viernes. 29.03.2024
Congreso de Viena
Congreso de Viena

Nuestros monarcas actuales, animados por la tradición y ritos funerarios de sus antecesores dinásticos del Valle de los Reyes, dejan perfectamente establecido el protocolo completo para su despedida y cierre, después de abandonar este mundo, sufriente para el resto de los humanos. Reinan después de morir. 

No sólo reinas y reyes, Franco dejo casi todo atado y bien atado. Al igual que Kim-Il Sung. Poderes trascendentes y Teocráticos. Son nuestros dioses cercanos y elegidos directamente por ellos. Por la gracia de Dios y que sólo ante él responden. Napoleón pretendió romper la liturgia, autocoronándose Emperador, y así le fue. Se embalsaman. Momificados, sobreviven y ejercen su autoridad en cuerpo y alma. Embalsamamientos, retratos, vaciados, bustos, estatuaria, fotografías, persisten, al igual que su espíritu y sus reglas, como en las órdenes religiosas. 

Las iglesias les hacen sus jefes espirituales, les bautizan, les casan, les absuelven, les dan los últimos sacramentos y les acompañan en la vida eterna. Así en la Tierra como en el Cielo

No tienen bastante con la transcendencia biológica, (…) necesitan que sus normas, sus costumbres, su autoridad y sus objetos personales sigan presentes y cumplan su cometido. Necesitan que les lloremos, les aplaudamos, les recemos

No tienen bastante con la transcendencia biológica, incluida la bastarda, la única que tenemos los ciudadanos de a pié, ellos necesitan que sus normas, sus costumbres, su autoridad y sus objetos personales sigan presentes y cumplan su cometido. Necesitan que les lloremos, les aplaudamos, les recemos. Pretenden sobrevivir en nosotros, reencarnándose. Y sus beneficiarios, herederos de su fortuna y de su poder sobre nosotros, los ciudadanos, nos venden sus reliquias plastificadas en un merchandising de mercadillo.

Bodas, bautizos y comuniones; entierros, funerales y otros eventos y saraos se constituyen en Congresos de la Internacional Monárquica, esa gran y antigua familia endogámica en la que todos se conocen y reconocen para dar continuidad a los linajes, escudos, estandartes, blasones y marchas. Para cruzarse en un experimento Mendeliano. Ya nos lo contaba en su libro Josep Fontana, en el que nos retrataba los años en que se gestó el famoso Congreso de Viena con todas las familias reales europeas bailando valses mientras sus altos funcionarios discutían sobre las fronteras y el restablecimiento de los poderes del Antiguo Régimen. Detrás de El Congreso se divierte siempre hay objetivos políticos, alianzas, casamientos consanguíneos, o no, pero siempre interesados. El sexo ha sido para ellos y ellas un divertimento placentero, un derecho de pernada, una violación de un inviolable. El amor cortés fue un invento de románticos frustrados siempre detrás de alguna dama comprometida.

Coinciden en las listas de Ricos del Mundo y en economía tienen las amistades apropiadasOkupan numerosos, lujosos y amplios palacios cuyos cuantiosos gastos de mantenimiento, ahora más con el precio de la energía, pagamos los ciudadanos que nos quedamos, unos boquiabiertos y otros ojipláticos. Hemos aprendido de ellos los deportes de élite: la caza mayor, la equitación, la vela. Siempre pulcros sin despeinarse. 

Congresos de la Internacional Monárquica