jueves. 25.04.2024

Es cierto que muchos alumnos y no tan alumnos sino profesionales de la mediación, me comentan las grandes dificultades que tienen no solo ya de vivir de la mediación, sino de dar los primeros pasos o que las personas acudan a su estudio, despacho o servicio de mediación. 

Siempre achacan dicha situación a que es muy desconocido este método de solución de conflictos, a que las administraciones no nos apoyan, a que no hay publicidad… pero ¿nos hemos mirado a nosotros mismos? 

Hoy me atrevo desde mi experiencia a dar una serie de consejos que pueden ayudarte como me sirvió a mi desde hace muchos años y que te permitan trabajar y vivir de esta apasionante profesión.

Si te estás planteando crear un servicio de mediación no basta, igual que en cualquier profesión, estar muy formado y esperar a que lleguen los mediados, tienes que crear, como siempre digo y he trabajado en muchos cursos, “tu marca personal”. Y al igual que hoy en día para saber que restaurante hay cerca de ti, acudimos al móvil y se lo preguntamos a Google, vuestros mediados antes de acudir a una cita, seguramente te buscarán por internet para saber quién eres y que es lo que haces.

  1. Investiga las necesidades del sector al que te vas a dirigir, tu supuesto cliente
  2. Elige un nombre que identifique y te identifique, con lo que es la mediación y el mediador:
  3. Piensa en una posible estrategia de marketing
  4. Te comentaba antes la necesidad de crear “tu marca personal”
  5. Se constante y paciente
  6. Piensa en tus posible “compañeros de viaje” y profesionales que te deriven
  7. Se exquisito con la atención al cliente
  8. Gestiona acuerdos de colaboración 
  9. El último, te lo dejo a ti, querido lector. Sueña

Independientemente de la “figura jurídica” con la que vayas a crear el servicio, una sociedad, una cooperativa con otros profesionales, una asociación o incluso ser autónomo, y la necesidad de dar de alta el servicio, o como ocurre en nuestro caso si no estamos colegiados, de tener que firmar un seguro de responsabilidad civil, para poder facturar y ejercer, aquí tienes 10 consejos para la puesta en marcha y que tengas éxito como mediador/a:

Investiga las necesidades del sector al que te vas a dirigir, tu supuesto cliente

No es bueno lanzarte a crear un servicio sin conocer datos, macrodatos, lo que hoy llaman Big Data. Va a depender mucho de las estadísticas. Por poner un ejemplo absurdo: crear un servicio de mediación intercultural en una ciudad con pequeño índice de cruce de culturas, no tendría mucho sentido o como criminólogo ya mediador, dedicarme a la mediación penal o justicia restaurativa en una localidad donde no hubiera prisiones o juzgados…

 Cada sector es un mundo y los servicios no funcionan igual en todos los países o ciudades. Si acaso vas a utilizar “mediaciones on-line quizás puedas acceder a otros sectores, pero en la presencialidad…

Eso es lo que supone hacer un análisis DAFO: Debilidades y Fortalezas del servicio que quieres crear para tomar la decisión correcta y consciente. 

Elige un nombre que identifique y te identifique, con lo que es la mediación y el mediador:

Acuerdo, Diálogo, Consenso son palabras atractivas. En cambio, ADR, JAS Mediación (siglas de mi nombre: Javier Alés Sioli, no dicen nada).

Crear una marca, sin apellidos, como ocurría hace años con los despachos jurídicos, te permite que en el futuro quien se vaya incorporando a la marca, se identifique con la misma. 

A partir de ella, ni que decir tiene que puedes crear una página web con el dominio de tu despacho de mediación, para ir posicionándote en internet y tener tu imagen.

Te sorprenderá el “buen rato” que pasas intentando pensar un nombre, un logo que se identifique no solo con lo que haces, sino contigo.

Piensa en una posible estrategia de marketing

Utiliza canales de comunicación, que además en mi caso, todos eran gratuitos: Facebook, LinkedIn, Twitter, Instagram. Sube videos a YouTube de corta duración, para compartirlos y escribe. Escribe mucho, alguien te leerá en redes y te ayudará a crecer con sus opiniones, para eso nada mejor que un BLOG.

En este punto te animo a que puedas buscar según las redes, que horarios son buenos para publicar, a que sectores se dirige cada red y eso te permitirá que tu esfuerzo no caiga en vano. 

Crea una publicidad atractiva no tanto de dípticos que ya no se usan casi, como de imágenes, de tener una página web que sea irresistible para tus posibles clientes de mediación.

Tu página web es tu sello, y podrás ver número de seguidores, descargas realizadas de documentos o post que subas, estadísticas… Y no te creas que es complicado. La experiencia me dice que cuanto más atractiva y a la vez sencilla, mejor propaganda te hace. 

Te comentaba antes la necesidad de crear “tu marca personal”

Si quieres que te conozcan como mediador, Construye una marca personal y lo que llaman un “branding” potente.

Va a depender mucho de saber despojarte de actividades o profesiones de origen, para que te conozcan de verdad como mediador/a y sepan lo que haces. Y no solo eso, sino consigue diferenciarte de los demás servicios de mediación, para que hablen de ti como alguien necesario y creativo para ver posibles soluciones donde los demás no ven salida

Se constante y paciente

No es fácil, ya lo sabemos, este mundo profesional, pero siempre se dice que quien “la sigue la consigue”, analiza tus avances cada mes o cada trimestre y te darás cuenta que estas mejor que cuando empezaste. Ocurre como con los hijos, tu no ves que está creciendo, pero cuando coincidimos con alguien que hace tiempo que no vemos, siempre nos dice: qué barbaridad, como ha crecido 

Piensa en tus posible “compañeros de viaje” y profesionales que te deriven

Es posible que ya hayas pensado aventurarte a crear un servicio de mediación, pero no somos “supermanes”. Según los casos que nos vayan a entrar o atender, muchos de ellos necesitarán quizás por su complejidad o circunstancias, una especial preparación o conocimiento previo de la materia; no hay problema, podemos crear un servicio con compañeros/as mediadores/as de otras disciplinas o incluso crear equipos multidisciplinares.

De igual forma esos profesionales de otras disciplinas, pueden servirnos como trampolín para ser conocidos como mediadores. Siempre digo que mis “principales clientes” son compañeros míos, abogados, que, llegado el momento ante una situación de bloqueo con la otra parte, son los que recomiendan que intervenga con sus clientes.

Si vas a contratar trabajadores deberás estar al día en los aspectos que competen a la selección de personal y entrevistas de trabajo, bajo el lado empresarial.

Se exquisito con la atención al cliente

Me dijeron una vez que nuestra marca personal es “aquello que dicen de nosotros cuando no estamos delante”, es decir la huella que dejamos en los demás. Eso solo se consigue, si somos capaces, una vez que tengamos casos que atender, que se “enamoren” del trabajo que vamos a realizar, que les guste, que lo tengan claro, que crean en nosotros y nos legitimen.

Desde que apareció en España la posible “normativa de impulso de la mediación” me recorrió cierto “miedo” por el cuerpo, porque con ello quizás consigamos que acudan más personas a mediación, pero nuestro reto está no en que “vengan”, sino en que “se queden” Por eso es tan importante “supervisar” el trabajo que hagas. Me da mucha pena observar en estadísticas del propio poder judicial, en el que del 100 % de casos que derivan a mediación, se inician solo un 30 % y de estos un porcentaje menor se llega a acuerdo.

Gestiona acuerdos de colaboración 

Con Asociaciones (que normalmente se constituyen por “un problema concreto”), entidades, empresas, instituciones.

Eso te dará a conocer y te permitirá acceder a casos. Pensarás que es fácil decirlo, pero te aseguro que no es difícil hacerlo. Quien no tiene un compañero de promoción que está en una entidad, o un familiar que colabora en una asociación o un vecino que se aventuró a crear una empresa de cualquier sector y que al día de hoy tiene ya 50 o 100 trabajadores.

Tienes en tu poder un “carnet” que te permite enseñar a quien quiera que sabes “conducir por las cenizas de un conflicto” y este, está en todas partes.

El último, te lo dejo a ti, querido lector. Sueña

Sueña y lo conseguirás como yo, pero no olvides nunca que cada día aprendemos y afinamos nuestras habilidades y destrezas, por eso no te olvides de formarte siempre y reciclar tu “maleta de conocimientos”.

Los conflictos son una gran fuente de aprendizaje para el futuro, pero más lo es, saber hacer “trajes a medidas de las personas que tienen problemas”, porque nunca hay uno igual. 

Diez consejos para crear un servicio de mediación