viernes. 19.04.2024

Soy cliente de Naturgy bajo la tarifa de mercado libre. El consumo de electricidad de agosto fue de unos 100 euros que en la factura de septiembre se convirtió en 200. No se pierdan ni una línea que les va mucho dinero en ello.

Resulta que el 13 de mayo de este año el Gobierno publica el Real Decreto-Ley (RDL) 10/2022 con una vigencia temporal de un año, con el objetivo de abaratar el recibo de los ciudadanos y empresas e influir en el mercado del gas.

En los medios de comunicación se dice que las eléctricas han bajado su facturación y, por tanto, sus beneficios. Y las malas lenguas hablan que quieren mantenerlos sea como sea.

Volviendo a la factura, mi primera reacción de ciudadano resignado por lo caro que está todo, fue pensar que este verano el aire acondicionado me había salido por un pico por la calorina. Acepté el cargo en el Banco hasta que unos días después recibí la factura en papel y me puse a mirarla con lupa.

Al consumo de 100 euros se le añade un concepto ‘Mecanismo de ajuste RDL 1072022’ que supone una especie de recargo de otros 100. Ignorante de mí que creía que el decreto era para abaratar la factura.

Al consumo de 100 euros se le añade un concepto ‘Mecanismo de ajuste RDL 1072022’ que supone una especie de recargo de otros 100

Aunque la gente ha firmado su contrato hace años o décadas, Naturgy me dice que se renueva cada año, como referencia para aplicar las tarifas. Supongo que será legal, En mi caso, a finales de agosto, y entonces entra en vigor el RDL.

Irritado por el “supuesto hachazo”, llamo al teléfono de atención al cliente. A las diferentes llamadas recibí respuestas de lo más dispar. Con contradicciones incluidas. Desde que la culpa es del Gobierno, que la factura está bien hecha, que de esos 100 euros de más la mitad es para el Gobierno y la mitad para Naturgy, o que todo era para el Gobierno, o que todo era para Naturgy, etc…

Señores de Naturgy, ¿no pueden aunar criterios que casi me vuelven loco?

A la vista de que no solucionaba nada se me ocurrió llamar al Ministerio de Consumo. Me remitieron al de Transición Ecológica quien me dio palabras de consuelo y un correo de un organismo oficial “a ver si me decían algo por escrito”. Hasta ahora no he recibido nada.

Pues allá que te voy y utilizando mi condición de periodista llamo a Moncloa pidiendo ayuda para que me pase con alguien de Prensa y aclararme las ideas. No fue posible. La forma de dirigirse allí es por correo electrónico cuya dirección me facilitaron.

Punto y aparte. Mis colegas de Prensa de Moncloa deben ser muy importantes y, quizás, solo atiendan a periodistas famosos y no a desconocidos como yo. Ni en la Facultad ni en la APM, de la que soy socio, me han enseñado que haya periodistas de primera y última fila. Quienes tenemos cierta experiencia de un Gabinete de Prensa, una de las primeras lecciones que aprendimos es a no menospreciar a nadie y atender tanto a las plumas brillantes y estrellas mediáticas como a un simple novato de una revista de barrio. 

Es posible que esta pieza no la lea nadie y entonces tengan razón cuando pensaron: una llamada menos de otro pesado. Dada la importancia del asunto, que afecta al bolsillo de millones de ciudadanos, ¿y si se convierte en viral y corre como la pólvora? Entonces estarán obligados a leerla. Tarjeta amarilla, queridos colegas. Lo siento.

Escribí el correo y contestaron a la mañana siguiente en un texto de tipo estándar que no responde a la solución del problema, aunque si menciona algunos conceptos a destacar. Como “reducción del precio de la electricidad”, “limitar el impacto que la subida del precio del gas…”, “está permitiendo que los consumidores paguen menos”, “la CNMCdebe elaborar una detallada guía…”.

Señores del Gobierno, ¿y si las eléctricas, preocupadas por su margen de beneficio, deciden seguir por ahí y nos doblan a todos la factura?

Al principio, los de Naturgy ni siquiera aceptaban una reclamación a la que creo tengo derecho como cliente y la eléctrica tiene la obligación de atender, lleve o no razón. Mi argumento principal es que era un escándalo ver mi factura duplicada y que no puede haber en el mundo un gobierno que sea tan torpe para hacer esto en un decreto.

Hice una última llamada y tuve la suerte de que me atendiera una persona amable que anotó la reclamación. Pues bien, apenas siete horas después, recibí una llamada de Gas Natural, todavía más amable, pidiéndome disculpas, reconociendo mis argumentos, refacturando varis facturas y devolviéndome cierta cantidad. Le di las gracias y le pedí confirmarlo por correo electrónico, como así fue en un minuto, por lo cual le volví a dar las gracias.

En este ajetreo he averiguado también respecto al gas, que se presenta una subida del triple para el mercado libre. Así que estén atentos y comprueben sus facturas y contratos que viene el invierno.

Llegamos al final. Si las nuevas facturas se corresponden con lo dicho por Gas Natural, debo deducir que estaban aplicando mal el RDL o, como vulgarmente se dice, cogiendo el rábano por las hojas.

Señores del Gobierno, ¿y si las eléctricas, preocupadas por su margen de beneficio, deciden seguir por ahí y nos doblan a todos la factura? Pues ya pueden corregir el decreto echando leches o átense los machos y que Dios les pille confesados.

Naturgy, las eléctricas y el follón del Decreto Ley