La Agrupación de Periodistas de UGT, la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión, el Colectivo de Periodistas de CCOO, la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) y el Sindicat de la Imatge UPIFC consideran que la reforma Laboral "no creará empleo" y "solo facilita y abarata el despido".
Los principales sindicatos de periodistas instan a los trabajadores de la comunicación a participar en la huelga general, convocada para el próximo 29 de marzo por UGT y CCOO, en protesta por la reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno.
Según estos sindicatos, la modificación de la legislación laboral "vulnera" derechos elementales de los trabajadores y "trastorna" el "necesario" equilibrio social al otorgar a la patronal la potestad de poder modificar, de forma unilateral, las condiciones laborales.
La reforma laboral "pretende terminar" con la negociación colectiva, al posibilitar que las empresas apliquen descuelgues salariales "incumpliendo" lo que pacten en los convenios colectivos.
Los sindicatos de periodistas añaden que la nueva legislación del mercado laboral español supone "una regresión histórica destinada a postergar derechos que deberían ser inalienables para todo legislador".
Explican que en el ámbito de los medios de comunicación la reforma laboral "está reduciendo la calidad del trabajo estable y aumentando la temporalidad y la externalización de las tareas en condiciones abusivas".
En este sentido, consideran que la precariedad que afecta a los trabajadores de los medios "redunda en la vulneración de la garantía constitucional al derecho a la información de la ciudadanía".
En la nota de prensa, los sindicatos de periodistas también manifiestan su rechazo a las políticas de ajustes económicos que, "obedeciendo a los mercados financieros, están acabando con el bienestar de los pueblos, destrozando las economías y mermando la soberanía de los países de la Unión Europea".
Por todas esas razones, los sindicatos de periodistas llaman a participar en la huelga general con el fin de "sensibilizar a los legisladores sobre la injusticia de una reforma laboral que carece de razones que la justifiquen".
