viernes. 29.03.2024
sanidad

La industria farmacéutica pretende acceder a todos los datos sanitarios de los pacientes tratados con determinado fármaco innovador, y comprobar su utilidad

La industria farmacéutica española quiere probar los fármacos en el SNS y cobrar únicamente por los que aporten valor, en lo que denomina “Pago por Resultados”

Para ello pretende introducirse en los Servicios hospitalarios y en la Atención primaria de salud, acceder a todos los datos sanitarios de los pacientes tratados con determinado fármaco innovador, y comprobar su utilidad.

Farmaindustria exige “avanzar en la transformación digital del SNS” y disponer de herramientas informáticas para lograr sus objetivos, las mismas herramientas que han sido negadas año tras año a los profesionales del Sistema Público, que no pueden ni tan siquiera identificar y notificar posibles efectos adversos de los nuevos fármacos y tecnologías, antes de que estos afecten a un mayor número de pacientes

Ante esta situación deberiamos de reflexionar sobre sus posibles consecuencias.

¿Que puede ganar Farmaindustria?:

 

- Colocarse en una posición estratégica dentro del SNS, blindando su futuro y sus ganancias

- Introducirse en los centros sanitarios, con lo que supone de proximidad con los profesionales y los pacientes, y “el roce hace el cariño”

- Incrementar la presión sobre los directivos y profesionales menos sumisos

- El acceso directo a los datos de los pacientes

- Disponer de un Sistema universal a su disposición para ensayar sus productos y venderlos posteriormente a otros países a nivel mundial

- Publicitar, patentar y vender al sistema (a precios escandalosos) los que aporten valor según los resultados de las investigaciones controladas por los propios laboratorios que los comercializan

- Desechar los que se muestran ineficaces y ocultar sus efectos adversos, en base a la propiedad intelectual, que la industria considera “uno de sus activos intangibles más importantes”

¿Que podría perder el SNS?:

 

- Incrementar su dependencia de las multinacionales y sus consecuencias: conflictos de intereses y corrupción

- Incremento de la carga de enfermedad de la población, ya que el objetivo de Farmaindustria es patentar los fármacos que supongan mayores beneficios empresariales, para tratar antiguas y nuevas enfermedades cuyas causas nadie investiga, en línea con unas declaraciones recientes de la banca “Goldman Sachs” “la curación de las enfermedades no es un buen negocio para las empresas farmacéuticas ni para su cotización en bolsa”

Por un Sistema de Salud Público, con gestión y provisión mayoritariamente pública, a salvo de los intereses empresariales y del negocio sanitario

- Enfermedades provocadas por los propios fármacos son tratadas con nuevos y costosos tratamientos, en una cadena interminable de polimedicación y efectos adversos, que suponen una fuente interminable de beneficios empresariales

Mayor inseguridad para los pacientes, debido a que muchos efectos adversos de los nuevos fármacos no se manifiestan en las primeras fases de los ensayos clínicos sino cuando su uso se generaliza en los servicios de salud, un buen ejemplo es el reciente caso del Valsartan, del que se acaban de descubrir los efectos secundarios de su nueva forma de fabricación después de su uso generalizado. La solución no es, por lo tanto, rebajar el precio de los fármacos ineficaces o perjudiciales sino incrementar los controles para minimizar los perjuicios en la salud de los pacientes

- A esto se une la influencia de la industria en la docencia: La docencia en los servicios públicos de salud se está “desgajando” de las administraciones para pasar a ser controlada por agencias de gestión privada patrocinadas por Farmaindustria, lo que incrementará su influencia sobre los currículos de los profesionales y como consecuencia sobre el nombramiento de los directivos y las nuevas contrataciones de médicos y enfermeras en el SNS..

La recuperación del SNS debe ser un pilar estratégico del nuevo gobierno y de la nueva política. Las líneas no las deberían marcar las multinacionales farmacéuticas.

La Ministra de Sanidad puso la primera piedra en Alzira. Sigamos la senda que ella ha marcado, por un Sistema de Salud Público, con gestión y provisión mayoritariamente pública, a salvo de los intereses empresariales y del negocio sanitario.

Por Luisa Lores | Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública

La seguridad del paciente y "el pago por resultados" de Farmaindustria