viernes. 29.03.2024

El propósito de las compañías eléctricas es que las nuevas normas sean lo más permisivas posible con las emisiones de las centrales térmicas de carbón que contaminan el aire en la Unión Europea

Estos días la Unión Europea está actualizando las normas de contaminación del aire en las instalaciones industriales. Esto se conoce como el “proceso de Sevilla”, pues se desarrolla mayormente en el Instituto de Estudios Tecnológicos Prospectivos de Sevilla.

Según denuncia Greenpeace, este proceso es “absolutamente oscuro”, porque no hay lugar para la participación o el seguimiento ciudadano. Sin embargo, una investigación de esta organización ha revelado cómo las compañías eléctricas interfieren directamente en el proceso. “Su propósito es que las nuevas normas sean lo más permisivas posible con las emisiones de las centrales térmicas de carbón que contaminan el aire en la Unión Europea”.

En este proceso normativo, “España lidera las garras del lobby energético”, asegura Greenpeace. Y es que España cuenta con el mayor número de representantes de la industria “enmascarados como delegados gubernamentales”: de las 12 personas que conforman la delegación española, ocho son de la industria. Están presentes Iberdrola, Endesa, Gas Natural, Elcogas y HC Energía, así como la patronal de las grandes eléctricas, Unesa.

“Es inadmisible que los límites de calidad del aire no se rijan por criterios ambientales y de salud. La quema del carbón y del petróleo son la causa principal de las emisiones de CO2 que producen el cambio climático y provocan la emisión de gases tóxicos y partículas en suspensión. Ello supone una gran amenaza para la salud en Europa, pues aumenta el riesgo de muerte por enfermedades del corazón, respiratorias y cáncer de pulmón, además de acortar la esperanza de vida entre 6 y 12 meses en la mayoría de países europeos. Así es como las eléctricas juegan con nuestra salud”, denuncia la organización.

En un año clave para el futuro del clima y de la energía, con la cumbre de París en el horizonte, Greenpeace asegura que “seguirá trabajando para que los intereses ambientales y la salud de las personas no sean dejados de lado por los beneficios de unos pocos”. 

“España lidera las garras del lobby energético”