jueves. 02.05.2024

El trastorno por consumo de cocaína se da cuando el consumo de cocaína daña la salud o el funcionamiento social de una persona, o cuando una persona se vuelve dependiente a la cocaína. La forma pulverizada de cocaína se puede inhalar o disolver en agua e inyectarse. El "crack", que es cocaína en forma de roca de cristal, se puede calentar y su vapor se fuma.

La cocaína estimula al cerebro para liberar grandes cantidades de dopamina, la cual, cuando se acumula en grandes cantidades, da como resultado la euforia comúnmente referida por quienes abusan de la cocaína. A medida que una persona continúa consumiendo cocaína, se desarrolla una tolerancia, y esto significa que se requieren dosis más altas y un consumo más frecuente para mantener la euforia.

Cuando la dopamina se conecta con los receptores cerebrales dopaminérgicos produce una sensación de euforia. Esto sucede de forma natural, pero la cocaína provoca una respuesta exagerada que puede originar una adicción a dicha sustancia.

A medida que una persona continúa consumiendo cocaína, se desarrolla una tolerancia, y se requieren dosis más altas y un consumo más frecuente para mantener la euforia

Además, cuando un consumidor de cocaína deja de consumirla abruptamente, experimenta un cuadro de abstinencia. Esto genera un deseo muy fuerte de consumir más cocaína, además de cansancio, desinterés por la vida cotidiana, depresión, ansiedad, irritabilidad, somnolencia y, algunas veces, reacciones paranoides. Con frecuencia, estos síntomas provocan que el consumidor busque más cocaína para aliviar los síntomas de abstinencia.

El consumo de cocaína es responsable ya de más del 20% de los ingresos hospitalarios de psiquiatría. Lejos de ir a menos, se prevé que la cifra de afectados por la patología dual o concurrencia de trastornos adictivos y otros trastornos psicopatológicos, siga en aumento. El consumo de cocaína en nuestra sociedad está aumentando en los últimos años. En la encuesta domiciliaria del Plan Nacional sobre Drogas realizada en población española a comienzos del siglo veintiuno, el 5,9% de las personas entre 15 y 64 años han consumido cocaína alguna vez en su vida y el 2,7% la han consumido en el último año. Cuando comparamos estos porcentajes con los obtenidos en años previos, observamos que hay un continuo crecimiento en el consumo de cocaína. Por otro lado, cada vez está cobrando más interés la evaluación de las características psicopatológicas que tienen las personas que demandan tratamiento en los centros de drogodependencias, por la repercusión que puede tener en el tratamiento del problema con el consumo de drogas. 

El consumo de cocaína es responsable ya de más del 20% de los ingresos hospitalarios de psiquiatría. Lejos de ir a menos, se prevé que la cifra siga en aumento

Existe un consumo de cocaína y una psicopatología asociada. En primer lugar, por la alta prevalencia de problemas psicopatológicos entre los consumidores de cocaína. En el estudio Epidemiological Catchment Area del National Institute of Mental Health de EE.UU. (ECA) se señaló que un 76,1% de los sujetos con abuso o dependencia de la cocaína tienen un trastorno mental y el 84,8% presenta abuso o dependencia del alcohol. Y, en segundo lugar, porque la comorbilidad implica condiciones más crónicas, mayor resistencia al tratamiento y experimentan un deterioro psicosocial más severo.

Los siguientes síntomas están asociados con el trastorno por consumo de cocaína.

Efectos a corto plazo del consumo de cocaína: euforia, incremento en la energía, hablar excesivamente, estar alerta mentalmente, disminución en la necesidad de comer y dormir, pupilas dilatadas, temperatura incrementada, frecuencia cardiaca incrementada, presión arterial incrementada, comportamiento extraño, errático, o violento, vértigo, tics musculares, paranoia, nerviosismo, irritabilidad y ansiedad, paro cardiaco. ataques y muerte repentina.

Efectos a largo plazo del consumo de cocaína: ansiedad incontrolable o impredecible, tolerancia incrementada, dosis incrementadas, consumir cocaína en una juerga, irritabilidad, inquietud y paranoia incrementadas, psicosis paranoide desarrollada y alucinaciones auditivas.

Complicaciones médicas del consumo de cocaína: anomalías en la frecuencia cardiaca, ataque cardiaco, dolor en el pecho, insuficiencia respiratoria, ictus, ataques, dolor de cabeza, dolor abdominal y náusea

Como ejemplo del aumento de cocaína en la sociedad accidental citamos como en EE. UU. en el estado de Virginia, el número de sobredosis relacionadas con la cocaína ha aumentado desde 2013, con 968 sobredosis fatales en 2022, según datos preliminares del Departamento de Salud de Virginia, un aumento del 20 por ciento con respecto a 2021. De ellos, cuatro de cada cinco incluían fentanilo, ilícito o un análogo, siendo esto un factor clave detrás de las muertes.

Los investigadores del Instituto de Investigación Biomédica Fralin en VTC están trabajando para comprender mejor el trastorno por consumo de cocaína y ayudar a revertir la tendencia nacional en USA. "Los estimulantes están regresando. El consumo de cocaína y la adicción han aumentado durante más de una década, sin un tratamiento sólido", refiere Warren Bickel, profesor del Instituto de Investigación Biomédica Fralin en VTC y director del Centro de Investigación de Recuperación de Adicciones.

El estudio enfatiza la “teoría de la patología por refuerzo”, en la que un individuo otorga un mayor valor a la recompensa inmediata, por ejemplo, por la forma en que una sustancia lo hace sentir, y un valor menor a las ganancias futuras.

El individuo otorga un mayor valor a la recompensa inmediata, por ejemplo, por la forma en que una sustancia lo hace sentir, y un valor menor a las ganancias futuras

Para el estudio, los investigadores utilizarán el manejo de contingencias de cocaína al proporcionar dinero en efectivo o algo de valor a las personas que cumplan con sus objetivos de tratamiento. "Cuando las personas consumen drogas, sabemos que renuncian a sus trabajos, relaciones sociales, familia, incluso a sus vidas, pero cuando reciben varios dólares por muestras de orina sin drogas, se vuelven diferentes. ¿Qué explica eso?, pues su horizonte temporal. Te doy dinero por una muestra de orina limpia y de inmediato le das la vuelta. Las drogas pierden valor", manifiesta Bickel.

El Centro de Investigación para la Recuperación de la Adicción está reclutando adultos que usan cocaína para el estudio de esta investigación, pagada, sobre la toma de decisiones. Se les pedirá a los participantes que visiten el laboratorio de Roanoke 13 veces durante cinco semanas para someterse a resonancias magnéticas, informar sobre su consumo de cocaína, realizar evaluaciones computarizadas y proporcionar muestras de orina. “Estamos pidiendo a las personas que participen durante varias semanas seguidas, y aprenderemos si abordar su visión a corto plazo del futuro puede ser una clave adicional para tratarlos. Hace tiempo que deberían haberse realizado nuevas intervenciones, y cada vez hay más pruebas de que este esfuerzo es una idea cuyo momento ha llegado, está produciendo efectos que queremos medir, refieren estos investigadores”, concluyen los autores de la investigación.

Por último, compartir esta reflexión de Rudyard Kipling: “Las palabras son la más potente droga utilizada por la humanidad”.

Aumento del trastorno por consumo de cocaína