jueves. 18.04.2024
sanidad

Las propiedades físicas y los bajos costos de producción de PVC (poli cloruro de vinilo) lo han convertido en material de elección para dispositivos médicos. Sin embargo desde la perspectiva de protección de la salud y del medio ambiente, este material está lejos de ser ideal, pues expone a los pacientes a residuos nocivos durante su uso y es el origen de contaminantes peligrosos durante su eliminación, como lo señala la organización “Salud sin Daño” (Health Care Without Harm), por lo que  los Sistemas Nacionales de Salud (SNS) confrontan la obligación de buscar materiales alternativos más seguros y de menor riesgo para los pacientes. Por ello, decenas de hospitales de toda Europa están eliminando el PVC, cuidando la salud de sus pacientes y atendiendo las preocupaciones de activistas de la salud para desmedicalizar la sociedad y humanizar la medicina. Los dispositivos médicos no son el único problema, ya que el PVC se utiliza ampliamente en instalaciones de salud: en alfombras y pisos, guantes, batas, cortinas, ventanas, materiales de construcción, etc.

ANTECEDENTES

Di-etilhexil ftalato (DEHP) es un ftalato utilizado como plastificante junto al cloruro de polivinilo (PVC) utilizado en los dispositivos médicos, incluyendo las bolsas para IV (infusión intravenosa), catéteres o tubos intravenosos, dispositivos para nutrición enteral, catéteres urinarios, entre otros.

Los recién nacidos, bajo tratamiento, usualmente reciben con estos dispositivos altas exposiciones al DEHP y sus metabolitos tóxicos, incluyendo ftalato monoethylhexyl (MEHP), por ejemplo, cuando se someten a productos para sustitución de sangre transfusiones de intercambio, asegurar Nutrición parenteral, oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), y otros. Así en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) donde se practica terapia intensiva con dispositivos médicos de PVC resultan expuestos a MEHP en niveles mucho más altos que la población en general - 25 veces más altos en promedio y hasta 50 veces más altas para el más expuesto.

Los estudios in-vitro, en animales, junto a estudios de neonatos humanos demostraron que DEHP puede tener una efecto adverso sobre los tejidos del tracto reproductor masculino, en los pulmones, riñón, hígado cuando se administra en niveles similares a aquellos a los que están expuestos los recién nacidos durante el tratamiento médico.

Por ello, la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos (USA), ha emitido una notificación de Salud Pública alertando sobre el uso de estos dispositivos médicos DEHP / PVC. Este último, el PVC produce dioxinas, no solo durante su fabricación, si no también durante su incineración al desecharlos. Las dioxinas resultan carcinógenas para los seres humanos, ya que son altamente tóxicas, persistentes y bioacumulativas .Sin embargo estos productos de PVC están comercialmente disponibles como dispositivos médicos, sin restricción alguna, por ,lo que los centros de atención de salud, en muchos países desarrollados están eliminando los productos de PVC, especialmente los que contiene DEHP, promoviendo, como algunos sugieren, el posible uso  de productos alternativos como ser polímeros naturales flexibles, elastómeros termoplásticos, Polifenilenéter modificado (MPPE) que resultan, segun algunos entendidos, reciclables, y no contienen PVC, halógenos, o ftalatos, para ser utilizados cuando están disponibles.

EFECTOS SOBRE LA SALUD

PVC está hecho de cloruro de vinilo monómero (VCM ) y dicloruro de etileno ( EDC). VCM es un potente carcinógeno. EDC es una neurotoxina y fuente de producción de dioxinas. El PVC es naturalmente rígido y para ser utilizable en dispositivos médicos, tales como sondas de nutrición o administración de medicamentos, bolsas de infusión IV,etc,  tiene que ser ablandado con ftalatos como el DEHP(2-etilhexilo,sustancia  añadida a los plásticos para incrementar su flexibilidad), que ha mostrado toxicidad reproductiva en pruebas con animales, despertando especial preocupación su uso en los recién nacidos.

Greenpeace afirma: “Se han encontrado ftalatos en la sangre materna y cordón umbilical, que pueden ser nocivos para el aparato reproductor masculino y son tóxicos para la reproducción, existiendo posibilidad que afecte el riñón, órgano expuesto a los ftalatos durante procesos de diálisis, lo que señala como razonable predecir que los ftalatos sean carcinogénicos en seres humanos. Además de ello, los juguetes infantiles que contienen ftalatos contaminan el cuerpo humano de forma gradual, poco a poco según el tiempo que el individuo esté expuesto  al administrarse micro dosis de ftalatos que van directamente a la sangre al ser absorbidos por las mucosas. Se han detectado además concentraciones de nueve metanolitos de ftalatos en la orina de mujeres embarazadas sometidas a altos niveles de exposición.

Los productores, no conformes con aumentar la dosis de ftalatos en diferentes productos, en su  afán de lograr más utilidades, agregan a ellos materiales tóxicos tales como keroseno, aguarrás, biodiesel, diesel, aceite automotriz, creando así un “cóctel letal para la salud humana”. Por ejemplo los juguetes de niños contienen entre 20% a 50% de ftalatos en relación a su peso total, por lo que muchos países prohibieron la fabricación y comercialización por considerarse un riesgo para la salud, a lo cual se suman riesgos del PVC, cuando se lo incinera, generando residuos, liberando dioxinascarcinogénicas.

REGULACION NECESARIA

La organización Greenpeace señala que la producción y uso de sustancias tóxicas debe ser prohibida para todos sus usos y que la industria debe ser obligada a utilizar alternativas no peligrosas. Estas sustancias deben llegar a comercializarse en el mercado sólo cuando hayan comprobado su inocuidad y el consumidor cuente con la información clara e independiente sobre la composición de estos productos. Si bien la fabricación y comercialización de ftalatos está regulada por instituciones de salud de muchos países, en la mayoría de países de Latinoamérica no existe una regulación efectiva y operativa sobre el uso de ftalatos y preocupa asi, la impunidad de parte de fabricantes, que no solamente usan peligrosa cantidad de ftalatos en sus productos, sino que adicionan materiales tóxicos y metales pesados a dichos productos.

SUGERENCIAS PARA LA ACCIÓN

•Resulta urgente reinventariar de sustancias tóxicas y nocivas para la salud, que deben ser prohibidas si representan  riesgo significativo para la integridad de los pacientes.

•Los Sistemas Nacionales de Salud (SNS) deben examinar, como parte de su rol normativo y de orientación a los servicios de salud, alternativas no peligrosas o menos riesgosas en procedimientos determinados, como los señalados.

•Examinar posibilidades de compra productos libres de PVC o DEHP pero con calidad y rendimiento equivalentes.

•Verificar las etiquetas de los dispositivos médicos para ver si contiene DEHP o han sido fabricados con PVC. Dar preferencia a aquellos productos que señalen “libre  de DEHP y TOTM (plastificante alternativo al DEHP).

•Contáctese con la organización “Salud Sin Daños: www.noharm.org/globalsouthspn) o bien, con www.sustainablehospitals.org), quienes lo asistirán en esta tarea.

•Identifique poblaciones de pacientes de mayor riesgo (neonatos de sexo masculino; mujeres embarazadas de varones; varones peri púberes, etc).

•Identifique los procedimientos de mayor riesgo (nutrición parenteral en neonatos, nutrición enteral en neonatos y/o adultos, intervenciones múltiples en enfermos, hemodiálisis, trasplante de corazón o cirugía de bypass coronario, infusión masiva de sangre en pacientes con traumatismos, transfusión en adultos sometidos a ECM, etc).


Por Oscar Lanza V. (MD,MPH) Fundador AIS-CODEDCO-IBFAN-FUNAVI (Bolivia)

El PVC sanitario, un peligro para la salud