lunes. 29.04.2024

El sueño es un complejo proceso biológico. Cuando se duerme se está inconsciente, pero las funciones del cerebro y cuerpo siguen activas. Por ello, cuando no se obtiene suficiente sueño de calidad, sentirse cansado no es la única consecuencia. Puede afectar su salud mental y física, y a la vida diaria.

La falta de sueño puede tener consecuencias significativas para nuestra salud física y mental. La privación del sueño no sólo provoca cansancio o fatiga, también afecta a nuestro estado de ánimo, así como a nuestro rendimiento, incluyendo nuestras capacidades para pensar, reaccionar y concentrarnos. A medio y largo plazo, no dormir suficiente se asocia también con un mayor riesgo de problemas de salud como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. 

No dormir bien trae diversas afectaciones para el cerebro:

1- Disminución de la atención: Las personas pueden permanecer dispersas o con dificultades para concentrarse. Se debe a una merma de la actividad en las neuronas de la corteza prefrontal, que mantienen la atención continua, así como de la llamada red de prominencia. Esta área del cerebro se ocupa de reconocer la información nueva en el entorno y de concentrar la atención en los acontecimientos importantes.

El sueño es un complejo proceso biológico. Cuando se duerme se está inconsciente, pero las funciones del cerebro y cuerpo siguen activas

2- Alteración del reloj biológico: Una noche sin dormir es suficiente para que la actividad de los genes que controlan el reloj biológico de las células se trastoque. Esos cambios en la expresión del ADN afectan el control de los niveles de azúcar en la sangre tanto en el tejido graso como en los músculos, según una investigación de la Universidad de Upsala, en Suecia. Y lo más preocupante es que eso incrementa el riesgo de padecer diabetes.

3- Pérdida de neuronas: Un estudio del mismo centro sueco publicado en la revista Sleep revelaba que no pegar ojo aumenta los niveles sanguíneos de dos moléculas indicadoras de daño neuronal: la NSE y la S-100B. Es decir, la falta de sueño hace que las personas pierdan tejido cerebral.

4- Ansiedad de comer: De acuerdo con los científicos, la falta de sueño provoca que las neuronas del área del cerebro relacionada con el deseo de comer, la corteza cingulada, se activen con más intensidad de lo normal.

5- Riesgo de alzhéimer: Mientras las personas duermen, las proteínas ß-amiloides que durante el día se acumulan en el cerebro y que están relacionadas con el alzhéimer se eliminan hasta reducir a mínimos su concentración. Sin embargo, una jornada sin dormir impide que se produzca esa limpieza, lo que aumenta el riesgo de padecer demencia, como sacaba a la luz un estudio holandés en JAMA Neurology.

6- Alteración de la memoria: Cuando las personas no duermen, la formación de falsos recuerdos aumenta y la tendencia a incluir en la descripción de unos hechos detalles erróneos se incrementa.

7- Afectación al conducir: Después de pasar un día sin dormir es aconsejable que las personas eviten ponerse al volante, incluso si no han probado alcoho

Se sabe el poder del sueño y el papel vital que desempeña en la salud humana, el rendimiento cognitivo y en la regulación de nuestro bienestar emocional. Numerosos estudios sobre la falta de sueño han demostrado caídas en las funciones neurocognitivas, en particular la atención vigilante, las respuestas motoras, el control de la inhibición y la memoria de trabajo. A pesar de esto, la pérdida de sueño continúa siendo un desafío para la salud pública y afecta a personas de todas las edades.

Dentro de las afectaciones de la falta de sueño a la vida diaria, está como esta falta de sueño afecta a la toma de decisiones arriesgadas. Con poca información sobre el impacto de la falta de sueño en la toma de decisiones arriesgadas a nivel de neuroimagen, investigadores de la Universidad de Ottawa y la Universidad de Pensilvania encontraron que un período de 24 horas de privación de sueño afectó significativamente los procesos de toma de decisiones de los individuos al amortiguar las respuestas neuronales a los resultados de sus elecciones.

Se sabe el poder del sueño y el papel vital que desempeña en la salud humana, el rendimiento cognitivo y en la regulación de nuestro bienestar emocional

En otras palabras, las personas tienden a exhibir una reducción de las emociones positivas en respuesta a los resultados ganadores y una disminución de las emociones negativas cuando se enfrentan a pérdidas después de pasar toda la noche en vela en comparación con su condición basal bien descansada.

El sentido común dicta que, si las personas incurren en pérdida de sueño, trastornos del sueño o un trastorno del sueño, su función cognitiva se verá afectada, su atención y eficiencia disminuirán. Pero también hay un impacto emocional.

El estudio, que evaluó el impacto de una noche de privación total del sueño en 56 adultos sanos, encontró:

· Una sola noche de privación de sueño disminuye significativamente la activación cerebral relacionada con los resultados de victorias y derrotas durante la toma de decisiones.

· La privación total del sueño tuvo el efecto perjudicial al interrumpir la relación entre la respuesta neuronal y el comportamiento de riesgo del individuo, lo que podría estar relacionado con la percepción alterada de la toma de riesgos.

La pérdida de sueño continúa siendo un desafío para la salud pública y afecta a personas de todas las edades

Si bien numerosos estudios han ilustrado previamente los efectos de amplio alcance de la privación del sueño en varias funciones cerebrales y cognitivas, incluido el procesamiento de la atención, la consolidación de la memoria y el aprendizaje, este estudio aborda el impacto específico de la pérdida de sueño en la toma de decisiones.

Estos resultados subrayan la importancia de mantener un sueño adecuado y cómo las personas deben abstenerse de tomar decisiones importantes cuando experimentan privación crónica o aguda del sueño.

En profesiones específicas en las que se requiere que los responsables de la toma de decisiones operen bajo la pérdida de sueño acumulada, podría ser necesaria una formación especializada o una gestión del riesgo de fatiga para permitirles manejar tales situaciones de manera efectiva.

Datos clave del estudio:

1. Una sola noche de privación de sueño disminuye significativamente la activación cerebral relacionada con los resultados de victorias y derrotas durante la toma de decisiones.

2. Este impacto de la pérdida de sueño afecta tanto a las respuestas emocionales positivas como a las negativas, alterando la percepción del riesgo.

3. Los hallazgos del estudio enfatizan el papel crítico del sueño adecuado en el mantenimiento de habilidades efectivas para la toma de decisiones, particularmente en profesiones de alto estrés.

Por último, compartir esta reflexión de Miguel de Cervantes: “El sueño es el alivio de las miserias para los que las sufren despiertos”.

La falta de sueño afecta a la toma de decisiones