- El reciente ejemplo de Guadalajara, donde tres personas tuvieron que hacer el trabajo de once, es extensible a muchas otras comunidades, donde los equipos de prevención y extinción de fuegos son insuficientes.
- Ecologistas en Acción señala las divergencias entre los presupuestos anunciados oficialmente por las Comunidades Autónomas y la realidad en el terreno denunciada por bomberos y otros profesionales.
En el caso del incendio del pasado fin de semana en Guadalajara, tres personas del retén de Cogolludo tuvieron que hacer frente al fuego, en condiciones climáticas adversas. Hace tres años, el equipo casi cuadriplicaba el actual, con once personas.
La situación se extiende a otras Comunidades Autónomas (CCAA). Es el caso de Andalucía, donde se ha eliminado de media un retén por provincia y un 10 por ciento de los contratos son eventuales. El recorte del 25 por ciento de la plantilla de lucha contra incendios está momentáneamente paralizado, pero sigue vigente. En muchos casos no hay personal para suplir descansos, lo que tuvo consecuencias nefastas en el incendio de Barranco blanco, que arrasó 8.000 hectáreas en Málaga en 2012, el peor de los últimos diez años en cuestión de incendios.
Se sigue jugando a la ruleta rusa con los montes; continúa existiendo una gran disparidad entre los presupuestos anunciados por las Comunidades Autónomas y la realidad denunciada desde el terreno. Resulta encomiable el trabajo de bomberos y otros profesionales de la lucha contra los incendios, que siguen desarrollando su trabajo en condiciones poco favorables.
La prevención, primordial los doce meses del año, continúa desatendida por las administraciones públicas. La falta de coordinación es patente por lo que se hace necesaria una reunión monográfica sobre incendios de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, en la que entre las CCAA y el Ministerio se analicen la situación. El momento más crítico del verano en cuestión de incendios está por llegar y es urgente analizar la situación.
