jueves. 18.04.2024

Los humedales son un sistema natural o artificial de agua dulce, salada o mezclas de ambas, que existen de manera temporal (charcas) o permanente (lagos, ríos, lagunas, marismas…). Se estima que el 6,4 % de la superficie terrestre, está cubierta por humedales en los que habitan especies animales, vegetales e hidrófilas. España registra 63 humedales con una extensión de 280.000 ha a la convención Ramsar y en el planeta hay registrados 1.880 humedales con una extensión de 190 millones de Ha.

El nombre genérico de humedales abarca una gran diversidad de hábitats y ecosistemas. De manera funcional, la Convención sobre Humedales 1 los define como “extensiones de marismas, pantanos y turberas. O superficies cubiertas de aguas…, incluidas las extensiones marinas cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros”.

Siguiendo esta definición se calcula en más de seis millones de km2 lo que ocupan los humedales, una extensión aproximada a la de Europa. Este porcentaje podría inducirnos a pensar erróneamente que su importancia relativa es pequeña a escala global.

Los humedales son zonas muy importantes por su enorme valor biológico y social. Sus hábitats acogen un porcentaje muy significativo de la diversidad biológica del planeta, jugando un papel clave en la regulación de los regímenes hídricos. Son importantes así mismo, sumideros de gases de efecto invernadero, además de albergar un rico patrimonio cultural y de ofrecer usos recreativos tales como la pesca, la observación de aves o la caza deportiva.

Lejos del reconocimiento actual, los humedales durante siglos han sido considerados zonas insalubres e improductivas, por lo que fueron desecados por motivos sanitarios o por su potencialidad para el uso agrícola.

En verano, se convierten en imprescindibles para afrontar la sequía; por ello, se repiten cada año en la época estival los llamamientos de los ecologistas para que se adopten medidas para conservarlos. Se pretende que los humedales puedan seguir funcionando como lo que son: instrumentos para la gestión sostenible del agua.

Son muy importantes para obtener agua potable a largo plazo. Por ello, se les ha rebautizado como los riñones del planeta, por realizar los procesos naturales de filtración: cuando el agua pasa de un humedal al acuífero subterráneo, además de renovar el agua que discurre bajo tierra, convierte el líquido en apto para el consumo humano. Parte de ese cauce lateral subterráneo, aflorará después a la superficie en otro humedal, como descarga de agua subterránea, y así continuará el ciclo.

Los humedales son los ecosistemas más productivos del mundo y desempeñan diversas funciones como control de inundaciones, puesto que actúan como esponjas almacenando y liberando lentamente el agua de la lluvia; protección contra tormentas; recarga y descarga de acuíferos; control de la erosión; retención de sedimentos y nutrientes.

Recordar como los humedales existentes entre la ciudad norteamericana de Nueva Orleans y el mar, fueron secados en aras de la modernidad y el huracán Katrina arrasó la ciudad. Si estos humedales hubieran estado, esta catástrofe se hubiera podido evitar.

Los humedales actúan como filtros previniendo el aumento de nitritos, los cuales producen eutrofización 2. La relación del suelo, el agua, las especies animales, los vegetales y los nutrientes permiten que los humedales desempeñen estas funciones y generen vida silvestre, pesquerías, recursos forestales, abastecimiento de agua y fuentes de energía. La combinación de estas características permite que los humedales sean importantes para la sociedad.

Muchos ríos siguen constituyendo una fuente de agua todo el año, gracias a que su caudal se desvía del cauce principal hacia las zonas de turberas, pantanos y ciénagas de la cuenca. Los humedales consiguen así que el agua en la estación de lluvias fluya más lentamente, y amplía la cantidad de agua disponible en las épocas secas.

Si se desvían las corrientes y se eliminan lagunas y marismas, las riadas que siguen a las tormentas provocan el caos, incluso catástrofes, y la aceleración de las corrientes nos deja sin agua con la que afrontar la sequía del verano. Un ejemplo típico es España donde han desaparecido el 60% de los humedales y en cambio estamos llenos de pantanos que no evitan las riadas destructivas en el valle del Guadalquivir.

La vegetación acuática de los humedales está conformada por plantas flotantes o arraigadas, de aguas tranquilas como el buchón de agua o el lirio de pantano, la tarulla, la oreja de ratón etc. En los caños son frecuentes las comunidades de pajonales densos e inundados de cortadera. En los climas cálidos y en los ambientes fríos, juncales de totora.

Los humedales constituyen el hábitat para numerosas especies de la fauna. Las aves acuáticas representan uno de los grupos que utilizan más ampliamente estos ecosistemas, entre ellas tenemos la garza real, garcita del ganado, pato yuyo, etc.

La mayoría de los peces, que nos sirven de alimento, dependen de los humedales en algún momento de su ciclo vital, mientras los pastizales de las llanuras aluviales sustentan millones de cabezas de ganado bovino y de animales herbívoros que dependen de espacios silvestres. También son hábitat natural de uno de los principales cereales alimenticios, el arroz, la mayoría de cuyas variedades se cultivan en un humedal modificado por el hombre, pero respetado en su entorno.

Los humedales actúan como filtros previniendo el aumento de nitritos, los cuales producen eutrofización 3. La relación del suelo, el agua, las especies animales, los vegetales y los nutrientes permiten que desempeñen estas funciones y generen vida silvestre, pesquerías, recursos forestales, abastecimiento de agua y fuentes de energía. La combinación de estas características permite que sean importantes para la sociedad.

La relevancia económica de los humedales no termina ahí, la producción pesquera de un determinado lugar depende de estas superficies cubiertas de agua. Y en otras, atraen un turismo ecológico que cada día más acusadamente prima la calidad del entorno, huye de las aglomeraciones y disfruta del paisaje. La artesanía, por otro lado, ha utilizado siempre estos juncales para elaborar papel y artículos de cestería.

La evapotranspiración, que propician las reservas de agua, mantienen los niveles locales de humedad y de precipitaciones pluviales. En los humedales con vegetación arbórea, gran parte del agua de las lluvias vuelve a pasar de los árboles a la atmósfera por evaporación o transpiración y cae en forma de lluvia en la zona circundante.

Se cree que la destrucción de los humedales ocasiona una disminución de las precipitaciones pluviales en la zona afectada, con efectos adversos en el rendimiento de los cultivos. En los valles de la región sudoccidental de Uganda, la pérdida de los humedales alteró el microclima local, esto fue el factor determinante para prohibir su supresión.

A pesar de la importancia de los humedales, en la actualidad son los ecosistemas más amenazados y se han perdido o alterado debido al deterioro de los procesos naturales como consecuencia de la agricultura intensiva, la urbanización, la contaminación, la construcción de represas, la adecuación de tierra para infraestructuras turísticas, la desecación y otras formas de intervención en el sistema ecológico e hidrológico.

Los lagos, lagunas, turberas 4, ciénagas, planos inundables y otros cuerpos de aguas del país presentan diversos tipos de deterioro, como la quema de la vegetación circundante, contaminación de agroquímicos, colmatación 5, eutrofización y desecación a través de la construcción de zanjas de drenaje para la expansión de la frontera agrícola y pecuaria. Otros factores de alteración son la caza y la pesca incontroladas, las actividades mineras y la sobreexplotación pesquera.

Durante décadas, se ha considerado que eliminar humedales equivalía a progreso, porque mejora las condiciones higiénicas del entorno y permitía recuperar tierras para la agricultura y otros usos, como el de edificar urbanizaciones o levantar naves industriales.

La comunidad científica se ha percatado y convencido de que estos humedales, o cuerpos de agua, poseen un gran valor natural y resultan muy útiles para el ser humano. Los humedales, además de las utilidades descritas, destaca por las funciones que puedan desempeñar en los ciclos hidrológicos y biogeoquímicos y como supermercados biológicos, en razón de las extensas redes alimentarías y la rica diversidad biológica que sustentan.

El consumo razonable de agua y el respeto con las zonas de humedales son hábitos fáciles de adquirir cuyos beneficios se multiplican y favorecen su desarrollo sostenible.

Los cinco grandes sistemas de humedales son:

- Estuarios: deltas, bancos fangosos y marismas.
- Marinos: litorales y arrecifes de coral.
- Fluviales: llanuras de inundación, bosques anegados y lagos de meandro.
- Palustres: pantanos, marismas y ciénagas.
- Lacustres: lagunas, lagos glaciales y lagos de cráteres de volcanes.

Son reservas de agua, suministro y mantenimiento de su calidad y cantidad. Funcionan como depósitos que protegen de trombas de agua y controlan las inundaciones. Estabilizan las orillas y contribuyen a la disminución de la erosión. Contribuyen a la descarga de agua hacia los acuíferos, ayudando a mantener su nivel y en la creación de otros nuevos. Ayuda a la purificación del agua mediante la retención de nutrientes, sedimentos y agentes contaminantes. Inspiran la tecnología artificial del tratamiento de aguas.

- Contribuyen a la estabilización del clima, atemperándolo.
- Son fuentes de producción pesquera y agrícola.
- Aportan zonas de pastoreo. Producen turba, madera de construcción y otros materiales vegetales.
- Constituyen reservas de vida silvestre.
- En ocasiones, son navegables y contribuyen al transporte.
- Ofrecen posibilidades de recreo y turismo
- Contribuyen a la diversidad biológica y al patrimonio cultural, paisajístico y de las tradiciones ligadas a las zonas húmedas, como la artesanía de juncos.

LOS HUMEDALES Y SU VALOR ECONÓMICO

Cuando no existen precios de mercado, el valor se establece según la voluntad de pagar por el bien o el servicio, ya sea que en la práctica se haga o no un pago. Uno de los principales problemas para estimar el valor de un ecosistema se plantea cuando los servicios prestados benefician a la comunidad mundial.

Hay por lo menos dos buenas razones para realizar una valoración de los servicios y bienes que prestan los humedales.

La valoración de los humedales es un modo de estimar los beneficios que el ecosistema brinda a la población y permite a los expertos financieros realizar un estudio de costos y beneficios que quizás sea favorable para las inversiones ambientales.

En el análisis de costos y beneficios, se comparan precisamente los beneficios y los costos, que tienen para la sociedad las políticas, los programas o las actividades encaminadas a proteger o restaurar un ecosistema. En consecuencia, es un instrumento importante para quienes controlan el medio ambiente y adoptan decisiones que puedan justificar el gasto público realizado en actividades de conservación y gestión de humedales.

Si se dan a los administradores y al público escépticos pruebas objetivas de los beneficios monetarios y no monetarios que brindan los humedales, los ambientalistas obtendrán su apoyo. La mayoría de las personas sólo se preocupan por lo que aman o por lo que les produce un beneficio económico.

En todas las regiones del mundo, la población humana está sufriendo problemas sociales, económicos y ambientales como resultado de la destrucción y mala gestión de sus recursos naturales, especialmente en lo que respecta a sus humedales y el agua. Esa destrucción, que prosigue a tasas alarmantes en muchos países, contribuye a la escalada de la pobreza y a los problemas en el suministro del agua y la seguridad alimenticia, así como a robar al planeta su diversidad biológica, de la que están dotados los humedales. Sus causas son múltiples: desde las actividades locales y las políticas nacionales hasta las cuestiones mundiales.

Los ecosistemas más ricos, que prestan un apoyo importante a la vida en el planeta, están entre los más amenazados y destruidos. No se valora en términos económicos y monetarios los bienes y servicios suministrados por los humedales. Los humedales sagrados constituyen la excepción y a menudo están bien conservados, porque la población local reconoce su valor religioso.

Los humedales se encuentran entre los entornos más productivos del mundo. Son cunas de diversidad biológica, que suministran el agua y la productividad primaria de la cual innumerables especies de plantas y animales dependen para su supervivencia. Apoyan grandes concentraciones de especies de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces e invertebrados. Los humedales son también importantes depósitos de material filogenético.

La interacción entre los componentes físicos, biológicos y químicos de un humedal, como el suelo, el agua, las plantas y los animales, permiten al humedal desempeñar muchas funciones vitales.

El valor económico total de los humedales se define como el monto total de recursos, que los particulares están dispuestos a desprenderse para aumentar la cantidad de servicios provenientes de los humedales. Se divide en dos tipos de componentes:

a) Valores de uso

Los valores de uso directo son los beneficios derivados de los peces, la agricultura, la madera utilizada como combustible, la recreación, el transporte, la cría de animales silvestres, la turba y la energía, los aceites vegetales, las tinturas, las frutas, etc.

El valor de uso indirecto son los beneficios indirectos derivados de funciones que desempeñan los humedales, como la retención de nutrientes, control de inundaciones, protección contra las tormentas, recambio del agua subterránea, apoyo a ecosistemas externos, estabilización micro-climática, estabilización de la costa, etc.

El valor de opción en el que permite a un particular obtener beneficios, al garantizar que se contará con un recurso que podrá usarse en el futuro.

a) Valores del no uso

El valor del no uso deriva del conocimiento de que se mantiene un recurso. Los ambientalistas promocionan enérgicamente este valor, ya que respaldan el concepto del puro intrínseco de la naturaleza.

La valoración de los humedales no se limita a los beneficios económicos y monetarios, que los ecosistemas de humedales pueden brindar los seres humanos. Se refiere también a atribuir un valor a todos los tipos de beneficios para los seres humanos, y a la naturaleza, incluso los valores religiosos, sociales, ambientales, estéticos, económicos y otro tipo.

En los países en desarrollo, en donde para la mayoría de la población la vida no siempre es fácil, el valor económico tiende a ser más importante que los demás. Esto debe ser tenido cuidadosamente en cuenta para velar por que en todos los planes de gestión de los humedales hay un fuerte componente de mitigación de la pobreza. En los países en desarrollo quizás la valoración económica sea menos pertinente, especialmente si los beneficios económicos son marginales cuando se les compara con los estéticos o recreativos.

Los métodos de valoración económica todavía no son perfectos e incluso son controvertidos, pero ciertamente son lo suficientemente buenos como para brindar información valiosa, que a menudo no es percibida por la población.

La producción de bienes y servicios está estrechamente vinculada al funcionamiento de los ecosistemas y en todas las etapas de la valoración económica se debe tener en cuenta esa realidad.

LOS HUMEDALES EN ESPAÑA

Hace cien años, las Cortes españolas aprobaron una ley que impulsó la desecación de las zonas húmedas en España. Es conocida como “la ley Cambó” que fue realizada por el entonces ministro de Fomento, Francisco Cambó. Entre los años 1989-1991, el gobierno realizó una recopilación exhaustiva de los humedales españoles y se catalogaron 1.400.

Desde 1970, España ha perdido el 60% de sus humedales y algunos como los de Doñana o el hondo de Alicante que podrían ser paraísos, están en serios peligros. La UNESCO cifra que se han perdido entre 1990 y el año 2010 el 50 % de los humedales mundiales.

En España, desde el año 1973 al año 2010 ha ascendido la temperatura una media de medio grado cada diez años, es decir, casi dos grados. Este calentamiento tiene sus consecuencias, pues en la década 1995-2005 se han reducido las lluvias un 15% y en consecuencia su aportación a los humedales.

Podemos decir, que España es un país rico en humedales. Sesenta y tres están incluidos en el convenio RAMSAR y últimamente se han añadido cinco más. Aproximadamente el 50% de estos humedales son costeros y la otra mitad son continentales. El 73% de los humedales RAMSAR presentan una gran dependencia de las aguas subterráneas del entorno.

España es uno de los países europeos con mayor número de zonas húmedas, con casi 2.500 humedales catalogados. El cambio climático, el uso ilegal del agua y la contaminación son las grandes amenazas de nuestros humedales.

La desecación con fines agrícolas, las infraestructuras de transportes, el urbanismo irracional que hemos sufrido, las extracciones ilegales de agua y los vertidos ilegales son las causas que degradan nuestros humedales con la pasividad de los gobiernos. Podemos decir, que el 70% de los humedales españoles, están en mal estado de conservación debido a una inadecuada gestión del agua

La mitad sufren alteraciones o procesos de degradación. Son los humedales costeros los que más sufren, siendo únicamente un tercio los que se encuentran en una situación aceptable de conservación. Únicamente el 16% del total de nuestros humedales existentes, tienen alguna forma de protección, pero una parte importante de los principales no lo está o lo es deficientemente.

Los efectos del cambio climático, no sólo se nota en los humedales del interior peninsular, sino también en nuestras marismas, donde el crecimiento del nivel del mar Ya está provocando daños irreparables.

Las zonas que sufrirán con mayor intensidad y rigor los efectos del cambio climático serán El Parque Nacional de Doñana, el delta del Ebro ya en clara regresión, el parque de las Tablas de Daimiel, la laguna de Gallocanta y la laguna de Villafáfila en Zamora.

Como vamos viendo los principales humedales españoles tienen graves problemas, veamos algunos:

El coto de Doñana. Ha rebajado su nivel de aportación de agua en un 80%, debido a la existencia de más de 1.000 pozos ilegales, que sirven para regar la fresa y para el abastecimiento turístico de las urbanizaciones de Matalascañas. Además está siendo muy afectado por los vertidos de petróleo en las costas, los proyectos de infraestructuras de alto impacto ambiental, como el oleoducto Huelva-Badajoz o el trasvase de Chanza, o la continuada degradación del estuario del río Guadalquivir, con una calidad pésima de sus aguas

El delta del Ebro. Acusa la falta de caudal del río Ebro y sobre todo que los sedimentos han caído en un 70%, siendo estos retenidos por las grandes presas de Mequinenza y Ribarroja, que impiden que el Delta tenga su desarrollo natural. A ello debemos añadir, el crecimiento continuado del nivel del mar, lo cual hace que este humedal este en plena regresión.

Esperemos que nunca se haga el trasvase del Ebro que figuraba en al Plan Hidrológico Nacional tanto del PSOE como del PP, porque supondría la defunción rápida del Delta y de una parte importante de los humedales costeros.

El mar Menor. Sufre una sobreexplotación agrícola haciendo un uso excesivo de sus aguas que provoca la salinización de toda la zona.

Las Tablas de Daimiel. Parece muchas veces “un permanente paisaje desértico” por la carencia de agua. La explotación ilegal del acuífero 21 hace que esté en continuo peligro y que para salvarlo, en el año 2010 tuvo que recibir un importante aporte de agua del trasvase Tajo-Segura.

La Albufera. Se muere porque le falta el aporte del agua del río Júcar, que en su parte final ya no lleva agua. A ello debemos añadirle los vertidos que sufre, unido a la fuerte contaminación de productos químicos provenientes de los arrozales que le circundan.

 

1 PARQUE DE DOÑANA
2 TABLAS DE DAIMIEL
3 LAGUNA DE FUENTE PIEDRA
4 LAGUNAS DE CÁDIZ: LAGUNA DE MEDINA Y LAGUNA SALADA
5 LAGUNAS DEL SUR DE CÓRDOBA: ZÓÑAR, RINCÓN Y AMARGA
6 MARISMAS DEL ODIEL
7 SALINAS DEL CABO DE GATA
8 S’ALBUFERA DE MALLORCA
9 LAGUNA DE LA VEGA O DEL PUEBLO
10 LAGUNAS DE VILLAFÁFILA
11 COMPLEJO INTERMAREAL UMIA-GROVE, LA LANZADA, PUNTA CARREIRÓN Y LAGO BODEIRA
12 RÍA DE ORTIGUEIRA Y LADRIDO
13 L'ALBUFERA DE VALENCIA
14 PANTANO DEL HONDO
15 SALINAS DE LA MATA-TORREVIEJA
16 SALINAS DE SANTA POLA
17 PRAT DE CABANES-TORREBLANCA
18 AIGUAMOLLS DE L’EMPORDA
19 DELTA DEL EBRO
20 LAGUNA DE MANJAVACAS
21 LAGUNAS DE ALCÁZAR DE SAN JUAN (YEGUAS Y CAMINO DE FILLAFRANCA)
22 LAGUNA DEL PRADO
23 EMBALSE DE ORELLANA
24 COMPLEJO DE LAS PLAYAS, DUNAS Y LAGUNAS DE CORRUBEDO
25 LAGUNA Y ARENAL DE VALDOVIÑO
26 RÍA DE MUNDAKA-GUERNICA
27 SALINAS DE IBIZA Y FORMENTERA
28 SALADA DE CHIPRANA
29 LAGUNA DE GALLOCANTA
30 EMBALSES DE CORDOBILLA Y MALPASILLO
31 ALBUFERA DE ADRA
32 RÍA DEL EO O RIBADEO
33 MAR MENOR
34 MARISMAS DE SANTOÑA, VICTORIA Y JOYEL
35 MARJAL DE PEGO-OLIVA
36 LAGUNA DE LAGUARDIA (CARRALOGROÑO, CARAVALSECA, PRAO DE LA PAUL Y MUSCO
37 EMBALSE DE LAS CAÑAS
38 LAGUNA DE PITILLAS
39 TXINGUDI
40 SALBURÚA
41 COLAS DEL EMBALSE DE ULLIBARRI
42 LAGO DE CAICEDO-YUSO Y SALINAS DE AÑANA
43 SALADAR DE JANDÍA O PLAYA DEL MATORRAL
44 LAGUNA DE LA NAVA DE FUENTES
45 BAHÍA DE CÁDIZ
46 LAGO DE BANYOLES
47 LAGUNA DE EL HITO
48 LAGUNAS DE PUEBLA DE BELEÑA
49 COMPLEJO LAGUNA DE LA ALBUERA
50 PARQUE NACIONAL DE AIGUESTORTES I ESTANYDE SANT MAURICI
51 HUMEDALES DEL MACIZO DE PEÑALARA
52 HUMEDALES DE LA SIERRA DE URBIÓN
53 PARAJE NATURAL PUNTA ENTINAS-SABINAR
54 RESERVA NATURAL DEL COMPLEJO ENDORREICO DE ESPERA
55 RESERVA NATURAL LAGUNA DEL CONDE O EL SALOBRAL
56 RESERVA NATURAL LAGUNA DE TÍSCAR
57 RESERVA NATURAL LAGUNA DE LOS JARALES
58 HUMEDALES Y TURBERAS DE PADUL
59 PARAJE NATURAL LAGUNAS DE PALOS Y LAS MADRES
60 RESERVA NATURAL LAGUNA HONDA
61 RESERVA NATURAL LAGUNA DEL CHINCHE
62 RESERVA NATURAL LAGUNAS DE CAMPILLOS
63 PARAJE NATURAL BRAZXO DEL ESTE

Como vemos la situación de nuestros humedales deja mucho que deseas. Para mejorarla, es preciso que todos seamos conscientes de la importancia que tienen los mismos para la naturaleza y para nuestra propia supervivencia.

El gobierno debe de llevar a cabo una política de protección total de los humedales existentes, mejorando su situación actual e intentar volver a recuperar aquellos que hemos perdido por la irresponsabilidad humana.

BIBLIOGRAFIA

• Bernués, M, “Humedales españoles inscritos en la lista del convenio de Ramsar”. 1999. Madrid.
• Durán, J.J., García de Domingo, A., López Geta, J.A. y Soria, J.M. “Humedales del mediterráneo español: modelos geológicos e hidrogeológicos”. Serie Hidrogeología y aguas subterráneas. 2004. Madrid.
• Fornés, J.M. y Llamas, M.R. “Conflictos entre el desarrollo de las aguas subterráneas y la conservación de los humedales: el litoral mediterráneo”. 2003. Madrid.
• Manzano, M., Borja, F. y Montes, C. “Metodología de tipificación hidrológica de los humedales españoles con vistas a su valoración funcional y a su gestión”. Boletín Geológico y Minero, Vol. 113. 2002. Madrid.


1 Denominada comúnmente Convención Ramsar por haberse firmado en 1971 en esa ciudad iraní a orillas del mar Caspio.
2 La eutrofización es el exceso de carga orgánica.
3 La eutrofización es el exceso de carga orgánica.
4 Las turberas son zonas productoras de materia orgánica.
5 Colmatación es el rellenado de una hondonada, haciendo pasar por ella aguas turbias que dejan ahí sus sedimentos


Los humedales