domingo. 28.04.2024

Hace unos pocos días nuestra Federación Sindical Internacional, IndustriALL Global Union, nos informó [1] de la reciente firma de la renovación de un Acuerdo Marco Global, el de la multinacional francesa de la aeronáutica SAFRAN.

La aparente buena noticia de un nuevo paso en la negociación sindical global se convirtió para mí primero en decepción y luego en la necesidad de una reflexión crítica, a distancia por mi parte, sobre la negociación con las empresas multinacionales. 

Vayan unas notas en primer lugar sobre la empresa signataria, SAFRAN. Se trata de una multinacional francesa de la aeronáutica, defensa y seguridad, con sede central en Paris. Creada en 1896, cuenta hoy con 83.000 trabajadores en 276 centros de trabajo de 27 países, más su aún desconocida cadena de valor, aunque de sus dimensiones se deduce una seguro que importante cadena de suministros. Tiene una nutrida página web con interesantes subapartados sobre su historia [2], y lo que denomina “compromisos” [3]. Entre tales compromisos me llama la atención su expresa referencia a la “filantropía” sin mencionar la “diligencia debida”, a no ser que los confunda, lo que no parece por los contenidos filantrópicos citados, sin referencia alguna a lo que hoy es la cultura general sobre sostenibilidad, responsabilidad social empresarial, diligencia debida,… 

Acuerdos como el de SAFRAN expresan una grave limitación en la responsabilidad de la multinacional en sus propias empresas

Mi decepción fue en aumento cuando busqué la mencionada “renovación” del Acuerdo Marco Global en cuestión. Excluido de la información, busqué en la página de IndustriALL, donde sólo encontré el Acuerdo de 2017 [4]. A éste voy pues a referirme brevemente para enlazar luego con algunas ideas sobre la negociación colectiva global con las multinacionales.

En este AMG se indica expresamente como “ámbito de aplicación” la propia empresa, sus filiales en las que participa con más del 50% y aquellas en las que asume la responsabilidad de gestión. Respecto al resto de filiales y a su cadena de proveedores solamente señala que en este ámbito promueve su aplicación, sin establecer ningún control de tal supuesta obligación. En la firma de su renovación en 2023 se indica, sin más precisión, que el AMG renovado “afecta a los suministradores”, aunque hemos ya visto antes cuáles son los “compromisos” de esta aeronáutica multinacional. 

El ámbito de los compromisos de la cabecera de las multinacionales es una cuestión importante, esencial. Por otra parte, la carencia señalada en SAFRAN no es un caso aislado, es más, se trata de una amplia característica de los actuales AMG, franceses y otros, excepto de algunos de la industria de la moda.

Esto me lleva plantear a algunas ideas sobre los posibles, de interés sindical, “acuerdos marco” con las empresas multinacionales. Desde la distancia de la jubilación y de mi ignorancia de la pequeña historia de las reuniones internas del sindicalismo organizado, pero desde la proximidad de una bastante larga experiencia en la negociación colectiva nacional e internacional.

El sindicalismo organizado, nacional y supranacional, tiene ya hoy suficientes experiencias para avanzar mucho más eficazmente

Un acuerdo con una multinacional referido a la empresa y sus principales filiales podría parecer un avance, aunque insuficiente. Pero si abordamos sus contenidos, podemos llegar, yo llego, a otra conclusión: acuerdos como el de SAFRAN (similar al de varias multinacionales francesas y de otras) expresan una grave limitación en la responsabilidad de la multinacional en sus propias empresas, en las que tiene una directa implicación en las condiciones de trabajo de las mismas. Así lo entiendo cuando se refiere solamente de forma genérica a los derechos fundamentales del trabajo, sin ninguna concreción de su aplicación: a las garantías de empleo (por país y/o global), a los salarios (aunque distintos en los diversos países, podrían, deberían, cuantificarse sus mínimos, sus incrementos, sus componentes fijos y variables,…), a la jornada (máximos, horas extra -voluntariedad y precios- flexibilidad y su gobierno,…), no discriminación por género, etnia, nacionalidad,… (y procedimientos de la acción positiva al respecto), seguridad y salud (y sus garantías para cubrir las deficiencias locales), derechos sindicales específicos ante posibles limitaciones locales, ... Eficaces experiencias sobre tal esquema de “Acuerdo Marco”, de aplicación a centros de trabajo muy heterogéneos lo tuvimos en FITEQA-CCOO en la negociación con Repsol (desde las más pequeñas gasolineras hasta las grandes refinerías) y Gas Natural. Este esquema y criterio sindical podría llevarnos a unos “Acuerdos Marco de…. -nombre de la multinacional-”.

Distinto sería el, creo que necesario, “Acuerdo Marco Global” con cada multinacional sobre toda a su cadena de valor, de obligada aplicación con control desde la matriz y con intervención del sindicalismo global y del sindicalismo local. Y, ya puestos, quiero apuntar los elementos esenciales de éstos AMGs (de posible desarrollo en un par de folios) como resultado necesario de la imprescindible negociación del sindicalismo organizado con la multinacional:

  1. Ámbito: Referencia expresa, descripción detallada (mapa) y entrega a los principales Grupos de Interés (al sindicalismo organizado en primer lugar), de toda su cadena de valor (matriz y filiales, proveedores -contratas y subcontratas hasta su último eslabón-, logística, distribución y venta -tiendas propias y franquicias-)
  2. Contenidos: Referencia expresa a los Convenios de la OIT (breve denominación sin necesidad de copiarlos para llenar páginas del AMG).
  3. Mapa de los Grupos de Interés, es decir de los colectivos “impactados” por la actividad empresarial: trabajadores (sindicatos) de toda la cadena de valor, colectividades de los entornos de todos sus centros de trabajo, consumidores, …

Que 2024 vea los necesarios avances en nuestro mundo globalizado en la defensa de la sostenibilidad social y ambiental, del trabajo decente

  1. Mapa de riesgos sociales y ambientales (materiales, legislativos, …) que resultan de la realidad de los países y de los centros de trabajo en cada uno de los países en los que se extiende la cadena de valor.
  2. Derechos de intervención de los Grupos de Interés: negociación y firma del/los AMGs, de los mapas señalados, conocimiento de la cadena de valor detallada, de acceso a los centros de trabajo de ésta, con procedimientos para contribuir a la eficaz aplicación del/los AMGs y la corrección de sus incumplimientos, y de seguimiento y balance de esta aplicación. Con el compromiso de contribuir, empresa y Grupos de Interés, a la negociación complementaria de las condiciones de trabajo y de vida en toda la cadena de valor (de particular interés por la significación que tienen en todos los países las cadenas de valor de las multinacionales)

Seguramente resulta sencillo de explicar, y algo más complicado de aplicar, pero estoy convencido que el sindicalismo organizado, nacional y supranacional, tiene ya hoy suficientes experiencias para avanzar mucho más eficazmente en esta línea de trabajo, mucho más de lo que pone de manifiesto la renovación del acuerdo de SAPLAN..

2024 se juega en primer lugar en Gaza y en Ucrania, pero también en el avance, o no, en la sostenibilidad climática y en la dignidad del trabajo.

Sirvan en todo caso estas notas para concretar mis mejores deseos a todas y todos en este final de año. Que 2024 vea los necesarios avances en nuestro mundo globalizado en la defensa de la sostenibilidad social y ambiental, del trabajo decente. ¡Y que tales deseos no se consideren como la “carta a los Reyes Magos”! ¡Son factibles si se aprende de la experiencia! Sólo es necesario asumir el objetivo.


[1] IndustriALL Global Union 
[2] La aeronáutica SAFRAN 
[3] Safran
[4] IndustriALL Global Union 

Por un sindicalismo global en las empresas multinacionales