a unir la demanda de grupos de clientes para comprar grandes paquetes de electricidad a un mejor precio.

ASE publica cada mes un Informe del Mercado Energético que repasa lo acaecido en España cada treinta días; y en  el informe correspondiente al pasado mes de diciembre, que ASE acaba de publicar, concreta esos números en lo que se refiere a los precios futuros eléctricos (año 2023).

Aparte de las previsiones, esto dice ASE en su análisis.

El precio diario del mercado mayorista español de diciembre se ha situado  en los 96,95 euros el megavatio hora (96,95 €/MWh).

Si a ese precio, salido de la subasta del mercado mayorista, se le añade el sobrecoste que supone para los consumidores el ajuste por el tope al gas (38,34 €/MWh), el mercado mayorista cierra diciembre a 135,29 €/MWh.

"Esto supone  una subida del 9,4% frente a noviembre, pero ese precio es un 43,4% más bajo que el de hace un año".

Por lo demás, en conjunto, el año 2022 cierra "con un precio medio de 209,69 €/MWh (ya sumado el tope al gas), un 88,3% más caro que el de 2021 y un 246,5% más elevado que el promedio de los últimos cinco años".

Los analistas de Grupo ASE señalan que la volatilidad ha sido extrema en diciembre, impulsada por (1) unas condiciones climatológicas anómalas, (2) la reducción de la demanda energética, (3) el aumento del aporte renovable y (4) la incertidumbre en los mercados de gas.

Diciembre empezó por encima de 250 €/MWh y ha terminado cercano a cero.

Caída de la demanda energética industrial. La demanda eléctrica se ha reducido un 7,5% respecto a diciembre del año pasado y cierra 2022 con un recorte interanual del 2,9%. La bajada de la demanda de gas ha sido aún mayor: desciende un 27,8% en diciembre y su saldo interanual es de -3,7%.

Los últimos datos disponibles, de noviembre, muestran que la demanda eléctrica industrial ha bajado un 13% y la de gas se ha hundido un 27,6%. "El gas se puede sustituir por biocombustibles o fuel, pero los procesos industriales que requieren electricidad no disponen de alternativa".

Los analistas del Grupo destacan que el comportamiento de la demanda energética industrial durante 2022 "no tiene precedentes". En todo caso -añaden-, si los precios energéticos se moderan en los próximos meses, se activará su consumo.

Renovables y nuclear frenan la generación eléctrica con gas
El intenso frío y la baja producción eólica al inicio de diciembre provocaron que los ciclos combinados de gas (CCG) aumentaran su producción para cubrir la demanda y elevaran el precio de la electricidad por encima de los 200 €/MWh. Pero, a partir de la segunda semana, las temperaturas fueron más templadas y se acompañaron de viento y lluvias, de manera que las renovables dominaron el mix y desplazaron a los CCG.

La electricidad española cuesta la mitad que la de las grandes economías europeas
El precio de electricidad en España ha vuelto a situarse muy por debajo en el contexto europeo por el efecto del tope al gas, el clima templado de la península y la fuerte producción renovable.

El precio español de diciembre (135,29 €/MWh, ya incluido el ajuste por el tope al gas) ha sido un 46,7% más barato que el precio medio de las grandes economías europeas (Alemania, Francia, Italia, Holanda y Reino Unido), de 272,67 €/MWh.

España cierra 2022 con el precio de la electricidad más bajo de Europa.

Históricamente, y al margen de los países nórdicos, Francia y Alemania han tenido los precios de la electricidad más competitivos de Europa, pero 2022 marca un antes y después.

España cierra el año con un precio medio de la electricidad de 209,69 €/MWh (ya sumado el ajuste por el tope al gas), frente a los 258,67 €/MWh de las grandes economías europeas. Por primera vez, el precio español está por debajo del alemán (234,15 €/MWh) y del francés (275,08 €/MWh), debido al impacto del mecanismo ibérico de tope al gas desde el 15 de junio de 2022.

La industria alemana se había beneficiado de la importación de gas barato que llegaba por tubería desde Rusia, pero la guerra en Ucrania ha diezmado este recurso. Por su parte, el parque nuclear francés es viejo y ha reducido su producción un 25% por problemas de mantenimiento y reparaciones. "La crisis que ha sufrido el país galo ha sido de tal magnitud que el Gobierno francés se ha visto obligado a rescatar a la gran eléctrica nacional EDF".

Así, ambos países están revisando su estrategia energética para los próximos años: "Alemania parece apostar por alargar la vida de sus viejas y contaminantes centrales de carbón y aumentar el suministro de gas noruego y sustituir el ruso por gas natural licuado, mientras que Francia se plantea renovar su parque nuclear y realizar fuertes inversiones en renovables". Estas estrategias sin embargo no resolverían sus problemas de escasez a corto y medio plazo.

La meteorología cambiante y la abundancia de GNL disparan la volatilidad del gas
A principios de diciembre, las temperaturas descendieron por debajo de la media estacional en el noroeste de Europa, a la vez que la producción eólica fue muy reducida. Para responder a la demanda se aceleraron las retiradas de gas de los almacenes subterráneos y las reservas descendieron a fuerte ritmo. En esa primera quincena el precio diario del TTF alcanzó los 140 €/MWh. A mediados de mes, se invirtió la situación térmica, las temperaturas se colocaron por encima de la media en Europa y se recibió un elevado suministro de GNL, lo que generó un contexto bajista que llevó al gas por debajo de los 80 €/MWh. Cierra diciembre con un precio medio de 115,17 €/MWh, tras subir un 28,5%.

En España, en diciembre las temperaturas han sido superiores a la media y han contribuido a contener la demanda de gas, que experimentó una caída del 27,8% respecto a diciembre del año pasado. La demanda convencional (residencial + empresarial) registró una caída del 32,4% y la utilizada para generación eléctrica descendió un 14,7%. España inició el mes alcista y experimentó una caída en la segunda quincena. El precio medio diario español de diciembre es de 101,82 €/MWh, con una prima de descuento sobre el TTF holandés (115,17 €/MWh) de 13,85 €/MWh.

Fuertes caídas en los futuros de gas
El frío de la primera quincena de diciembre hizo caer las reservas de gas europeas en 12 puntos porcentuales, hasta el 81%. Pero gracias al fuerte suministro de GNL durante la segunda quincena y la escasa demanda registrada, las reservas cierran el año con 30 puntos más que en 2021 y ocho por encima de la media de los últimos cinco años. Por eso los compradores han revisado a la baja sus previsiones de compra para el verano. El año 23 del TTF ha caído un 40,3% hasta los 86,77 €/MWh y el español ha descendido un 31,6% hasta los 82,96 €/MWh.

Los futuros eléctricos también se han visto arrastrados a la baja, por el fuerte descenso de los futuros sobre el gas y por la reducción del mercado de emisiones de carbono (-6,5%). El Yr-23 español ha descendido un 10,7%, hasta los 183,0 €/MWh. El francés cayó un 40,6% hasta los 265,94 €/MWh, apoyado por una mejora de la previsión de su producción nuclear. Y en Alemania el Yr-23 ha cerrado a 233,71 €/MWh, tras bajar un 37%.

Para alcanzar el objetivo del 55% habrá que reducir las emisiones un 7,5% cada año

Es una de las conclusiones del último informe 'Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España' del Observatorio Sostenibilidad, que concluye que la economía española no está en fase de descarbonización.

El 2022 ha terminado con un 5,7% más de emisiones de gases de invernadero que el año anterior, es decir, 305 millones de toneladas de CO2 equivalente (según los datos preliminares de 2022).

En el sector del transporte por carretera las emisiones han aumentado un 3,3% en 2022 y las de energía un 24%. Desde el Observatorio señalan que si se quiere llegar a un descenso del 55%, será necesaria una reducción anual del 7,5%. Los aumentos de 2021 y 2022 ya observados obligan a aumentar los esfuerzos de descarbonización de aquí a 2030.

El 2022 ha terminado con un 5,7% más de emisiones de gases de invernadero que el año anterior, un 5,17% más del año base de 1990 y un 31% menos respecto a 2005.

Es decir, las emisiones en 2022 ha sido 305 millones de toneladas de CO2 equivalente (según los datos preliminares de 2022); las emisiones del año base 1990 eran de 290 millones de toneladas de CO2 equivalentes, y las del año 2005 ascendieron a 442 millones de toneladas de CO2 equivalentes.

Por su parte, en 2021 fueron 288,6 millones de toneladas de CO2 equivalente. "La crisis desatada por el coronavirus supuso la mayor disminución de las emisiones en 2020, lo mismo que sucedió con el PIB, el empleo o el aumento de la deuda pública, por poner algunos ejemplos, pero la vuelta a la normalidad han supuesto ya un importante crecimiento, a pesar de la guerra en Ucrania y los altos precios del gas natural, el petróleo y la electricidad", según señalan desde el Observatorio Sostenibilidad en la publicación de su último informe 'Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España', que concluye que la economía española no está en fase de descarbonización.

En el informe también se señala:
• En el sector del transporte por carretera las emisiones han aumentado un 3,3% en 2022 y las de energía un 24%.
• En 2022 el consumo de petróleo ha crecido un 9,1% hasta octubre de 2022 (3,3% en el transporte por carretera) respecto del año anterior y el gas natural ha aumentado un 3,1%, a causa de una caída del gas natural destinado a todos los usos excepto a la generación eléctrica, que ha crecido un 75% hasta octubre.
• La producción de energía con emisiones de CO2 ha crecido un 22% y la producción de energía sin emisiones ha bajado un 3% hasta llegar a unas emisiones de 44 M de toneladas (un 24% más que en 2021).
Debido a los aumentos de 2021 y 2022 para llegar a los objetivos del 2030 de la ley de Cambio Climático habrá que aumentar el ritmo de descarbonización y reducir cada año un 5%. Si se quiere llegar a un descenso del 55%, será necesaria una reducción anual del 7,5%.

• Las emisiones sujetas al Comercio Europeo de Emisiones (ETS, en sus siglas en inglés) supusieron un 32% del total. Por su parte, los sectores difusos representaron un 67% de las emisiones totales, y la aviación un 0,7%, según los datos preliminares. La disminución de la quema de carbón para la generación eléctrica se quebró en 2022, con un aumento espectacular del 60%, aunque ya representa una fuente marginal, a diferencia del consumo del gas natural en las centrales de ciclo combinado, que creció un 61% en 2022, a pesar de los altos precios provocados por la agresión de Rusia a Ucrania. 

La producción hidráulica disminuyó un 40% a causa de la sequía, la eólica creció sólo un 1% y la fotovoltaica un 33%. Sólo la eólica evitó la emisión en 2022 de 30 millones de toneladas de CO2 equivalente. Por gases se observa que el CO2 representa un 80% aproximado, un 14% el amoniaco y 6% el N2O y el resto HFC, PFC, SF6, etc.

Como recomendaciones -informa el Observatorio- hay que señalar que los aumentos de 2021 y 2022 ya observados obligan a aumentar los esfuerzos de descarbonización de aquí a 2030 y permiten aumentar la ambición de los objetivos de reducción de la Ley de Cambio climático para conseguir una economía descarbonizada y más competitiva.

Deben también revisarse los procesos de decisión para lograr una descarbonización estructural y no coyuntural, tanto en el sector eléctrico y del gas, (precios elevados, recuperación de centrales hidroeléctricas, reserva de energía, etc..) o en otros temas como por ejemplo el del transporte de mercancías por carretera y la implantación del coche eléctrico, para lograr esta descarbonización.

La energía fotovoltaica en tejados en pequeñas instalaciones, naves industriales, centros comerciales debe de ser potenciada y permitirse el balance neto para que la población se beneficie de esta tecnología y así evitar el impacto de las grandes instalaciones sobre el territorio.

Las instalaciones fotovoltaicas sobre el territorio "deben de realizarse sobre zonas mineras, vertederos, escombreras y utilizando otras zonas antropizadas" como infraestructuras lineales, carreteras, autopistas, o invernaderos ya consolidados, que posibilitarían una implantación rápida y sin conflictos. "Una mayor penetración de fotovoltaica permitiría eliminar parte de la eólica con mayor impacto sobre la biodiversidad y mayor contestación social", señalan.

"Especialmente negativo" fue no asignar nueva potencia de energía termosolar, que es gestionable, en la última subasta realizada por el gobierno, por el límite del precio que impide una mínima rentabilidad a las empresas del sector. "Parece que se prefiere pagar mucho más por el gas natural importado, que garantizar un precio a la termosolar que garantice amortizar el coste de su instalación y reducir el coste, como ocurrió con la eólica y la fotovoltaica. 

Llama la atención también la fuerte caída de la cogeneración (-32%) y de la energía solar térmica, (-13%) que pesar de ser la "hermana pequeña" de la fotovoltaica también debería aumentar de una forma importante para la descarbonización".

Finalmente debe de aprovecharse la oportunidad de los fondos NextGeneration para finalmente descarbonizar la economía y permitir una recuperación verde baja en carbono.

José Santamarta, principal autor del informe, señala la importancia de la descarbonización para conseguir una economía más competitiva y la "necesidad de encarar de una vez la descarbonización del transporte tanto aumentando las mercancías por tren como por la electrificación del transporte privado".

Por su parte, Fernando Prieto, miembro dell Observatorio, indica que "se debe eliminar cuanto antes el gas de la ecuación, aumentar las inversiones en termosolar como renovable de almacenamiento, reducir la ganadería intensiva y potenciar el autoconsumo con balance neto y la implantación masiva de renovable fotovoltaica en zonas sin valor ecológico como vertederos, escombreras, o zonas mineras".

La demanda de electricidad en España en 2022, por debajo de la registrada hace 17 años