jueves. 25.04.2024
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El pasado lunes las grandes redes sociales como Facebook, Instagram y WhatsApp, sufrieron un corte de varias horas, una masiva interrupción de sus servicios decenas de millones y han leído bien, decenas de millones de usuarios se vieron afectados y el pensamiento fue uniforme: ¿Qué hacer? ¿cómo puedo estar así horas? ... bienvenidos a la vida virtual.

En ese momento Facebook Inc., que es propietaria de las tres redes sociales, pidió disculpas por los inconvenientes ocasionados, que estuvieron cerca de 10 horas desconectadas.

Fue el momento en el que nos dimos cuenta que para nada sirve nuestros perfiles, nuestras fotos en red, nuestros selfies, si no hay detrás de ello más intención de que nos conozcan quienes no tenemos cercano y fue el momento en el que nos dimos cuenta que Whatsapp no es solo una red, sino el modo de saber a que hora quedamos, donde está mi hijo, si le habrá llegado a mi pareja que llegaré tarde.

Fue una vuelta a la realidad, al llamar y oír tu voz, al ir a visitar a quien teníamos que comentar algo… siempre digo que hoy en día “acariciamos mas” a los móviles, a los celulares, que a las propias personas.

“Somos conscientes de que algunas personas tienen problemas para acceder a nuestras aplicaciones y productos. Estamos trabajando para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y pedimos disculpas por cualquier inconveniente”, dijo la empresa estadounidense.

Leyendo noticias, precisamente en la red estos días me encuentro con una que dice “La interrupción se produce un día después de que una mujer que filtró a las autoridades estadounidenses documentos de Facebook que afirman que sus productos alimentan el odio y dañan la salud mental de los niños, apareciera en la televisión para revelar su identidad”. Casualidad o causalidad, nunca lo sabremos

Pero permitirme que vuelva a whatsapp, en el caso de esta aplicación cuando los usuarios envían mensajes, les aparece el mensaje “conectando” y el icono de un reloj, pero el contenido no llega a enviarse a su destinatario y te dice que lo reintentes, y ese fue el comienzo del gran caos… personas reenviando una y otra vez el mensaje porque pensaban que el problema era de cobertura. Me gustaría preguntarte querido lector… ¿Cuándo se volvieron a activar las redes cuantos mensajes te llegaron repetidos?, a buen seguro varios.

Por eso, por lo ocurrido esta semana, mi post va dedicado como mediador, a los conflictos en las redes sociales y compartir con vosotros algunos consejos para saber gestionarlos.

Es necesario y no lo dudamos, que estamos en la era digital en todos los sentidos, y que las redes nos traen grandes beneficios. Es más, en otros posts, relacionados con la “huella digital” del mediador, abogo, porque la cuidemos y mimemos ya que nuestros clientes, nos conocen por ellas incluso antes de acudir a su primera reunión. De igual forma despachos, estudios, empresas, marcas, todas tienes su página web, donde se promocionan y anuncian sus servicios o productos. No olvidemos que incluso en nuestro trabajo se potencia las mediaciones on-line incluso.

Pero ante situaciones de crisis y conflictos surgidos de las redes sociales ¿que hacer? Y no dejamos de lado, los foros, chats, lugares de “libertad de expresión” donde hasta los emoticonos con los que terminamos las frases no coinciden con el mensaje que queremos reciba nuestro receptor.

Disputas, reclamaciones de todo tipo, bajas de grupos, desatención a mensajes…vaya caos.

Pues ahí también los mediadores tenemos que estar, para evitar en la medida de lo posible, ver una oportunidad donde hay un problema y saber “reformular” mensajes escritos

¿Qué debemos hacer? Ahí van mis consejos, a buen seguro simples, pero que a mí me sirvieron:

1.- Es necesario una “atención temprana”: las redes sociales producen un efecto dominó inmediato, y algo ocurrido en las mismas, tiene la “virtud” o el “defecto” de que llega al otro lado del planeta en décimas de segundo.

2.- Evita conflictos en foros y chats, por eso viene bien establecer unas normas de uso de los mismos, que plantean “las reglas” del juego

3.- Intenta no borrar opiniones negativas (si las ofensivas) porque siempre es importante aceptar la crítica si ésta es constructiva, te ayudará a mejorar y para ello utiliza el humor y el ingenio. Y sobre todo no entres en temas delicados en constante radicalización: religión, política…

4.- Si cada vez pasamos más horas conectados, desconecta un poco, calendariza cuando y como intervienes, te ayudará a resetearte. 

5.- Se muy correcto: Por mucho que traten de que nos ofendamos, hemos de procurar no perder la compostura. Contestar de forma educada desarmará al otro y ayudará a rebajar la tensión y producirá un efecto positivo en favor de tus palabras escritas.

6.- No presumir... el ego es el principal “cáncer” del siglo XXI. Solo nos importa como hemos salido en la foto, o lo bueno que hemos sido… ejercita la humildad también en las redes; ello no significa que estes poco presente, sino que tu presencia no perjudique o se compare con nadie.

7.- Aunque sea virtual… cuenta hasta diez y vigila tus emociones. No por contestar más rápido, lo hacemos mejor, tanto que muchos mensajes o post… es mejor no entrar en el asunto. El silencio en redes también es un gran valor. Es difícil como nos piden a los mediadores… empatizar con quien no conocemos en persona.

Así que, queridos amigos y amigas, seamos conscientes que incorporar lo que manejamos en mediación a las redes sociales, permitirá que interactuemos de manera más horizontal, más libre y a saber gestionar mejor los conflictos surgidos en las mismas. Ha sido un buen momento el “apagón de Facebook, Instagram y Whatsapp, para darnos cuenta de la importancia de sabernos reciclar".


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